La fiesta sorpresa de Beatriz de Orleans a la que no pudo asistir Jaime de Marichalar
Como ha ocurrido a lo largo y ancho del verano (y el último año) la celebración se tuvo que suspender por motivos relacionados con el covid
Cuando Jaime de Marichalar dejó de ser duque de Lugo y salió de la familia real, muchas amistades, que no lo eran, también le descolgaron de sus agendas sociales. Ya no interesaba. No era necesario adorar al santo (infanta Elena) por la peana, como dice el refrán. Él a su vez también hizo limpia y se quedó con su grupo de incondicionales entre los que se encuentra el joyero catalán Esteban Rabat y su familia, Cristina March, Anna Gamazo, Isaac Andic, las hijas del añorado Enrique Loewe y la princesa Beatriz de Orleans entre otras amistades con menos proyección mediática. Con algunos de ellos, como con el joyero Rabat, suele navegar todos los veranos.
Este año también se apuntó al plan marinero y se le pudo ver en Ibiza subiendo a la zodiac que le trasladaba al barco para comenzar la travesía. La imagen resultó llamativa porque iba vestido con chaqueta y corbata, un estilismo poco acorde para las temperaturas dela isla. La razón de esa vestimenta inusual en alta mar era que llegaba directamente de un vuelo de Madrid para embarcarse.
Una fiesta truncada
Beatriz de Orleans es una de sus grandes amigas. En tiempos de tormenta para el duque no solo le ha apoyado sino que no permitía que se criticara al exmarido de la infanta Elena en su presencia. Durante un tiempo hacer comentarios poco agradables sobre Marichalar era una práctica que Beatriz y otros personajes conocidos cortaban en seco.
Esta amistad hizo que el experto en moda interrumpiera sus vacaciones en alta mar para acudir a la fiesta sorpresa que los cinco hijos de Beatriz habían organizado el sábado 7 de agosto. Todos los asistentes habían recibido una invitación con un dibujo pintado por una de las nietas donde les informaban del lugar del encuentro fecha y hora. La organizadora del homenaje era Clotilde, la hija mayor, apoyada por sus hermanos Adelaide, Carlos Felipe y Francisco Carlos. El lugar elegido era su casa de Sotogrande y el motivo celebrar los 80 años de la madre. En realidad los cumplirá el próximo 24 de octubre, pero en esa fecha era más complicado juntar a todos.
Jaime de Marichalar era uno de los invitados que no dudó en viajar hasta Marbella para participar en el cumpleaños anticipado de su amiga. De lo que no se enteró fue de que la reunión se había cancelado por fuerza mayor. Uno de los convivientes de la familia había dado positivo y por lo tanto hubo que mantener las medidas sanitarias y guardar los diez días preceptivos. Cuando el padre de Froilán y Victoria se enteró, no tuvo más remedio que asumir las consecuencias que en este verano son más comunes de lo que parece. Jaime se marchó y ahora disfruta del resto del verano fuera de España con sus amistades. Habrá que esperar a octubre para festejar a Beatrice.
La princesa lo es por su matrimonio con Miguel de Orleans, uno de los once descendientes del conde de París y aristócrata por nacimiento al ser hija del conde Bruno Pasquier de Franclieu. Fue la imagen profesional y social de la Casa Dior en España durante más de cuatro décadas. Pasa temporadas largas en su casa de Marbella que fue también donde pasó en solitario el confinamiento por la pandemia.
Cuando Jaime de Marichalar dejó de ser duque de Lugo y salió de la familia real, muchas amistades, que no lo eran, también le descolgaron de sus agendas sociales. Ya no interesaba. No era necesario adorar al santo (infanta Elena) por la peana, como dice el refrán. Él a su vez también hizo limpia y se quedó con su grupo de incondicionales entre los que se encuentra el joyero catalán Esteban Rabat y su familia, Cristina March, Anna Gamazo, Isaac Andic, las hijas del añorado Enrique Loewe y la princesa Beatriz de Orleans entre otras amistades con menos proyección mediática. Con algunos de ellos, como con el joyero Rabat, suele navegar todos los veranos.