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Federico de Dinamarca, el príncipe que susurraba... a los atunes
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PESCADOR IMPROVISADO

Federico de Dinamarca, el príncipe que susurraba... a los atunes

El heredero danés ha protagonizado unas curiosas imágenes hoy al participar en un acto para celebrar y apoyar la vuelta del atún rojo al mar del Norte

Foto: Federico de Dinamarca, con un atún en Skagen. (EFE)
Federico de Dinamarca, con un atún en Skagen. (EFE)

De no haber tenido el destino escrito desde su nacimiento, es muy probable que el príncipe Federico de Dinamarca se hubiera dedicado a alguna actividad relacionada con el deporte y el aire libre. Es en este tipo de actos donde luce una sonrisa más franca y un gesto más abierto. Este verano, lamentaba haber dejado de ser miembro activo del COI, un "capítulo importante" de su vida, aunque ha seguido con auténtica pasión los Juegos Olímpicos, esta vez desde la pantalla. El último acto en el que ha participado el heredero danés es un buen ejemplo de ese amor por las actividades que mezclan su papel institucional con ese punto aventurero que siempre tuvo, y además nos ha dejado unas curiosas imágenes.

Federico de Dinamarca y el ministro de Agricultura y Pesca se embarcaron en Skagen para registrar y marcar el atún rojo en el mar del Norte. Se trataba de celebrar el regreso del legendario animal a latitudes danesas, unas aguas que dejó de surcar hace tiempo y a las que ha vuelto recientemente. Con su presencia, el príncipe y el ministro han querido apoyar la labor de los científicos que están investigando el regreso de la mítica especie al mar de Dinamarca. Un atún puede pesar varios cientos de kilos y la especie vagó hace tiempo por aguas danesas, pero en la década de 1960, el atún desapareció sin que los expertos supieran la causa.

placeholder El príncipe observa cómo marcan a un ejemplar de atún. (EFE)
El príncipe observa cómo marcan a un ejemplar de atún. (EFE)

En los últimos años ha regresado y ahora los investigadores están tratando de averiguar por qué el atún ha vuelto a elegir las latitudes danesas. Es una noticia "fantástica". "Ahora debemos asegurarnos de preservar la población de atún recopilando el mayor conocimiento posible sobre sus movimientos", ha dicho el ministro Prehn en un comunicado de prensa.

El heredero ha podido tocar a uno de estos ejemplares y comprobar cómo se les marca y se sigue sus pasos. En un momento dado, Federico de Dinamarca se ha metido en el agua y ha compartido unos minutos con uno de estos atunes, siempre orientado por los investigadores que en esta época del año trabajan en el mar para estudiar cómo aumenta la población.

placeholder Federico de Dinamarca, introduciendo el equipo de seguimiento al animal. (EFE)
Federico de Dinamarca, introduciendo el equipo de seguimiento al animal. (EFE)

Antes de participar en esta excursión científica, el ministro de Agricultura y Pesca danés ha hablado con la prensa para trasladarles la importancia de que el stock de atún "vuelva a un nivel saludable". "Tengo muchas ganas de escuchar a los investigadores y ser más sabio sobre el regreso del atún. Y luego cruzo los dedos para que los dos [el príncipe y él] podamos verlos saltar y verlos de cerca", dijo Prehn.

Pues bien, no solo han tenido la suerte de verlos, sino que ambos han estado muy cerca de uno de estos ejemplares, al que han podido marcar con un transmisor que permite seguir su ruta. Una vez que los científicos equiparon a los peces con el equipo tecnológico, le han devuelto al mar.

El número de atunes registrados en aguas danesas aumenta cada año desde que los investigadores han puesto en marcha la campaña de seguimiento. En 2017, se marcaron cuatro atunes y, para 2020 el número de atunes marcados había aumentado a 116. El ministro celebró recientemente un acuerdo de trueque con España, que permite a los pescadores daneses capturar cinco toneladas de atún. España, en cambio, recibe una cuota de 35 toneladas de caballa de Dinamarca.

Esta no es la única imagen veraniega y fresca que ha compartido este verano Federico de Dinamarca en su agenda oficial últimamente. El 21 de agosto, el príncipe participó en una competición de vela en la bahía de Aarhus.

De no haber tenido el destino escrito desde su nacimiento, es muy probable que el príncipe Federico de Dinamarca se hubiera dedicado a alguna actividad relacionada con el deporte y el aire libre. Es en este tipo de actos donde luce una sonrisa más franca y un gesto más abierto. Este verano, lamentaba haber dejado de ser miembro activo del COI, un "capítulo importante" de su vida, aunque ha seguido con auténtica pasión los Juegos Olímpicos, esta vez desde la pantalla. El último acto en el que ha participado el heredero danés es un buen ejemplo de ese amor por las actividades que mezclan su papel institucional con ese punto aventurero que siempre tuvo, y además nos ha dejado unas curiosas imágenes.

Federico de Dinamarca