Máxima de Holanda apuesta sobre seguro con su primer vestido en Noruega

Hace dos meses que se anunció que el rey Guillermo y su mujer, Máxima de Holanda, harían una visita oficial a Noruega, su primer viaje de esas características desde el inicio de la pandemia del coronavirus. Y ya ha llegado ese momento, y tenemos que subrayar que la reina ha hecho una llegada especial bajo un paraguas que la protegía de la lluvia al bajar la escalerilla del avión.

Hacían saber esta noticia mediante un comunicado en el que leíamos lo siguiente: “El rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima realizarán una visita de Estado a Noruega por invitación del rey Harald V. La visita tendrá lugar del 9 al 11 de noviembre de 2021”.

Esta iniciativa sirve para escenificar una vez más las excelentes relaciones bilaterales entre Holanda y Noruega, y va a tener como escenarios las ciudades de Olso y Trodheim. De hecho, según la Casa Real, este es el objetivo de la visita de Estado: "Afirmar las excelentes relaciones entre Noruega y los Países Bajos".

En cuanto a las principales cuestiones a abordar destacaron que "los temas principales de la visita serán la cooperación bilateral e internacional, el cambio climático, la transición energética y la sostenibilidad”.

No podemos perder de vista que el último viaje de esta trascendencia y características lo realizó el rey Guillermo, acompañado por su mujer, en febrero de 2020, al visitar Indonesia, tan solo unas semanas antes de que estallara la pandemia y comenzaran a implantarse restricciones y confinamientos.

Para su llegada, como decimos, Máxima de Holanda hizo una apuesta segura por una de sus firmas de cabecera, Natan, uno de los diseñadores favoritos también de la reina Matilde de los belgas y su hija Elizabeth, y también por un color con el que ella se siente especialmente cómoda, el verde. En cuanto a su tocado, ha optado por Maison Fabienne Delvigne, un diseñador belga al que ha recurrido en numerosas ocasiones. Este vestido, por cierto, tiene ya ocho años y lo lució en un viaje a Brunéi cuando aún no era reina.

La visita de Estado ha comenzado en Oslo, donde la pareja real ha sido recibida por el rey Harald V y la reina Sonia con una ceremonia de bienvenida en el Palacio Real, que tampoco se han perdido Marta Luisa, siempre en el punto de mira por su relación con su novio chamán, Durek Verrett, y Mette-Marit, con quien Máxima tiene una excelente relación. Posteriormente, el rey Guillermo depositaría una ofrenda floral en el Monumento Nacional, en conmemoración de todas las víctimas de la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente llegaría el almuerzo en su honor en el Palacio Real.

El programa de la tarde se centrará en el cambio climático. En el Ártico, los efectos del cambio climático son visibles por la decreciente masa de hielo, lo que tiene serias consecuencias para la habitabilidad y el desarrollo económico de la zona. Noruega está en permanente diálogo con los pueblos indígenas (sami) y los jóvenes sobre sus inquietudes, ideas y nuevas oportunidades para el Ártico. El Museo Fram, dedicado a las expediciones polares, acogerá una reunión hoy en la que jóvenes noruegos y diversos estudiantes holandeses hablarán sobre el impacto del cambio climático en la vida en el Ártico.

Y el momento más esperado es el banquete de Estado ofrecido por el rey Harald, repuesto de sus recientes y recurrentes problemas de salud, en honor a los reyes Guillermo y Máxima, donde ambos darán un discurso que pondrá de manifiesto los intereses comunes y los fuertes vínculos que mantienen.

La visita acabará este jueves 11 de noviembre en la catedral de Nidaros, donde disfrutarán de un concierto de la comunidad sami, de los cuales viven unos 50.000 en el norte de Noruega, aunque otro gran porcentaje residen en Suecia, Finlandia y la península de Kola, en Rusia.