Meghan y Harry no fueron a la gala MET: Lady Di, Carlota y Rania sí lo hicieron

Era uno de los grandes rumores previos a la gala MET, que se celebraba anoche en Nueva York, y no hubiera sido extraño... Al fin y al cabo, el príncipe Harry y Meghan llevan una vida propia de celebrities más que de royals. Y, por otra parte, no hubiera sido la primera vez (ni la última) que un miembro de una Casa Real acude a un evento de estas características. Sin embargo, nuestro gozo quedó en un pozo... No acudieron.

Pionera en este sentido fue Diana de Gales, madre del príncipe, que acudió a la gala en 1996 con un vestido lencero de Galiano que fue comentadísimo en la época; no en vano se había divorciado del príncipe Carlos y su popularidad estaba disparada. En aquel entonces tenía la opinión pública dividida y se había convertido en un quebradero de cabeza para Isabel II, de igual manera que lo son ahora su nieto, supuestamente favorito, y su mujer, la que fuera protagonista de la serie 'Suits'.

No es la única de la familia real británica que ha acudido a este esperadísimo acontecimiento, ya que la princesa Beatriz asistió con un también muy cuestionado vestido de Alba Ferretti de 2018, poco antes de la boda de su primo Harry. Tanto ella como su hermana Eugenia han sido objeto de durísimas críticas por parte de los tabloides británicos, especialmente en lo que se refiere a cuestiones de estilo, pero tras sus respectivas bodas han bajado el diapasón y, si se nos permite la figura retórica, las están dejando respirar, quizás porque ahora su objetivo más directo son los Sussex, con quienes mantienen una guerra abierta.

En dos ocasiones ha acudido también a la MET Carlota Casiraghi, epítome de la elegancia, al igual que su madre, Carolina de Mónaco, de quien parece haber heredado no solo la belleza, como es evidente hasta en su parecido físico, sino también su intuición a la hora de elegir siempre el estilismo adecuado a cada ocasión.

Carlota, felizmente casada con el productor cinematográfico Dimitri Rassam, se atrevía en 2016 a posar con dos grandes estrellas de Hollywood y también, ojo, icónicas por su estilo, Dakota Johnson, hija de Melanie Griffith y Don Johnson y ya una actriz consolidada, y Jared Leto, quien además de brillar como actor triunfa también con su banda, 30 Seconds to Mars, que comenzó su andadura en 1998 y ha conseguido mantener su éxito vigente hasta la actualidad.

Ese mismo año tenía una dura rival royal en la alfombra roja, la reina Rania, impactante con un vestido de plumas de Valentino, que ha quedado ya como uno de sus trajes más icónicos.

La nieta de la recordada Grace Kelly volvería a la MET en 2018 con un vestido más impactante si cabe, un Saint Laurent asimétrico con unas botas de plataforma difíciles de defender, que ella llevaba con la naturalidad de quien sabe que cualquier cosa le quedará bien y no estará fuera de lugar. De nuevo, optó por esta firma ya que colabora con ellos. Y ahora que está vinculada a Chanel nos permitimos soñar despiertos con su reaparición.

No podemos perder de vista que su cuñada, Beatrice Borromeo, mujer de Pierre Casiraghi, ya había comparecido en la gala cuatro años antes con un modelo de Valentino, en la que coincidió, entre otras, con Elisabeth von Thurn und Taxis. Y también en 2006 había acudido con su estilo boho-chic tan característico su cuñada Tatiana Santo Domingo con su hermano, Andrea Casiraghi.