Isabel II, radiante de felicidad entre caballos tras un encuentro con Merkel
La reina ha llegado al Royal Windsor Horse Show conduciendo ella misma, a sus 95 años, su propio coche, un gran Range Rover y sin borrar la sonrisa de su rostro
Poco a poco, la reina Isabel II recupera la sonrisa. Tras duras semanas afrontando una nueva etapa en la vida sin su marido, el duque de Edimburgo, fallecido el pasado 9 de abril, la abuela de los príncipe Guillermo y Harry va recuperando la normalidad de su vida y de su agenda.
Si hay algo que puede levantar el ánimo de la monarca, son los caballos, animales a los que adora. La hípica y la cria de caballos son grandes aficiones de la madre de Carlos de Inglaterra. Este entorno le hace feliz, algo que ya demostró a mediados de junio, cuando por sorpresa acudió a disfrutar de las carreras de Ascot. La reciente muerte del duque de Edimburgo hicieron temer a muchos su ausencia en este destacado evento, pero Isabel II terminó emocionando a todos cuando apareció en su coche. La ovación del público cuando se bajó del mismo, fue enorme.
Aquel día la reina se mostró especialmente radiante. Su sonrisa contínua contrastaba con la seriedad que había mostrado su rostro en las anteriores semanas.
Ahora, la reina ha vuelto a dejar claro que los caballos son sus grandes aliados para mitigar su tristeza. En la mañana de este sábado 3 de julio, Isabel II ha decidido no perderse su evento favorito del año, el Royal Windsor Horse Show, al que ha acudido encantada.
Luciendo un look muy informal en el que ha destacado un chaleco acolchado en color azul marino sobre una camisa blanca combinada con una rebeca verde y una falda de algodón, la reina ha llegado al recinto conduciendo ella misma, a sus 95 años, su propio coche, un gran Range Rover tras cuyo volante apenas asomaba su cabeza.
De muy buen humor, la sonrisa no se ha borrado de su rostro en ningún momento mientras se empapaba del ambiente de este evento ecuestre que tiene lugar en los terrenos privados de su hogar.
Esta aparición de Isabel II ha tenido lugar tras el encuentro que la monarca protagonizó el viernes por la tarde un con Angela Merkel en el Castillo de Windsor. La canciller alemana se prepara para abandonar los mandos del gobierno en otoño, después de casi 16 años, motivo por el que se encuentra realizando una serie de viajes de despedida. El viernes vivió una última audiencia oficial con la monarca después de conversar con Boris Johnson en Checkers.
Con un alegre vestido con estampado floral en tonos verdes y azules, Isabel II posó junto a Merkel ante los fotógrafos y periodistas presentes, quienes pudieron escuchar cómo la madre de Carlos de Inglaterra le decía a la l líder alemana que estaban "haciendo historia".
El Royal Windsor Horse Show cumple 77 años y se trata de un evento que suele atraer a destacados y adinerados visitantes de todo el mundo. En su juventud, Isabel II llegó a competir en él. Ahora disfruta como espectadora, sobre todo viendo competir a algunos de sus caballos.
Esta jornada tan gustosa para la reina ha tenido lugar después de otro destacado evento familiar llevado a cabo esta misma semana. Fue celebrado el pasado jueves y protagonizado por sus nietos, el príncipe Guillermo y el príncipe Harry.
Juntos asistieron a la inauguración de la estatua en honor a su madre, la princesa Diana de Gales, en el Sunken Garden del Palacio de Kensington, un momento muy esperado por todos los fanáticos de la realeza británica, ya que supuso el reencuentro de los dos hermanos tras meses de tensiones y distanciamiento.
Al acto acudieron también sus tíos, tanto el conde Charles Spencer, como Lady Sarah McCorquodale y Lady Jane Fellowes, los tres hermanos de Lady Di.
Pocos lo esperaban, pero los hermanos se mostraron cercanos, cordiales, dialogantes e incluso sonrientes el uno con el otro, una actitud que puede haber aportado algo de paz y tranquilidad a la reina. El tiempo dirá si ese acercamiento fue sincero o solo de cara a la galería, ya que fuentes de Palacio revelaron días antes que los hermanos se habían comprometido a no empañar un momento tan emotivo con actitudes inapropiadas.
Poco a poco, la reina Isabel II recupera la sonrisa. Tras duras semanas afrontando una nueva etapa en la vida sin su marido, el duque de Edimburgo, fallecido el pasado 9 de abril, la abuela de los príncipe Guillermo y Harry va recuperando la normalidad de su vida y de su agenda.