La infanta Elena se suma a las vacaciones de Cristina y los Urdangarin en Bidart

Son siempre un grupo grande y a veces es difícil saber quién es quién. Seguramente es uno de los alicientes para la infanta Elena, quien cada año se apunta unos días al plan de Bidart con su hermana, la infanta Cristina. Y este año están de celebración porque después de una ausencia de varios años, Iñaki Urdangarin ha vuelto a la playa con su familia.

Estos días, la prensa vasca ha seguido el rastro de los Urdangarin de Borbón y los fotografiaron el miércoles 12 mismo en una de las playas de esta localidad de la costa francesa. Iban con alguna de las hermanas de Iñaki, su mujer y su cuñada, además de algunos sobrinos, un grupo en el que se cuentan al menos ocho personas.

La familia suele bajar a la playa con sillas pero esta vez, prefirieron tumbarse sobre las toallas en la arena. Hay que tener en cuenta que es una zona muy apreciada para hacer surf, donde corre el viento y la arena fina puede llegar a ser molesta si uno está tumbado. Será cuestión de acostumbrarse, y las dos hermanas de Felipe VI están mas que habituadas a las playas de Bidart. Allí se ven cada año, desde hace décadas.

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Largas, de muchas olas, con zonas de poca profundidad, son perfectas para acudir con niños. La familia practica deportes acuáticos como el 'bodysurf', la modalidad más sencilla de surf, en la que se apoya el cuerpo entero en una tabla corta y se ‘vuela’ sobre las olas, muy codiciadas por estos lares. Los Urdangarin más mayores ya le dan a la tabla grande aunque en la jornada de las fotografía no hay rastro de ninguno de ellos.

También Palma

La infanta Elena siempre ha estado muy unida a la familia política de doña Cristina y los últimos acontecimientos familiares no han hecho más que unirlas más. Sobre todo desde la marcha de su padre al extranjero, algo que a ellas las preocupa por la distancia y la edad de don Juan Carlos. La infanta Elena visitá Mallorca en algún momento este verano, sobre todo a partir de estos días, que su hermano y su cuñada ya no están. Evitan encontrarse siempre que pueden.

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Quien también quería ir a Mallorca este verano es la infanta Cristina pero mientras Urdangarin esté con ella, permanecerá a su lado sea donde sea. Y estos días es en Bidart. Allí están tranquilos, saben que la prensa les busca pero esa es una carga de la que están acostumbrados.

Desde Emiratos

Por eso estos días las hermanas están tranquilas y en la playa se las ve de charla, ajenas a todo. Iñaki Urdangarin es el único que parece más pendiente de que haya medios y en alguna de las imágenes hasta parece que se da cuenta de que les están tomando fotografías. Relajadas, decíamos, la infanta Cristina hasta lució su bañador, algo que no suele hacer y se tumba con los pantalones puestos. Así es como la infanta Elena pasó el día en la playa, en shorts. La dos llevaban un sombrero idéntico lo que hacía a veces complejo diferenciarlas.

La infanta Elena llegó a Bidart después de pasar unos días con su padre en Emiratos Árabes. La hija mayor de los reyes eméritos aterrizaba en Madrid el jueves 5 de agosto. Y se quedará en Bidart unos días más. A diferencia de otros años, no obstante, ha viajado al norte sola, sin la compañía de alguno de sus hijos. Sabemos que Victoria de Marichalar ha estado en Marbella estos días, desde donde su novio, el dj Jorge Bárcenas, ha colgado imágenes de ellos con unos amigos en el Festival Starlite.

"Nada de lujo"

Mientras, doña Elena disfruta de la sencillez de las vacaciones en Bidart, donde los Urdangarin viven como una familia más, sin lujos ni ostentación. La vida en este enclave es tranquila y muy discreta, tal y como nos han comentado en más de una ocasión desde el círculo de la pareja. “No hay nada de lujo, que quede claro, son vacaciones muy sencillas, familiares, de casa y playa, sin complicaciones, la casa es muy pequeña y sencilla y son mucha gente, están todos siempre juntos… Vamos, que no son las típicas vacaciones con las que uno sueña”. A no ser, claro, que seas Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón.

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El matrimonio ha pasado un infierno y viven ahora de cara al futuro. Cuentan con el cariño de sus hijos, quienes no ahorran ni un gesto de amor hacia sus padres. En especial hacia Iñaki, a quien sus hijos adoran tal y como señalan siempre sus amigos. Ahora, decíamos, toca mirar hacia delante y ese camino pasa por Ginebra. La intención de Urdangarin es poder terminar su condena en la ciudad suiza, donde se instalaron en 2014 y de donde no pretenden moverse. Allí tienen una vida plácida y casi anónima, en una casa cuyo paradero la mayoría de medios desconocen, y con un trabajo, el de la infanta, que les permite llevar una vida sin aprietos.