Invitados royals y homenaje a Marie de Liechtenstein: la boda de la princesa Astrid
La tercera boda real del fin de semana ha sido la de Astrid de Liechtenstein, que ha dado el 'sí quiero' al empresario Ralph Worthington en la Catedral de Ortebello
Tercera boda real del fin de semana. Tras la del Gran Duque Jorge de Rusia y Rebecca Bettarini, el viernes, y la de Jaime de Borbón-Dos Sicilias y Charlotte Lindesay-Bethune, este sábado por la mañana, ha llegado el momento de los otros novios royals, la princesa Astrid de Liechtenstein y su ya marido, Ralph Wonthington. Y como en la boda de los duques de Noto, también han escogido Italia para celebrar su gran día, concretamente la catedral de Ortebello, en la Toscana italiana, que se ha engalanado para ser testigo de su unión.
El enlace ha tenido lugar a media tarde. Los invitados -algunos de diferentes casas reales europeas, como ya sucedió en la boda de Annunciata de Liechtenstein, hermana de la novia- iban llegando a cuentagotas hasta el templo.
Minutos antes de la ceremonia hacía su aparición el novio, con chaqué, chaleco en beige y corbata en un tono verde.
Pero lógicamente, el look más esperado era el de la novia, que se desvelaba poco después, cuando Astrid llegaba a la catedral del brazo de su padre, Nicolás de Liechtenstein, que ha vuelto a ejercer de padrino tras llevar al altar a su hija Anunciata hace pocas semanas.
Y desde luego, no podemos negar que el vestido de Astrid era más que original. Llevaba manga francesa y escote en uve tanto en la parte delantera como en la parte trasera. Pero si algo destacaba de él, eran los bordados que formaban líneas entrecruzadas y figuras geométricas a lo largo de todo el diseño.
Gran protagonismo también para la cola, que tenían que llevar dos de las invitadas para facilitar a Astrid el que pudiera caminar sin mucha dificultad. Y si la cola era larga, no se ha quedado corto el velo, de varios metros también y prendido desde la tiara, ese elemento que no puede faltar en toda boda royal.
A diferencia de su hermana Anunciata, que se decantó por la tiara de los Habsburgo, Astrid ha elegido la Tiara Madreselva de Kinsky, también una de las más importantes de la familia real de Liechtenstein. La pieza, realizada en diamantes engastados en oro y plata, pertenecía a la princesa Marie de Liechtenstein, fallecida hace poco más de un mes, por lo que se ha convertido en el mejor homenaje de Astrid a su tía abuela.
La tiara ha estado presente en numerosas bodas de la familia: fue lucida tanto por la princesa Tatiana, hija del actual soberano, como por la princesa Angela para su boda con el príncipe Maximiliano, además de por la princesa heredera Sophie.
Princess Marie-Astrid of Liechtenstein and Raphael Worthington exiting Orbetello Cathedral after they wedding ceremony just now! 🤍
— CoutureAndRoyals (@CoutureRoyals) September 25, 2021
Congratulations 🥳 pic.twitter.com/pJkmxv6Bvb
Tras la ceremonia, un aplauso de todos los invitados recibían a los recién casados a las puertas de la Catedral de Ortebello. Astrid se mostraba muy tímida y era su ya marido quien tomaba la iniciativa para darle un casto beso en la mejilla y sellar así su unión ante sus amigos y familia.
Entre los asistentes, además de parte de la Casa Real de Liechtenstein, no ha faltado gran parte de la familia ducal de Luxemburgo o Sofia de Habsburgo, conocida como la diseñadora de bolsos de los royals.
Muy felices se pudo var a Margarita de Luxemburgo, madre de la novia, junto a su hija Anunciata de Liechtenstein y su marido, Emanuele Musini.
Y es que no podemos olvidar que la princesa Astrid está emparentada nada menos que con tres casas reales europeas. Su padre, el príncipe Nicolás, es sobrino del actual soberano de Liechtensein, Hans Adam, y su madre es la princesa Margarita, hermana del Gran Duque Henri de Luxemburgo. Además, también tiene parentesco con la Casa Real belga, ya que su abuela materna era Josefina Carlota, gran duquesa de Luxemburgo y princesa de Bélgica, ya que era hija del rey Leopoldo III y, por tanto, hermana de Balduino y Alberto, los anteriores monarcas de los belgas.
Así, tampoco faltaron Estefanía de Luxemburgo, Christian de Habsburgo y Marie-Astrid de Luxemburgo, entre otros.
Otros invitados ilustres fueron la la princesa Mafalda von Hesse o unos detacadísimos Christian de Hanover, Alessandra de Osma, la princesa Ekaterina de Hanover y Chantal Hochuli.
La especialista en moda Inés de Cominge, casada con François du Chastel, tampoco quiso faltar a esta cita.
Tercera boda real del fin de semana. Tras la del Gran Duque Jorge de Rusia y Rebecca Bettarini, el viernes, y la de Jaime de Borbón-Dos Sicilias y Charlotte Lindesay-Bethune, este sábado por la mañana, ha llegado el momento de los otros novios royals, la princesa Astrid de Liechtenstein y su ya marido, Ralph Wonthington. Y como en la boda de los duques de Noto, también han escogido Italia para celebrar su gran día, concretamente la catedral de Ortebello, en la Toscana italiana, que se ha engalanado para ser testigo de su unión.