La relación de Letizia y su abuela, en imágenes: las pruebas de su complicidad

Son días difíciles para la reina Letizia y toda su familia. Menchu Álvarez del Valle, su abuela paterna, fallecía este pasado 27 de julio a los 93 años en su casa de Ribadesella.

Abuela y nieta estaban muy unidas y desde que Letizia llegó a la vida del hoy rey Felipe VI fueron numerosas las ocasiones en las que quiso dejar constancia pública del gran cariño que se profesaban.

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A. Rodríguez

Tras el triste fallecimiento de Menchu, no ha tardado en materializarse su marcada e independiente personalidad al salir a la luz una entrevista inédita que concedió en 2019 a ‘Ok Diario’, donde la abuela de Letizia habla sin filtros tanto del matrimonio de su nieta con Felipe como de su opinión sobre ciertos políticos del panorama actual. En la misma, Menchu Álvarez desvela la gran complicidad y confianza que unía a abuela y nieta al confesar que, cuando supo que Letizia salía con el entonces Príncipe y futuro Rey de España, le aconsejó que, por su bien, pensara con detenimiento si le convenía casarse o no, por el temor de la libertad que Letizia iba a perder si lo hacía. "Abuela, estoy enamorada de Felipe", le confesaba la hoy Reina.

En febrero de 2004, tan solo 3 meses después de que se produjera el compromiso oficial del matrimonio entre el entonces príncipe Felipe y su novia, Letizia Ortiz, la pareja quiso realizar una visita a los abuelos de la futura Reina. Juntos acudieron a la casa de Sardéu, una pedanía de Ribadesella en la que residían Menchu Álvarez y José Luis Ortiz, los abuelos paternos de la prometida del Príncipe.

La ilusión y la felicidad de los abuelos de Letizia por el prometedor futuro de su nieta y por la presencia del Príncipe en su casa se evidenciaban en sus sonrientes rostros, que fueron captados por algunos fotógrafos presentes.

Cuando la nieta de Menchu Álvarez del Valle contrajo matrimonio con el príncipe Felipe, una vez más quiso demostrar la gran complicidad con su abuela al darle a esta un lugar destacado durante la ceremonia. Desde el altar de la catedral de la Almudena, Menchu leyó la carta del apóstol San Pablo a los corintios. Letizia supo que su radiofónica y clara voz sería una apuesta segura que pondría el sello de su familia en un momento tan memorable de su vida.

El rincón de Asturias donde Menchu vivía fue el refugio para Letizia y Felipe en futuras ocasiones. Las visitas en verano, para recorrer rincones que habían visto crecer a la hoy Reina durante su infancia, fueron frecuentes, tal y como volvió a quedar constancia en agosto de 2005, cuando una Letizia embarazada de seis meses y medio compartió paseos y comidas familiares con su marido en Ribadesella.

Menchu ha estado presente en los episodios más destacados de la vida de su nieta. Cuando nació la primera hija de Felipe y Letizia, Leonor, el 31 de octubre de 2005, fue una de las primeras en acudir a la clínica Ruber, donde Letizia se encontraba ingresada. Lo hizo acompañada de Jesús Ortiz y Ana Togores. La sonrisa en el rostro de Menchu Álvarez era amplia. Su bisnieta había llegado al mundo y la emoción la invadía.

Dos meses y medio después, la pequeña era bautizada. Una vez más, Menchu fue una de las personas presentes en el evento y formó parte del posado oficial que tanto la familia real como los miembros más destacados de la familia de Letizia protagonizaron.

La misma situación se dio el 15 de julio de 2007, en el posado oficial de las dos familias tras el bautizo de la infanta Sofía.

El amor y la admiración de Menchu hacia su nieta se multiplicaron por tres al proyectarse también en sus bisnietas. Idéntica mirada de orgullo ha dedicado siempre tanto a doña Letizia como a Leonor y a Sofía al observarlas en momentos destacados de sus vidas. Así, en la comunión de Leonor, Menchu se erguía con satisfacción junto a don Juan Carlos al posar junto a su nieta y sus bisnietas ante la prensa.

También en la comunión de Sofía se mostró encantada mientras Letizia se mostraba muy cariñosa con ella, rodeándola en todo momento con su brazo mientras la miraba sonriente sin cesar.

En uno de los días más especiales para Letizia desde que se convirtió en Reina, cuando la princesa Leonor debutó en el teatro Campoamor de Oviedo presidiendo la entrega de los Premios Princesa de Asturias, Menchu estuvo, una vez más, apoyando a su nieta y a su bisnieta. Fue el 18 de octubre de 2019, cuando también quedó patente ante las cámaras que el amor mutuo que se profesaban ella y Letizia era el mismo que sentía por su nieta Telma. Esta última recibió a su abuela con un cariñoso y emotivo abrazo cuando Menchu Álvarez llegó al recinto y se dispuso a ocupar su asiento.

La reina Letizia y su abuela también han estado unidas en los momentos más difíciles. Juntas y muy pendientes la una de la otra se las pudo ver, con la tristeza marcada en sus rostros, en el funeral de José Luis Ortiz, marido de Menchu y abuelo de doña Letizia.

Si bien su voz resonó con claridad en vida, tanto ante los micrófonos como en la intimidad, cuando daba consejos a su nieta sin titubeos, Menchu Álvarez ha decidido marcharse de este mundo con total discreción, sin grandes pompas. Quiso un funeral íntimo, sin flores. Ya descansa junto a su marido y su hija Cristina en el camposanto de la localidad riosellana de El Carmen.