La infanta Elena organiza su verano para estar en Abu Dabi en una fecha clave: el 3 de agosto
La hija mayor de los Reyes eméritos planea visitar a su padre en Abu Dabi la primera semana de agosto. Podría acompañarla su hermana, la infanta Cristina
El próximo 4 de agosto, la familia real podría celebrar un bonito aniversario. Se cumplen 48 años de las primeras vacaciones de los Reyes y sus tres hijos en Palma de Mallorca. Pero no es tiempo de celebraciones, no al menos en la Casa Real, porque el 3 de agosto es el aniversario de otro momento histórico que empaña todo lo demás. Hace ya un año que Juan Carlos I abandonó España rumbo a Emiratos Árabes, donde reside desde entonces.
Y para que esa fecha no sea tan dura, su hija la infanta Elena ha organizado sus vacaciones de tal modo que pueda pasar una semana con su padre en esos días. Así lo ha podido confirmar Vanitatis de fuentes del círculo del Rey emérito, quien espera estar con su hija mayor en el fatal aniversario.
No serán unas vacaciones al uso para doña Elena. Ya fueron difíciles el año pasado, cuando tanto ella como su hermana, la infanta Cristina, intentaron visitar a su padre en Zarzuela el máximo de veces posible antes de su marcha. Corría julio y se barruntaba tormenta, por lo que las Infantas estuvieron al lado de su padre en todo momento. Hasta que se fue. Entonces retomaron sus planes, modestos por aquellas fechas.
Elena estuvo en Segovia, Bidart y Palma de Mallorca, verano muy parecido al de doña Cristina, cuyo marido, Iñaki Urdangarin, seguía preso en Brieva. Mucho ha cambiado la situación de la familia Urdangarin de Borbón, por lo que no podemos asegurar que la infanta Cristina viaje con su hermana a Abu Dabi como ha hecho casi todas las veces que ha habido reunión familiar en el país árabe. Podría quedarse en Europa para estar con Urdangarin y el resto de su familia.
Por ahora no vuelve
Sí que sabemos con certeza que doña Elena planea pasar la primera semana de agosto con su padre. Ya lo tiene todo organizado, incluso los billetes de avión, que son en vuelo regular, como todas las veces que ha ido. Nada de aviones privados, ni de un grupo de escoltas, ni de grandes lujos. Se trata de pasar desapercibida para evitar las miradas de curiosos y las especulaciones sobre la salud de su padre o su posible vuelta. Lo que queda claro con este viaje es que por ahora el Rey emérito no se mueve de Emiratos.
La vida de don Juan Carlos transcurre apacible y sin sobresaltos desde su marcha. Hace ya años que vive centrado en su salud. Se ayuda para caminar, entre otras cosas, de un bastón de fibra de carbono, con forma de muleta, de color negro y que pesa solo 220 gramos. Un instrumento que compró por internet por unos 200 euros. Para mejorar o mantener al menos su forma física, el Rey emérito cuenta con un equipo especialista con el que realiza ejercicios a diario. Con máquinas ejercita el tono muscular y un fisioterapeuta intenta mantener el posible dolor a raya.
"Mi hijo"
Otra de sus rutinas es leer la prensa española, de la que le entregan cada día un buen dosier con todas las noticias que se refieren a su persona, a su familia y a cuestiones de interés nacional. “No se ha perdido nada de lo que ha pasado en España”, nos dicen las mismas fuentes. “Nada de nada”, añaden en referencia a cuestiones más ‘frívolas’. Como las entrevistas que han ido apareciendo de Corinna -ya casi como tradición- y todos los asuntos relacionados con su vida sentimental.
También lee con interés las informaciones que hablan de su posible retorno, algo que centra en gran medida sus pensamientos. Quiere volver, quiere vivir en la Zarzuela, y ya no sabe cómo lograrlo. Además, está pendiente del trasiego político, la crisis sanitaria y, sin duda, de todo lo que hace referencia a su hijo, a quien él llama "el Rey". Los primeros días después de su marcha, Juan Carlos I se refería a Felipe VI como “mi hijo”, algo que servía para mostrar a los suyos su enfado por haber tenido que marcharse.
Porque por mucho que escribiera una carta diciendo que se había ido por voluntad propia, lo cierto es que costó convencerle, algo que dejaron claro algunas amigas de la reina Letizia en entrevistas en televisión. Contrariado y a disgusto, don Juan Carlos decidió que se iba a marchar sin decir cuándo ni a dónde, una muestra de que todavía mantenía cierto poder en su vida. Pero eso ya ha pasado y vuelve a referirse a su hijo con las palabras que marca el protocolo: el Rey.
Marivent y Abu Dabi
Se avecina el fatal aniversario, que contrarresta con otra fecha histórica en la familia real. En 1972, la Diputación de Palma cedió Marivent a los entonces Príncipes de España para sus vacaciones. La imagen de su primera visita fue peculiar y muchos la recuerdan: era el 4 de agosto de 1973, y don Juan Carlos y doña Sofía llegaban a bordo de un Seat 1430 a Marivent. Lejos queda esa imagen idílica, se ha dicho tantas veces.
Ahora, doña Sofía pasa sus vacaciones rodeada de un pequeño círculo íntimo en el que se cuenta a su hermana, la princesa Irene, y a algún amigo. Poco más. Como su marido, que vive en la incertidumbre de si podrá volver algún día. Un sueño dorado y recurrente en esa jaula de oro en la que se instaló hace casi un año.
El próximo 4 de agosto, la familia real podría celebrar un bonito aniversario. Se cumplen 48 años de las primeras vacaciones de los Reyes y sus tres hijos en Palma de Mallorca. Pero no es tiempo de celebraciones, no al menos en la Casa Real, porque el 3 de agosto es el aniversario de otro momento histórico que empaña todo lo demás. Hace ya un año que Juan Carlos I abandonó España rumbo a Emiratos Árabes, donde reside desde entonces.
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