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Sin kimono milenario y sin tiara imperial: el look plebeyo de Mako, 'exprincesa' de Japón
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Sin kimono milenario y sin tiara imperial: el look plebeyo de Mako, 'exprincesa' de Japón

La imagen de su boda nada tiene que ver con las de su abuela la emperatriz Michiko, su tía Masako y su madre, Kiko. Esto es todo lo que las diferencia

Foto: Mako de Japón, en una imagen por su 30º cumpleaños. (Reuters)
Mako de Japón, en una imagen por su 30º cumpleaños. (Reuters)

La última boda de la Casa Real nipona ha hecho historia, pero no precisamente por la espectacularidad y el boato que se le presupone a un evento de estas características. Sin kimono milenario y sin tiara imperial: así ha sido el look ‘plebeyo’ de Mako de Japón, la hija del príncipe heredero Fumihito, para darle el 'sí, quiero' a Kei Komuro. Ha sido una boda diferente, con muchas renuncias que se han escenificado en su estilismo para el gran día.

Un sencillo vestido en color verde agua, a ras de rodilla, cuello caja y manga larga, ha sido el protagonista del enlace de la 'princesa repudiada', que deja su título real, sus privilegios y su vida en palacio para emprender una nueva vida como mujer casada lejos de su país, concretamente en Nueva York.

placeholder El vestido de la princesa Mako. (EFE)
El vestido de la princesa Mako. (EFE)

Son muchas las cosas que ha tenido que dejar por el camino para vivir su historia de amor y una de ellas ha sido precisamente tener una boda de bajo perfil, discreta y con un estilismo que en nada se parece al que lucieron en su días otras novias reales de Japón. Mako no ha podido vestir el impresionante kimono de seda de doce capas, ni los tradicionales ropajes que siempre han estado presentes en las celebraciones imperiales. Tampoco ha lucido ese segundo look nupcial, algo más occidental, para el tradicional encuentro con los emperadores, como hicieron en su día su abuela Michiko, su tía Masako y su propia madre, la princesa Kiko.

Ahí no acaban las diferencias, Mako no ha cumplido con el tradicional ritual de purificación, ni ha recorrido las calles de Tokio con su marido, saludando al pueblo. No ha habido nada de eso: solo un protocolario registro de su matrimonio en la oficina del Gobierno y rueda de prensa para los medios en el hotel Grand Arc Hanzomon. Allí, no sin cierta timidez, dijo: "Siento los inconvenientes que he causado y estoy agradecida por el apoyo que he recibido. Para mí, Kei es irremplazable, el matrimonio era una opción necesaria para nosotros".

placeholder Naruhito y Masako, desfilando por las calles de Tokio recién casados. (EFE)
Naruhito y Masako, desfilando por las calles de Tokio recién casados. (EFE)

La imagen nupcial de la sobrina del emperador Naruhito poco tiene que ver con la boda de su madre, la princesa Kiko, que se casó con el príncipe Akishino el 29 de junio de 1990. Ella sí pudo cumplir con todas las tradiciones y llevó un espectacular kimono de 17 kilos, valorado en más de 35 millones de yenes (más de 250.000 euros). Luego cambiaría su estilismo por un vestido blanco de tirantes anchos, con una chaquetita encima a juego, y guantes largos de raso, aderezado con una espectacular tiara imperial y un collar tipo babero para su encuentro con el emperador Akihito y la emperatriz Michiko.

Grandioso fue también el look nupcial de Masako, tía de Mako y esposa del actual emperador, Naruhito. La boda tuvo lugar el 9 de junio de 1993 en una ceremonia por el rito sintoísta que duró tres días. La novia llevaba un kimono de seda tradicional de doce capas, como manda la tradición, y con un peso que rondaba los 14 kilos. ¿Su precio? Estaba valorado en casi 90.000 euros. Su segundo outfit era un vestido de tirantes y tela brocada con una tiara de diamantes. Como en el caso anterior también llevaba una chaquetita encima, que solo se quitó para las fotos oficiales con los emperadores, manteniendo siempre puestos los guantes largos en blanco.

placeholder Michiko, con el kimono milenario en su boda. (Dominio público)
Michiko, con el kimono milenario en su boda. (Dominio público)

En cuanto a la emperatriz consorte, Michiko, abuela de la recién casada, también lució el tradicional kimono milenario en 1959 para su enlace con el entonces príncipe Akihito. Un tocado dorado, como el que luego han llevado sus nueras, coronaba el atuendo. La novia deslumbró entonces con su segundo look nupcial, muy estilo Hollywood, con un vestido de escote barco en uve y falda de vuelo, con lazo a la cintura, y de nuevo con espectaculares joyas.

Sin embargo, Mako ha sido una novia ‘plebeya’ con un look nupcial tan discreto que bien podría haber servido para cualquier otro acto oficial. Por amor ha renunciado al millón de euros que el Gobierno japonés otorga a las mujeres de la Casa Imperial que dejan su estatus para casarse con un plebeyo y también a las tiara de diamantes y a sus joyas imperiales que le entregaron al cumplir 20 años. No pudo llevarlas en su boda y las sustituyó por un sencillo collar de perlas.

Aun así, los ropajes son lo de menos para la sobrina de Naruhito, lo importante es el amor y ha luchado contra viento y marea para hacerlo realidad.

La última boda de la Casa Real nipona ha hecho historia, pero no precisamente por la espectacularidad y el boato que se le presupone a un evento de estas características. Sin kimono milenario y sin tiara imperial: así ha sido el look ‘plebeyo’ de Mako de Japón, la hija del príncipe heredero Fumihito, para darle el 'sí, quiero' a Kei Komuro. Ha sido una boda diferente, con muchas renuncias que se han escenificado en su estilismo para el gran día.

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