En imágenes: La fugaz visita a Barcelona de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin (con Irene incluida)

“Estoy bien, volviendo a lo que podríamos llamar mi nueva normalidad”. Las palabras de Iñaki Urdangarin, pronunciadas el sábado en una entrevista en Catalunya Ràdio (en catalán), no son más que la constatación de que el marido de la infanta Cristina y toda su familia han logrado superar todos los baches tras varios años sumidos en la oscuridad.

Este fin de semana, el matrimonio ha estado en Barcelona para asistir al debut de su hijo Pablo en el primer equipo del Barça y su presencia en la capital catalana ha sido como las de antaño. Nada de esconderse, nada de ir a casa de sus amigos en el Maresme, donde hace un año plantaron su base de operaciones para evitar a la prensa.

Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón se han alojado estos días en los conocidos como apartamentos Victoria, un aparthotel de la cadena Marriot situado cerca de la avenida Diagonal y de la casa en la que vivía la familia en Pedralbes cuando su vida todavía no había saltado por los aires.

TE PUEDE INTERESAR

El palacete de Pedralbes de Urdangarin y la infanta Cristina vuelve a la vida

Silvia Taulés

El matrimonio llegó el viernes por la noche a la ciudad porque además Urdangarin estaba invitado a la celebración del 50 aniversario del Palau Blaugrana, donde cuelga su camiseta de jugador de balonmano, ese mítico 7 con el que ganó todo lo que se les ponía por delante.

En el Palau, rodeado de antiguos compañeros, Urdangarin posó incluso para la prensa y dio dos entrevistas, la citada a Catalunya Ràdio y otra más extensa a Toni López Jordà, especialista de balonmano del diario 'La Vanguardia'. Una sorpresa para muchos puesto que es la primera vez desde que estallara el caso Nóos que el exduque de Palma hablaba públicamente con la prensa.

Los "duques de Palma"

Esa nueva normalidad a la que él hacía referencia ha sido tan ‘normal’ que incluso en TV3 citaron a la pareja como los "duques de Palma". En efecto, parecía que nada había sucedido en estos años. Y eso que el cuñado de Felipe VI sigue cumpliendo condena, en tercer grado y semilibertad, eso sí. Por eso pudieron asistir felizmente al debut de Pablo, que juega con el dorsal 77 y bajo su apellido, como adelantó Vanitatis hace unas semanas.

TE PUEDE INTERESAR

Pablo Urdangarin, con el dorsal 77 y con un gol en su primer partido con el Barça B

Silvia Taulés

Con los Urdangarin estaban sus amigos del alma, Cristina Fernández y Roberto Molina. No estuvo la infanta Elena por razones obvias: estaba en Atenas en la boda de sus primos griegos, “de lo contrario habría estado en Barcelona, sin duda”, nos dicen fuentes cercanas a la pareja, quienes señalan que incluso a la reina Sofía le hubiera gustado ver a su nieto debutar como profesional en el mejor equipo de balonmano de España y uno de los mejores de Europa (según los números).

Quien no se perdió la visita a Barcelona fue Irene Urdangarin, que no estuvo en las gradas del Palau Blaugrana pero sí que acudió a la cena posterior con sus padres y su hermano en las inmediaciones del hotel.

TE PUEDE INTERESAR

La sorprendente forma en la que Iñaki Urdangarin viaja a Ginebra

Silvia Taulés

Urdangarin vive en Vitoria desde la pasada primavera, el mismo momento en el que la jueza de Vigilancia Penitenciaria le dio permiso para viajar al extranjero, lo que él ha aprovechado para ir a Ginebra a menudo a visitar a su mujer y su hija. En la capital vasca, como hacía cuando estaba en prisión, el deporte es uno de los centros de su vida. Suele ir casi a diario al Club Estadio, que dirige su hermano Mikel, porque el deporte, tal y como reconoció en la entrevista radiofónica, le ha ayudado a mantenerse fuerte.

"Saben quién soy"

“No es un trabajo fácil, pero creo que el deporte nos ayuda a no parar de empujar hasta el final”. Para Urdangarin, el deporte ha sido clave, así como mantener a su entorno: “Los amigos siempre han estado ahí, para los buenos momentos y para los no tan buenos, porque me conocen y saben quién soy, y eso es lo importante”.

En el encuentro con la radio pública catalana se mostró íntimo y habló de su situación con normalidad, incluso de la polémica que surgió sobre su camiseta, retirada en el Palau, algo sobre lo que algunos socios culés se quejaron cuando el deportista fue condenado. “Las cosas que pasan en tu vida son cosas que pasan en tu vida, pero mi trayectoria deportiva es lo que aquí se valora”, respondió.

Pablo, su "orgullo"

Mientras, en el encuentro que mantuvo con 'La Vanguardia', medio para el que incluso posó ante un fotógrafo, habló de su hijo Pablo y de su talento como deportista. Declaró sentirse “muy orgulloso” del joven y aseguró que “tiene, por su edad, más talento que yo cuando jugaba”.

TE PUEDE INTERESAR

Los padrinos (españoles) de Pablo Urdangarin en el balonmano

Silvia Taulés

Tal como contó Urdangarin: “El balonmano es un deporte del que hemos hablado mucho en casa y que sea en este club aún es más emotivo. Pablo ha tenido una formación complicada, ya que vivió en Estados Unidos y allí no había equipos de balonmano, y en Suiza eran flojos, así que ha tenido que dar muchas vueltas (Hannover, Nantes) para llegar aquí”.

Pablo Urdangarin no defraudó: salió en el minuto 19 y marcó tres goles. El Barça se impuso en casa contra el Huesca (39-30) en un partido que sirvió de colofón a las celebración del club por el 50 aniversario del Palau. Alto y delgado, como bien dice su padre, con quien coincide en que es zurdo, Pablo Urdangarin lo dio todo en la pista y demostró que está allí por méritos propios. Su próximo objetivo es claro: la selección española. Y parece que va en buen camino.