Look minimal y pendientes XXL: Máxima de Holanda tira de esencia para su último acto

Ya es un clásico. Es raro que Máxima de Holanda apueste por la total sobriedad en sus apariciones. Si no le mete a sus atuendos un color llamativo, es un estampado que tiene difícil pasar desapercibido o un tocado tirando a exagerado. O si no, unos complementos XXL, de esos que tanto le gustan y que son casi una seña de identidad. Y esta precisamente ha sido su opción para su última aparición pública, durante una visita a un centro hospitalario de la ciudad de Utrecht, donde ha mantenido reuniones con representantes del personal médico, del equipo de enfermería y la directiva. No era una cita festiva, por lo que lo más adecuado era un look sobrio, como el que ha escogido: falda en color camel y una blusa en color blanco. Aunque, por supuesto, no ha faltado esa pequeña marca de la casa para romper la discreción.

El outfit está formado por dos prendas de Natan que estrenó, así combinadas, hace ya dos años, aunque en ese momento jugó con los colores y añadió todos los complementos en vino. Y en esta ocasión ha resultado una combinación mucho más sobria, ya que ha lucido unos zapatos en el mismo color de la falda. Pero ya decimos que es muy raro que Máxima de Holanda apueste por la sobriedad total y en este caso ha habido dos elementos que han roto la sencillez del conjunto. Por un lado, el bolso, una pequeña cartera con cadena larga en tonos verdes y marrones. Por otro, los pendientes, de oro y con forma de enorme hoja de parra, que se han convertido casi en los grandes protagonistas de este look.

Porque otra cosa no, pero Máxima de Holanda puede presumir de ser la royal con las joyas más originales y de mayor tamaño del Gotha europeo, haciendo honor a su nombre. No solo hablamos de estos pendientes, de un volumen considerable, sino de los muchos que ha utilizado en estas dos décadas como esposa del príncipe Guillermo y ocho como reina consorte. Desde los que simulan una caracola de nácar, prácticamente inolvidables, a los muchos que tiene en forma de flor, pasando por los más originales y poco discretos: formas, volúmenes, colores... En el joyero de Máxima todo vale y a ella le encanta jugar con este tipo de piezas, tan características en su vestuario.

Hace solo unos días la veíamos también con unos pendientes de mucho volumen, en forma de margarita, imposible que pasaran desapercibidos. Son los mismos que escogió para las fotos con las que la Casa Real celebró su 50 cumpleaños. Días antes, eran unas enormes turquesas azules en forma de lágrima las que colgaban de sus lóbulos. Y horas antes, otras flores, en ese caso en color rosa y completando un total look del mismo tono. Pero no solo tenemos que hablar de pendientes extragrandes: en su joyero también hay collares imposibles -un ejemplo, el que lució en la última visita oficial de los reyes Felipe y Letizia-, anillos muy diferentes o pulseras que solo Máxima de Holanda puede defender.