Alberto y Paola, en el Día del Rey de Bélgica: ausencias, abucheos y distancia del pueblo

Cada año desde 1866 se celebra el 16 de noviembre la onomástica del rey Leopoldo, primer rey de los belgas, que estuvo en el trono desde 1831 hasta 1865. En 1951, el recordado rey Balduino decidió mantener ese día como una jornada en la que los belgas pudieran mostrar su cariño a la familia real, solo que los tiempos han cambiado mucho y la institución quizás no atraviese el mejor de los momentos en la actualidad.

De hecho, la celebración del Día del Rey no ha tenido el esplendor ni la acogida esperable. No en vano, ha estado marcada por la ausencia de los reyes Felipe y Matilde de los belgas, que han delegado este papel en dos figuras de la Casa Real que no están precisamente bien valoradas, Alberto y Paola, quienes han sido recibidos en la distancia por un público separado con vallas, dejando un enorme perímetro de seguridad. Y aunque ha habido algunos aplausos y vítores, ha resultado inevitable escuchar considerables abucheos de desaprobación. Aun así, a la salida, se han acercado al sector donde se encontraban los más leales, han repartido saludos y se han dejado fotografiar.

Alberto, quien fuera rey de los belgas hasta su abdicación en 1993, fue un monarca rodeado de escándalos, al igual que su mujer, Paola, por diversas cuestiones, entre otras su vida sentimental e infidelidades. Sin duda, el elemento más sonado y discordante fue su hija ilegítima Delphine Böel, a quien se negaba a reconocer legalmente y fue dilatando el proceso judicial hasta que la realidad se acabó imponiendo y no tuvo más remedio que, como se dice coloquialmente, dar su brazo a torcer.

Delphine ha sido noticia en estos días por su participación en 'Danse avec les stars', el equivalente internacional de '¡Más qué baile!', una noticia un tanto disruptiva para una monarquía, pues en el fondo, ilegítima o no, los tribunales le han otorgado el título de princesa que ella, por ahora, dice que no va a usar. Mientras tanto, el propio rey Alberto ha conocido a los hijos de la artista, quien por el momento tiene más características de 'celebrity' que de royal.

Anoche, mientras en España estábamos pendientes de la clasificación de España para el Mundial, ante la selección de Suecia, lo mismo ocurría en Bélgica. Su clasificación llegaba después de que su combinado ganase a Estonia por un contundente 3 a 1, y entre el público se encontraban el propio rey Felipe, de 61 años, acompañado por su hija Eleonore, de 13.

A sus 87 años, Alberto de Bélgica tiene ya algunos problemas de movilidad, por lo que se apoya en un bastón para caminar, mientras que Paola, de 84, se logró sobreponer al ictus que sufrió en 2018 y que la tuvo apartada temporalmente de la vida pública.

Al Te Deum también ha acudido el príncipe Laurent, pero como era de esperar no estuvo acompañado por su mujer, Claire, quien está prácticamente apartada de cualquier acto social, pues está aquejada de una enfermedad que no se ha precisado, que le fue diagnosticada en 2019 (además del coronavirus que también ha padecido). Una luz de esperanza se atisbó el pasado 6 de octubre en la entrega de premios Terre d'Avenir, a la que asistió.