Una 'Rasputín' en la corte de Mónaco: Charlène y su estrecha relación con una bruja
Mientras la princesa está recuperándose de una intervención quirúrgica, se la relaciona con Dawn Earl, una bruja numeróloga de la que no se separa
A lo largo de la historia, son muchos los miembros de la realeza que han caído en manos de brujos con la intención de recibir ayuda sobrenatural. Desde el famoso Rasputín, quien prometió a la última zarina curar a su hijo, Alexei, mientras se entrometía en los asuntos de Estado, a Greet Hofmans, una holandesa que aseguraba recibir mensajes del más allá y que embaucó a la reina Juliana de los Países Bajos, abuela del actual rey, prometiendo que podía curar la ceguera de su hija pequeña, la princesa Cristina. Y en un giro que nadie esperaba, y menos en estos momentos, Charlène de Mónaco ha sido relacionada con un personaje parecido a los mencionados.
La situación actual de la princesa ha sido puesta en entredicho en estos últimos meses. Desde febrero, Charlène se encuentra en Sudáfrica y aunque ella ha asegurado en incontables ocasiones que el motivo de su no regreso al principado se debe a problemas de salud, ya que sufre una infección en los oídos que le impide coger un avión, una afección de la que ha sido operada este mismo fin de semana, en una intervención con anestesia general de cuatro horas de duración, hay medios que siguen especulando con que el verdadero motivo de la estancia de Charlène en su país es otro.
La revista alemana 'Bunte' fue la primera en llevar a su portada la posible separación de Alberto y su esposa. Si bien, 'Paris Match', conocida por su buenísima relación con los Grimaldi, también ha llevado la historia en sus páginas. Y lo que más sorprende es que uno de sus periodistas, Stéphane Bern, presentador de radio y televisión y escritor franco-luxemburgués especializado en historia y familias reales europeas, ha ido un paso más allá, introduciendo en esta historia el nombre de Dawn Earl, quien según el periodista tiene que ver con la marcha de la princesa. “Charlène de Mónaco no toma la más mínima decisión sin el consejo de una adivina. La temida Dawn Earl es conocida por ser una profetisa sudafricana que sobrevivió a una secta australiana”, escribía en 'Paris Match'.
Aunque no existen fotografías de ella, ni siquiera información de su origen, el nombre de Dawn Earl está relacionado con Charlène desde al menos 2017. Ya ese año aparecía en el Boletín Oficial del Principado como acompañante de la princesa en un viaje que realizó a la India. "Consejera privada de la princesa", es el título que le otorgan en dicho documento oficial. Puestos en contacto con el palacio, no quieren dar ningún tipo de información sobre Dawn Earl. Tampoco periodistas de Mónaco consultados por este medio quieren pronunciarse.
Según aseguraba la revista 'Woman's Day' hace un tiempo, Charlène "ha dejado su futuro en manos en el esoterico estudio de los números, incluso llegando a implicar a Alberto. Antes de atender cualquier evento real, Charlène consulta a su númerologa, a veces en el último minuto, para decidir si va o no. Si los números no están alineados a su favor, Charlène simplemente no acude". Y es precisamente Dawn Earl quien ahora está junto a la princesa en Sudáfrica, lejos de ese "pueblo poblado por tiburones y víboras", forma con la que según 'Paris Match' catalogó Charlène el principado del que es princesa y que, de momento, no ha vuelto a pisar.
A lo largo de la historia, son muchos los miembros de la realeza que han caído en manos de brujos con la intención de recibir ayuda sobrenatural. Desde el famoso Rasputín, quien prometió a la última zarina curar a su hijo, Alexei, mientras se entrometía en los asuntos de Estado, a Greet Hofmans, una holandesa que aseguraba recibir mensajes del más allá y que embaucó a la reina Juliana de los Países Bajos, abuela del actual rey, prometiendo que podía curar la ceguera de su hija pequeña, la princesa Cristina. Y en un giro que nadie esperaba, y menos en estos momentos, Charlène de Mónaco ha sido relacionada con un personaje parecido a los mencionados.