Tres días de celebración, casas reales y doña Sofía: así será la boda de Philippos de Grecia

Queda apenas una semana para que el hijo de los reyes Constantino y Ana María de otra vez el 'sí, quiero', esta vez con una gran celebración, esa que la pandemia le impidió hacer el pasado diciembre, cuando contrajo matrimonio con Nina Flohr en una ceremonia civil en Saint Moritz. La pareja podrá, por fin, desquitarse y la boda de Philippos de Grecia, el próximo sábado 23 de octubre, tendrá nada menos que tres días de celebración, con la presencia de varias casas reales y de doña Sofía y la infanta Elena, tal y como adelantaba la edición digital de '¡Hola!'.

Se espera que los invitados vayan llegando a la capital griega desde el jueves de la semana que viene, puesto que el viernes -coincidiendo con la entrega de los Premios Princesa de Asturias, casualmente- ya empieza la acción. Esa noche, Philippos y Nina celebrarán una fiesta en el lago Vouliagmeni, un precioso enclave situado 25 kilómetros al sur de Atenas. Esta es, precisamente, la cita que seguramente tendrá que perderse la reina Sofía, puesto que se la espera en el teatro Campoamor de Oviedo para asistir a la ceremonia de entrega de galardones.

El día grande será el sábado 23, cuando tendrá lugar la ceremonia religiosa. Eso sí, los invitados tendrán tiempo de recuperarse de la fiesta de la víspera y de acicalarse para la ocasión, ya que la ceremonia está prevista para las 5 de la tarde. Será en la catedral de la Anunciación de Santa María de Atenas, un escenario más que significativo para la familia griega, puesto que es el mismo lugar que vio casarse a los reyes Juan Carlos y Sofía -entonces príncipes- en 1962 o, dos años después, a los padres del novio, los reyes Constantino y Ana María.

Pero las celebraciones no se acaban el sábado con el banquete nupcial. Tal y como apuntan los medios griegos, el rey Constantino ofrecerá una comida a los miembros de las casas reales que asistan en el Club Náutico del Pireo, también en la capital griega. Como decíamos, ya se ha confirmado la asistencia de la reina Sofía y la infanta Elena, pero se espera también a la infanta Cristina, que asistió a la ceremonia civil en Saint Moritz. Se da por segura la presencia de la familia real danesa, así como miembros de la casa búlgara o de los Windsor, tanto por la relación familiar como de estrecha amistad que mantienen desde hace años.

Este enlace será, desde luego, muy diferente tanto a la ceremonia civil con la que Philippos y Nina sa casaron por primera vez como a la anterior boda en el seno de la familia griega, la de Nicolás y Tatiana, tanto por la forma de celebrarlo como por los invitados. De momento, la fotografía de la familia real española que se dio entonces ha cambiado al completo. En aquella ocasión, la reina Sofía estuvo acompañada por sus tres hijos, quienes escenificaron su buena relación posando juntos, incluyendo a Letizia e Iñaki Urdangarin.

Ahora no solo la presencia de Felipe y Letizia está descartada al coincidir con la entrega de los Premios Princesa de Asturias, sino que, en el caso de que asistieran, tampoco es muy factible que esa imagen se repitiera.

Evidentemente, quedan aún algunas dudas en el aire, principalmente dos, que no se resolverán hasta las cinco de la tarde del sábado 23 de octubre. Una, el vestido de la novia y si, como hizo en su enlace civil, escogerá un diseño de Chanel para el gran día. Y dos, si el rey Juan Carlos, invitado por ser familia y padrino del novio, finalmente asistirá.

Buenas noticias de Constantino

Y ya con la cuenta atrás en marcha, la familia tiene otro motivo de celebración, puesto que el rey Constantino ha recibido ya la tercera dosis de la vacuna contra el covid. Este mismo jueves, el hermano de doña Sofía llegaba hasta un hospital en la localidad de Nauplia, acompañado de dos personas de confianza y la reina Ana María. Aunque en silla de ruedas, se le veía con muy buen aspecto y sonriente, quizá porque no queda nada para disfrutar de la boda de su hijo pequeño y, por fin, de un reencuentro con las casas reales europeas tan esperado por él.

Si su estado de salud y sus problemas de movilidad no le impidieron ser testigo en el enlace civil de su hijo el pasado diciembre en Saint Moritz, no habrá nada que le impida disfrutar al máximo de los tres días de celebración que se esperan para la boda de Philippos de Grecia, en la que se volverá a vivir el ambiente de las grandes bodas reales.