Hallan nuevos 'tesoros' en Tatoi, el palacio griego en el que creció la reina Sofía
La antigua propiedad de la familia real griega ha vuelto a sorprender con sus hallazgos a los responsables del proceso de restauración
El palacio de Tatoi, antigua propiedad de la familia real griega desde su compra por el rey Jorge I en 1871 hasta su nacionalización en 1994, ha vuelto a sorprender con sus hallazgos a los responsables del proceso de restauración bajo el que se ve inmerso para convertirse en un museo.
Alrededor de 4.000 botellas de vino y bebidas alcohólicas con etiquetas de especial valor artístico e histórico almacenadas en 235 cajas fueron encontradas en el que fue el hogar de la infancia de la reina Sofía. Muchas botellas de vino y licores raros descubiertos están consideradas en la actualidad como históricas y sus etiquetas de colección. Junto a ellas, los restauradores también han encontrado latas de refrescos que datan de antes de que este tipo de productos se comercializaran en Grecia.
Los expertos del Ministerio de Cultura y Deportes que están llevando a cabo los trabajos de conservación de la bodega de Tatoi esperan que esta revele aún más tesoros históricos y enológicos en las 300 cajas que aún quedan por abrirse.
Entre los vinos más raros encontrados se incluyen algunas botellas de Château Margaux, Château de Vincennes y Château Rothschild, y otras de bebidas coleccionables, como la botella especial de cerámica de whisky Chivas para celebrar la conmemoración de la subida al trono de la reina Isabel II de Inglaterra. También se han descubierto una colección de vinos producidos en la propia finca con sus correspondientes etiquetas.
El edificio de la bodega de Tatoi fue construido entre 1879 y 1885 y es uno de los más antiguos que se conservan de la época del rey Jorge I.
El vino era uno de los productos más populares de la finca y su producción fue notable. Sus viñedos producían vinos de excelente calidad y de diferentes variedades que empezaron a embotellarse y comercializarse en algunas tiendas de Atenas. “La bodega de Tatoi es una colección histórica de más de cincuenta años de especial valor cultural y vitivinícola”, declaró la ministra de Cultura y Deporte griega, Lina Mendoni.
Los expertos afirman que, a pesar de haber sido conservadas en malas condiciones, algunas de las bebidas que ya han sido catalogadas han sido consideradas todavía aptas para el consumo.
“Además de un importante valor coleccionable tiene un interés científico importante”, afirmó Mendoni, para quien la labor de restauración de la finca es “compleja y requiere conocimientos especializados en muchas áreas diferentes”.
Debido al elevado conocimiento en enología que se necesita para el cuidado, la catalogación y la restauración de las bebidas alcohólicas de la bodega del Palacio Real de Tatoi, el Ministerio de Cultura ha solicitado asistencia adicional a Achaia Clauss, la bodega más antigua de Grecia, que abrió sus puertas en 1861 y que cuenta con un archivo histórico excepcional.
Desde que comenzara el proyecto de restauración de la propiedad de Tatoi hace un par de años, se han encontrado muebles, obras de arte, artesanías y textiles, coches de lujo, carruajes históricos o baúles pertenecientes a la reina Federica de Grecia, abuela materna del rey Felipe.
Una vez hayan concluido los trabajos de rehabilitación que pretenden devolver a la finca su esplendor y gloria perdidos, el palacio se convertirá en un museo abierto al público que expondrá las posesiones de la familia real. Tiendas, restaurantes, pistas de tenis, un centro de convenciones, un hotel y spa, entre otros servicios, completarán un ambicioso proyecto de restauración que se estima costará alrededor de 93,5 millones de euros y finalizará en 2023.
El palacio de Tatoi, antigua propiedad de la familia real griega desde su compra por el rey Jorge I en 1871 hasta su nacionalización en 1994, ha vuelto a sorprender con sus hallazgos a los responsables del proceso de restauración bajo el que se ve inmerso para convertirse en un museo.