Hasta el final: Letizia no renuncia a su uniforme de cooperante en el almuerzo presidencial

Desde que se bajó del avión y hasta que lo coja de nuevo para regresar a España. Doña Letizia lo tiene claro en cuanto a vestimenta en los viajes de cooperación y nadie, ni una diputada del Gobierno de Paraguay, va a quitarle la idea de lucir en todo momento su chaleco de cooperante. Ni siquiera para el último acto de esta visita, el más formal, un almuerzo en el palacio presidencial, llamado Mburuvicha Roga, ofrecido por el presidente del país, Mario Abdo Benítez, y la primera dama, Silvana López Moreira, quien la ha acompañado en la mayoría de sus actos, Su Majestad ha renunciado a su uniforme.

Eran las 13:00 horas cuando la Reina llegaba a la residencia oficial del matrimonio presidencial para este ágape tras una mañana de actividades en una de las zonas más desfavorecidas de la capital, Bañado Sur. Un almuerzo que desde Casa Real ya se especificó que sería de trabajo, y así ha sido, pues doña Letizia no se ha cambiado ni la ropa. Ella ha seguido con el mismo look cómodo y de aires aventureros con el que horas antes había conocido algunos de los proyectos de la cooperación española en Asunción.

En concreto, doña Letizia lucía unos pantalones marrones tipo pitillo, una blusa blanca básica, sus botas marrones de Panama Jack y unos pequeños pendientes de brillantes que ha llevado en todo el viaje -y que también comparte con la princesa Leonor-. Sin duda, lo que más ha llamado la atención del vestuario de la Reina en todas sus apariciones es el chaleco rojo de cooperante que, por cierto, está realizado por una empresa paraguaya a petición de la Cooperación Española. Todo un detalle que salía a la luz después de que este miércoles una diputada sacará en el Congreso el tema de la vestimenta de la Reina.

Celeste Amarilla, diputada del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), aprovechó su turno de palabra para cuestionar a la esposa de Felipe VI. "Vino con ropa ni siquiera de calle, con el uniforme... Me pregunto hasta dónde esto en la jerga protocolar no es un desprecio [...]. Por un lado celebro la sencillez de la señora, pero por otro lado me molesta que cuando se va a otros países se va con atuendos que fácilmente superan los 10.000 dólares, haciendo honor de alguna manera al lugar que visita", aseguraba Amarilla, quien añadía: "Que no crea esta periodista devenida en reina que nos morimos por su saludo, quizás necesitemos su dinero, pero, señora Letizia, merecíamos uno de los vestiditos que usted tiene en su closet, no el chaleco que usaban su guardia y su secretaria”.

Quien también ha lucido chaleco en la mayoría de actos ha sido la primera dama. Silvana llevaba esta mañana uno en ante marrón con el emblema de la primera dama; sin embargo, para el almuerzo ha decidido prescindir de él, al contrario que la Reina. La esposa de Mario Abdo se ha decantado por unos pantalones 'paper bag' en verde con lazada, una blusa de punto de estilo étnico y unas alpargatas planas de esparto atadas a los tobillos.

Tras este amuerzo privado, la Reina regresa a España tras unas 48 horas en Paraguay que le han dado para mucho. Desde una visita a Encarnación, en la que recorrió las ruinas jesuiticas, la de Santísima Trinidad y la de Jesús de Tavarangué; conoció los avances del Centro Integral de la Mujer y de la Escuela Taller de Encarnación, hasta un día repleto de actividades en la capital, que incluyen un encuentro con el padre Oliva, una visita al Centro de Atención Familiar Mil Solidarios y otras al Centro Cultural de España Juan de Salazar y al Centro de Entrenamiento del Emprendedor en la ciudad de San Lorenzo.

La agenda internacional para este mes de noviembre no termina aquí. Además de que la próxima semana don Felipe y doña Letizia recibirán al presidente de Italia, Sergio Mattarella, en visita de Estado, el día 24 Sus Majestades emprenderán un viaje de Estado a Suecia, el primero como Reyes. Una demostración de que la pandemia va remitiendo poco a poco y que vamos recuperando la normalidad.