Las 8 novias reales de Valentino: de Anunciata de Liechtenstein a Máxima de Holanda

El Valentino de alta costura que la princesa Anunciata de Liechtenstein eligió este fin de semana para su boda en Viena con Emanuele Musini ha causado sensación. Confeccionado especialmente para ella, de cuerpo liso, escote redondo y con unas grandes mangas abullonadas, el diseño convertía a la novia en una auténtica princesa de cuento de hadas. Si a eso le sumamos la tiara Fringe de la familia, el resultado es un look nupcial de 10.

Y es que confiar en Valentino siempre es sinónimo de acierto, y si no que se lo pregunten a las otras siete novias de la realeza que han confiado en el buen hacer del diseñador.

Sibilla de Luxemburgo, la pionera

La primera mujer de la realeza en confiar en la aguja de Valentino para su gran día fue Sibilla Weiller y Torlonia. Aunque muchos no la conozcan, ella es bisnieta de Alfonso XIII y, además, está casada con el príncipe Guillermo de Luxemburgo. Para su boda en 1994, eligió un diseño con cuerpo de formando un corsé, con dos filas de botones cubiertos de seda, mangas de encaje y falda globo.

Marie-Chantal y su icónico vestido

La multimillonaria esposa del príncipe Pablo de Grecia no lo dudó ni un segundo y quiso que su vestido lo firmara el gran Valentino. Sin duda fue una buena elección, pues su traje se ha convertido en un gran referente de los vestidos de novia de la época. La pieza, confeccionada en seda, encajes, drapeados y tul, requirió la mano de obra de 25 costureros durante más de cuatro meses

Máxima, la novia más guapa de la realeza

Viendo el gran resultado de la princesa griega, Máxima de Holanda siguió sus pasos y escogió también a Valentino Garavani, quien se ha convertido en uno de los imprescindibles de su armario. El vestido, de manga larga, ligero escote redondeado y aplicaciones de encaje en ambos lados de la falda, contaba con cinco metros de cola y fue realizado con micado blanco anacarado. Gracias a este vestido, la argentina se ganó el título de la novia más guapa de la realeza.

La hija de los reyes de Suecia escogió para su enlace con Chris O'Neill un diseño de organza en seda plisada con encaje de Chantilly. La parte superior estaba realizada en encaje con escote barco por la parte delantera y en uve en la espalda. Un vestido con el que se convirtió en una auténtica princesa de cuento de hadas.

Tatiana Santo Domingo, ni rastro del estilo hippy-chic

Otra que se decantó por la firma Valentino fue Tatiana Santo Domingo, rara elección si nos fijamos en su estilo hippy-chic. En su boda civil, celebrada en Mónaco a finales de agosto del 2013, la joven se decantó por un sencillo vestido de Missoni. No obstante, para la ceremonia religiosa, que tuvo lugar en la elitista estación de esquí de Gstaad (Suiza), la mujer de Andrea Casiraghi tiró la casa por la ventana y se enfundó un romántico vestido en seda y encaje con capa de cashmere y capucha XL que encajaba a la perfección con la espectacular tiara Fringe perteneciente a los Grimaldi.

Elisabetta Rosboch, romanticismo en estado puro

También Elisabetta Rosboch, la esposa del príncipe Amadeo de Bélgica, sobrino del rey Felipe, confió en la aguja de esta firma. La joven periodista puso el broche de oro a su romántica boda italiana con un vestido de encaje cerrado hasta el cuello con transparencias que dejaban apreciar un escote palabra de honor y una cola de cinco metros.

Beatrice Borromeo y su amistad con Valentino

Para su boda civil con Pierre Casiraghi, la periodista italiana eligió a la firma Valentino para que crease su vestido. Existe una estrechísima relación entre la maison y la familia Borromeo, tanto de amistad como empresarial. Y es que el grupo textil Marzotto, propiedad de los abuelos maternos de Beatrice, es accionista de la firma italiana, así que todo queda en casa. La flamante esposa de Pierre se decantó por un bucólico vestido rosa pálido con capa en chifón y bordados florales creado por Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli, directores creativos de Valentino.