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5 parejas royal que no funcionaron a pesar de tenerlo todo a su favor
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El amor no siempre lo puede todo

5 parejas royal que no funcionaron a pesar de tenerlo todo a su favor

Las historias de amor no siempre tienen un final feliz, por eso hemos seleccionado algunas entre la realeza que sobre el papel parecían perfectas pero que terminaron en ruptura

Foto: Boda de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés. (Cordon Press)
Boda de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés. (Cordon Press)

El amor es caprichoso y en ocasiones no es suficiente para hacer que una pareja funcione y ambas partes sean felices. Sea porque la vida les lleve por diferentes caminos y acabe separándoles, porque una persona diferente se cruce en su vida o porque el amor dé paso a una amistad; existen muchas razones para una ruptura. Así, hay muchos motivos por los que estas parejas reales finalizaron lo que parecían perfectas historias de amor.

Aunque tenemos muchos ejemplos de historias de amor que a pesar de sus comienzos inciertos se han convertido en sólidas y duraderas, también tenemos ejemplos de todo lo contrario. Romances que parecía que el tiempo afianzaba solo para dejarnos con un sabor agridulce al conocer que lo que parecía un amor infinito, no lo era tanto, con comunicados que son recibidos con sorpresa por parte del gran público. Claro que en otras ocasiones la noticia llegaba con un gran escándalo.

placeholder Sarah Ferguson y el príncipe Andrés, en Ascot. (EFE)
Sarah Ferguson y el príncipe Andrés, en Ascot. (EFE)

Algo así fue lo que les sucedió a Sarah Ferguson y al príncipe Andrés, que seguro que nunca sospecharon lo que el futuro les tenía preparados. El 23 de julio de 1986 se daban el ‘sí, quiero’ perdidamente enamorados, tan solo un año después de que Diana de Gales les presentara en Ascot.

Incluso quisieron dejar constancia de ese amor saltándose el protocolo y besándose en el balcón delante de todo el mundo. La propia Sarah confesaba a Oprah Winfrey en su día que este gesto de amor había sido planeado: “Todos nos dijeron que no nos besáramos en el balcón, así que lo hicimos deliberadamente. Estábamos muy enamorados”.

placeholder Boda de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés. (Cordon Press)
Boda de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés. (Cordon Press)

Dos hijas y seis años después llegó la noticia de su divorcio, en medio de un sonado escándalo que se trató de ocultar por ser un año de elecciones. En mayo 1992, tras salir a la luz unas imágenes de Sarah con el financiero estadounidense Steve Wyatt, la pareja anunciaba su divorcio.

Este no fue el final del escándalo, vinieron muchos después; sin embargo, sí que fue el principio de algo mucho mejor. La pareja aprendió a disfrutar de su nueva situación, mantienen una gran amistad, viven bajo el mismo techo e incluso se especula con que puedan volver a casarse.

placeholder La infanta Elena y Jaime de Marichalar, en 2004. (Getty)
La infanta Elena y Jaime de Marichalar, en 2004. (Getty)

Esta relación no es habitual entre las exparejas, por lo menos la infanta Elena y Jaime de Marichalar no se la plantean. Ellos anunciaron un ‘cese temporal de la convivencia’ del matrimonio que no tardó en ser permanente, y desde entonces comparten la crianza de sus dos hijos, que ya son adultos. De hecho, Victoria Federica acaba de irse a vivir con su novio, el DJ Jorge Bárcenas.

Ella, primogénita del Rey, él, perteneciente a una familia de la aristocracia, y sus caminos se cruzaron en París, ciudad del amor. Esta historia tenía todos los ingredientes para convertirse en un romance de película y así fue. El 18 de marzo de 1995 se casaban en la catedral de Sevilla ante 1.500 invitados, una boda en la que a la novia le podían los nervios y se saltaba el protocolo, olvidándose de pedir la aprobación del Rey antes de confirmar que, efectivamente, sí quería casarse con Jaime. El detalle no pasó desapercibido para nadie, incluyendo don Juan Carlos, que respondía con una sonrisa ante el despiste de su hija.

placeholder Estefanía de Mónaco y Daniel Ducruet, en su boda. (Palais Monaco)
Estefanía de Mónaco y Daniel Ducruet, en su boda. (Palais Monaco)

Si hablamos de amores de película, no podemos dejar pasar la relación entre Estefanía de Mónaco y Daniel Ducruet, de quien se divorció tras protagonizar uno de los escándalos más sonados del momento. El matrimonio llegó a su final tras salir a la luz unas imágenes que dejaban poco a la imaginación en las que se podía ver a Ducruet muy bien acompañado por una joven en una piscina. La humillación para Estefanía fue tan grande que decidió permanecer alejada de los focos durante un tiempo.

