Estas son las joyas de Lady Di que heredará la princesa Charlotte

Quedan varios años, quizá décadas, pero habrá un día en el que veamos a las nietas de Diana de Gales lucir algunas de las piezas más preciadas del joyero que dejó la princesa. Y parece, según las informaciones obtenidas por 'The Mirror', que algunas de ellas, quizá las más significativas, ya tienen nombres y apellidos. Porque hay muchas joyas de Lady Di que heredará la princesa Charlotte, la hija de los duques de Cambridge. Y entre ellas se encuentra una de las más icónicas, que Diana lució el día que cambió su vida.

Hablamos de la tiara Spencer, la que escogió para dar el 'sí, quiero' al príncipe Carlos en la catedral de St. Paul. A diferencia de Meghan Markle y Kate Middleton, que sí escogieron tiaras del joyero de los Windsor para su gran día, Diana prefirió llevar una perteneciente a su familia. Fue el regalo que su bisabuela, Lady Sarah Spencer, hizo a su abuela, Lady Cynthia Hamilton, por su matrimonio con el vizconde Althorp. Es quizá la joya más emblemática de la familia y también fue la que escogieron las dos hermanas de la Princesa de Gales para sus respectivos enlaces.

Pues bien, parece que esa tiara será para la princesa Charlotte algún día, según recoge el citado periódico de fuentes familiares. Afirman que, aunque Charles Spencer, hermano de Diana, tiene varios hijos, ha acordado con el príncipe Guillermo que esa reliquia familiar será para la nieta mayor de la princesa de Gales, que no es otra que la única hija de los duques de Cambridge. Actualmente, la tiara se encuentra en Althorp House, la propiedad de la familia Spencer y donde la propia Diana pasó su infancia y juventud -hasta que salió de ella para casarse con el príncipe Carlos-, además de ser enterrada en 1997.

La misma información recoge que hay otra joya de incalculable valor que también irá a las manos de Charlotte cuando tenga edad suficiente, aunque no se ha detallado cuál es concretamente. De momento, nos podemos hacer una idea de las que son más factibles para pasar a su joyero en un futuro, ya que muchas de las piezas que pertenecían a Diana se repartieron entre sus hijos, por lo que en unos años serán sus cinco nietos los que tengan acceso a esas piezas, actualmente lucidas por Kate Middleton y Meghan Markle.

Así, la única hija de los duques de Cambridge podría heredar algunas de las joyas que pertenecieron a Lady Di y que hoy están en el palacio de Kensington. Hablamos, por ejemplo, de unos pendientes de diamantes y zafiros que van a juego con su anillo de compromiso y que le regaló el príncipe heredero de Arabia Saudita por su boda, de la gargantilla de perlas o la pulsera de las mismas piedras preciosas de Nigel Milne o de los pendientes Mar del Sur, que se han etiquetado en muchas ocasiones como los favoritos de Diana.

Mención aparte merece el citado anillo de compromiso que el príncipe Carlos le entregó a una jovencísima Diana en 1981 y que, casi tres décadas después, llegaba a las manos de Kate Middleton. Y lo dejamos a un lado porque, aunque pertenece hoy en día a la duquesa de Cambridge, lo habitual sería que uno de sus dos hijos varones, George o Louis, se lo entregara a su prometida el día de mañana y no se lo quedara su hermana Charlotte. Y está casi descartado que sea la joya de "incalculable valor" a la que se refiere la información, puesto que es una pieza de catálogo, que incluso hoy día se puede comprar.

Pero es que, además de las joyas que eran propiedad de Diana, también están esas que pertenecen al joyero real y a las que Charlotte tendrá acceso cuando tenga la edad suficiente, ya que en un futuro su padre será quien ocupe el trono y de quien dependa la gestión de las históricas y valiosas joyas de los Windsor. Una de las que más rápidamente relacionamos con la princesa Diana es la tiara Cambridge Lover´s Knot, que fue un regalo de la reina Isabel II para su nuera, pero que regresó al joyero real tras su divorcio del príncipe Carlos.

Hoy es precisamente Kate Middleton la que ha lucido en más ocasiones esta corona. Creada en 1913 por encargo de María de Teck, abuela de la actual monarca, tiene 19 arcos abiertos con diamantes talla brillante y 38 perlas en forma de gota. Si a eso le añadimos que era una de las favoritas de Diana -aunque llegó a confesar que por su peso le producía dolor de cabeza-, su valor económico e histórico sí puede ser incalculable, convirtiéndola en una de las candidatas a ser esa otra pieza tan valiosa, además de la tiara Spencer, que algún día podrá tener en sus manos la princesa Charlotte.