La reina Letizia, "más a gusto que nunca", enamora "entre risas" a su antigua facultad

Nervios, emoción, ansia, revuelo… Primera hora de la mañana y el clásico edificio de hormigón de la Universidad Complutense parecía poder expresar en sus paredes grises la ilusión que sentían en esos momentos todos los que lo habitan día tras día. A pesar de conocer las restricciones de seguridad y el aforo reducido, todos deseaban ver a la Reina de cerca, romper la barrera de un mito. Algunos alumnos decidían acudir al exterior de la facultad, a pesar de no tener clase, para dar una cálida bienvenida a Letizia y cantarle el 'cumpleaños feliz', un día antes de sus 49.

“Los recuerdos nos emocionan cuando nadie nos ve”, decía Serrat, y la Reina parecía tener claro a lo que se enfrentaba. “Venir cada día durante 5 años deja huella, sabía lo que me iba a pasar”, comentaba durante su discurso. Sin embargo, los asistentes no tuvieron que esperar a oír sus palabras para notar su enorme emoción. “Desde que ha entrado por la puerta del edificio sus ojos brillaban de una manera especial; ha sido un momento mágico -nos comentan algunos alumnos y docentes-, ha saludado uno a uno a los asistentes".

“Si algo nos define es nuestra profesión”, nos confesaba Andrés Ballesteros, fotógrafo de la agencia EFE. Letizia ha vuelto a su infancia, ha recuperado el corazón de aquella niña que soñaba con ser periodista con tan solo 12 años. Las vivencias y recuerdos de aquella joven estudiante han avivado sus sentimientos más naifs y profundos, plasmados en una constante sonrisa. "Estaba más a gusto que nunca", les confesaba un guardia real a algunos docentes y parece haberse notado. "Me ha encantado la Reina, ha sido estupenda", confiesa Cristóbal Fernández, el vicedecano de Estudiantes y Comunicación.

“Su puntual regreso a nuestra facultad significa una vuelta momentánea a su antigua vida, como la profesional que fue y que en su interior sigue siendo”, contaba una alumna. La relación de Letizia y el periodismo es una cuestión de cuna. Su padre y su abuela paterna fueron algunos de los profesionales de la comunicación más importantes de Asturias, debido a su trabajo en los inicios de la radio después del franquismo.

“Desde pequeña corría por sus venas la noticia, creció entre micrófonos, bandas sonoras de radio…”, explicaba el rector de la Universidad Complutense, Joaquín Goyache. Son 26 años los que han tenido que pasar para que la Reina regrese al lugar que asentó los pilares de quien es como persona y la vio dar sus primeros pasos profesionales. Admiración y respeto ha mostrado por todo el resto de premiados como alumnos de honor. "Ha estado muy cómplice con sus compañeros de profesión, compartiendo risas con Vicente Vallés o Pepa Bueno", nos cuentan los asistentes.

“Sirve de ejemplo para los alumnos de la universidad”, nos comentaban alguno de sus docentes y, sin lugar a duda, así lo perciben ellos. La Reina se ha convertido en un icono para los estudiantes de la facultad, en un referente a través del que soñar y sentir que pueden llegar donde se propongan.

La música e imágenes clásicas invadían la velada e inundaban el salón de actos de la facultad con un ambiente nostálgico. Numerosos exalumnos lanzaban emotivos mensajes sobre su paso por la universidad, y Letizia no podía parar de asentir con la cabeza en señal de acuerdo y empatía; tampoco pudo contener su carcajada al ver aparecer a Mario Vaquerizo en pantalla desde el salón de su casa.

Posteriormente era ella la que le dedicaba unas palabras “a la que fue, es y será su casa”, según el vicedecano de Estudiantes y Comunicación, y hacía reír a todos los asistentes con sus anécdotas y experiencias. “Me acuerdo que un catedrático me dijo en una clase: 'Ortiz, mire yo no sé lo que va a ser de su vida, pero a pesada no tiene rival”.

En el salón de actos se respiraba felicidad, nadie podía dejar de mirarla, de escucharla, de sentir el orgullo que transmitía con sus palabras. “Al terminar su discurso han existido unas centésimas de silencio entre los ecos de las risas, que han culminado en una marea de aplausos y alguna que otra lágrima”, nos confiesa un asistente.

A pesar de lo bello del acontecimiento, aún reside la tristeza en esos tantos y tantos alumnos a los que les hubiese encantado poder asistir al acto y han tenido que conformarse con ver de nuevo a Su Majestad la Reina a través de una pantalla, como ya se encuentran acostumbrados. Aun así, les queda el alivio de sentirse escuchados y valorados, ya que doña Letizia ha atendido a los miembros de la Junta de estudiantes de la Facultad.