No es que esta relación lo tuviera todo a su favor; de hecho, nunca contó con la aprobación del padre de la novia, el príncipe Rainiero. Sin embargo, el hecho de que el joven del que Estefanía se enamoró perdidamente fuera el guardaespaldas de su hermano nos hace soñar con películas llena de buena música y protagonizadas por hombres de ojos claros. Tras mucho insistir, la pareja se casaba en julio de 1995 y fruto de esta relación nacían los dos hijos mayores de la princesa, Louis y Pauline. Solo catorce meses después del enlace estallaría el escándalo que conmocionaría al mundo.

placeholder Marta Luisa y Ari Behn, en una imagen de archivo. (Getty)
Marta Luisa y Ari Behn, en una imagen de archivo. (Getty)

Poco tiene que ver esta historia con la de Marta Luisa de Noruega. Ella conoció al escritor Ari Behn gracias a la madre de este, que daba clases a la princesa durante unos cursos en la Universidad de Oslo. A pesar de que la vida de Ari Behn estaba plagada de pequeños escándalos, la familia de ella hizo lo posible por taparlos, confiando en el amor que se tenían, pero dejando claro que el joven permanecería fuera de la familia real y no representaría a la pareja.

La boda llegó en mayo de 2002 y ambos aprovecharon la ocasión para dedicarle bellas palabras al otro. Lo cierto es que parecían formar una sólida pareja hasta que tras 14 años de matrimonio anunciaban su divorcio. Las palabras de la princesa lo decían todo: “Es horrible ver que no hay nada más que hacer, que hemos probado todo durante mucho tiempo. Que aun así no podamos encontrar los puntos en común como antes, lo que hace imposible seguir juntos”. Ahora Marta Luisa es feliz junto a Durek Verret, chamán de profesión. Él fue su mejor apoyo para superar la muerte de Ari Behn, quien se quitó la vida en diciembre de 2019.

placeholder Diana de Gales y el príncipe Carlos, el día de su boda. (Cordon Press)
Diana de Gales y el príncipe Carlos, el día de su boda. (Cordon Press)

Antes mencionábamos a Diana de Gales y no podíamos finalizar este artículo sin incluir la trágica historia de amor que protagonizó junto al príncipe Carlos. Las series de ficción como ‘The Crown’ han traído de vuelta a nuestra memoria un romance que parece que en realidad nunca se ha marchado, ellos fueron los protagonistas de una historia de amor que lo tuvo todo, amor, aceptación por parte del pueblo británico, deslealtades y tragedia, mucha tragedia.

Protagonizaron una boda de cuento, pero también un divorcio de película, un gran escándalo que golpearía a la monarquía británica. En su última entrevista, Diana confesó “en mi matrimonio éramos tres, una multitud”, haciendo referencia a la infidelidad de su marido con Camilla Parker, con quien finalmente se casó en 2005. Diana abandonó un matrimonio infeliz convertida en todo un referente en busca de su camino.

Unas separaciones más o menos traumáticas que han marcado sus caminos, pero no su historia, ya que todos dejaron claro que era mejor estar separados y felices que juntos y siendo desgraciados.

El amor es caprichoso y en ocasiones no es suficiente para hacer que una pareja funcione y ambas partes sean felices. Sea porque la vida les lleve por diferentes caminos y acabe separándoles, porque una persona diferente se cruce en su vida o porque el amor dé paso a una amistad; existen muchas razones para una ruptura. Así, hay muchos motivos por los que estas parejas reales finalizaron lo que parecían perfectas historias de amor.

Infanta Elena Mónaco
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