La fortuna creciente de la princesa Mabel, cuñada de Máxima: más de 850 millones en activos y subiendo

Actualmente la princesa Mabel de Holanda es, probablemente, una de las princesas más ricas de Europa y está muy cerca de colarse en la lista dorada de los 45 multimillonarios de los Países Bajos que elabora la revista 'Quote', algo así como la versión holandesa de 'Forbes'. No dudamos que podría conseguirlo muy pronto, porque la fortuna de la cuñada de Máxima es creciente: se cifra en 850 millones de euros y lo más increíble es que ha experimentado un importante incremento patrimonial en los últimos años, que además no para de crecer. Atención a las cifras.

En 2018, la viuda del príncipe Friso de Orange-Nassau, ocupaba una honrosa posición número 149 de la lista anual de los 500 holandeses más ricos que elabora la citada publicación, con una fortuna de 240 millones de euros. Un año después escalaba al número 140, con 290 millones. En 2020 dio un salto mucho más grande, hasta el puesto 66, con un patrimonio neto de 560 millones de euros. Y este 2021 llega a la posición 50, pisándole los talones al grupo de los grandes supermillonarios; solo le quedan cuatro pasos para entrar. Como podemos ver, en solo cuatro años casi ha cuadriplicado su patrimonio. Aún así, le queda un largo camino si quiere alcanzar a la número 1, la heredera del imperio cervecero Charlene de Carvalho-Heineken, con 13.500 millones de euros.

Puestos a comparar, es curioso observar que la fortuna de Mabel de Orange es casi igual, cero arriba cero abajo, que la de los reyes de Holanda, Guillermo y Máxima, que se cifra en 1.200 millones de euros. Además, solo tres hombres de la realeza europea son más ricos que ella: el príncipe Alberto de Mónaco, el gran duque Enrique de Luxemburgo y el príncipe Hans Adam II de Liechtenstein. Semejante éxito económico se debe al buen olfato de la cuñada de Máxima de Holanda para las inversiones.

Tras la trágica muerte de su marido en 2013, en un accidente de esquí y después de pasar dos meses en coma, la princesa y sus dos hijas heredaron su fortuna y las acciones en la empresa Ayden, dedicada a los servicios financieros digitales, en la que Friso se había embarcado en el año 2006. Aunque tardó en ofrecer sus frutos y el príncipe no llegó a verlo, vaya si los dio.

En junio de 2018 llegó el primer pelotazo económico de Mabel de Orange, al vender parte de esas acciones cuando la compañía salió a bolsa y embolsándose 40 millones de euros de un plumazo. Además, las participaciones que aún mantiene duplicaron desde entonces su valor y le siguen reportando importantes beneficios. A todo esto hay que sumarle, lógicamente, el dinero que heredó de su marido. Cuando falleció el príncipe Friso, los más de seis millones de euros que poseía se metieron en un fondo fiduciario para su viuda y sus dos hijas, Luana, de 16 años, y Zaria, de 15. Las jóvenes no podrán disponer libremente del dinero hasta que no cumplan 18 años.

El buen olfato para los negocios de la princesa Mabel de Orange sigue el legado de su marido, que renunció a sus derechos dinásticos para casarse con ella y siempre se preocupó de asegurar el futuro y el bienestar de su familia lejos del amparo de la Corona. Nadie esperaba un desenlace tan temprano, pero cumplió su anhelo. Lo cierto es que el hijo de Beatriz de Holanda había sido un experimentado hombre de negocios. Entre 1998 y 2003 trabajó como banquero de inversiones en Goldman Sachs, uno de los grupos de banca de valores más importantes del mundo, donde asesoraba a clientes sobre fusiones, adquisiciones y salidas a bolsa, además de llegar a ser vicepresidente.

Y no solo eso, también fue cofundador y accionista de la empresa comercial holandesa de atención médica MRI Center y de la aerolínea low cost Wizz Air, que salía a la bolsa de valores de Londres en 2015.