Meghan y Harry, royals de alfombra roja en NY: la comentada imagen con sus escoltas

No podíamos esperar que la reaparición del príncipe Harry y Meghan Markle en Nueva York no fuera criticada. Los duques de Sussex suelen generar división de opiniones: son tan admirados como criticados (por no decir odiados, que en ocasiones también). Así que estaba claro que su tour neoyorquino iba a traer cola. Todo lo que han hecho, especialmente ella, se ha comentado, principalmente para mal: desde la elección de vestuario de Meghan -ahora veremos por qué- hasta una comentada imagen de la pareja junto a varios escoltas, completamente metidos en su papel de celebrities al estilo alfombra roja.

Los Sussex tuvieron dos citas en su agenda este jueves. Por la mañana visitaban el One World Trade Center, un memorial que honra a las más de 3.000 víctimas que murieron en los ataques terroristas del 11-S. Horas más tarde, se reunían con la embajadora de Estados Unidos en las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield. Para ambos encuentros, Meghan Markle optó por looks muy sobrios: pantalones, jersey de cuello vuelto y abrigo negro para el primero; el mismo jersey pero con falda lápiz en color negro y abrigo en color camel para el segundo, al que añadió un portátil para que se viera que ha ido a Nueva York a trabajar.

Y uno y otro look no tardaron en ser carne de ironías y chistes. Porque la temperatura en Nueva York este jueves era de unos 27 grados, a los que hay que añadir el alto porcentaje de humedad de la ciudad, además de la contaminación y el tráfico. Elementos que hacían poco necesario un cuello vuelto y, mucho menos, un abrigo de lana. Algo de lo que rápidamente se hacían eco las redes y numerosos portales británicos, siempre al acecho de cualquier detalle, gesto o palabra de Meghan Markle a los que se pueda sacar punta o, como en este caso, el sentido del humor.

Pero si hay una imagen de los Sussex que ha hecho correr ríos de tinta ha sido una en la que aparecen rodeados de sus guardaespaldas, todos trajeados y bien fornidos, atentos protegiendo a la pareja por todos los flancos cuando salían del 50 United Nations Plaza, el emblemático edificio donde tuvo lugar su encuentro con la embajadora. Y lo cierto es que, observándolo en vídeo, cuesta creer que los que salían por la puerta principal fueran el príncipe Harry y Meghan Markle y no la mismísima Isabel II o hasta el presidente de los Estados Unidos.

Y es que para muchos la pareja no es consecuente con lo que predican. Porque, además del personal de seguridad, también les acompaña una buena comitiva de vehículos, todos con cristales tintados y todoterreno. Y eso, quieran o no, es más dióxido de carbono a la atmósfera, lo que no cuadra con la defensa que siempre hacen del medioambiente. Algo que nos recuerda mucho al verano de 2019, cuando sus diferentes viajes en aviones privados les pusieron en el punto de mira e hicieron que protagonizaran titulares en los que la palabra 'hipócritas' solía ir junto a su nombre.

Tampoco los comentarios sobre su equipo de seguridad son nuevos, ya que han ha sido motivo de debate desde el Megxit por varios motivos. Hubo medios británicos que afirmaron que su seguridad en Estados Unidos, donde habían contratado a una empresa privada para protegerles, correría a cargo del príncipe Carlos, puesto que la pareja había echado cuentas y no podía hacer frente a los más de cuatro millones de euros anuales que les costaba. Por otro lado, también Donald Trump llegó a intervenir en este asunto, cuando hizo unas declaraciones públicas en Twitter asegurando que el Gobierno no se habría cargo de los gastos, sino que debían pagarlo ellos. Y la respuesta no se hizo esperar, ya que no tardó en emitirse un comunicado que afirmaba que su seguridad se había sufragado con fondos privados.

Fondos pagados por su cuenta corriente o la del príncipe Carlos, queda claro que están empezando a amortizarlos. Es su primer acto conjunto y público tras el Megxit y se vaticina también el primero de muchos. Así que parece que nos vamos a tener que acostumbrar a verlos rodeados de escoltas y de coches, aunque eso suponga generar ciertas críticas.