Así se organizan las visitas de Estado: cuando Felipe y Letizia se convierten en anfitriones

"Las visitas de las Jefaturas de Estado pueden ser de Estado, oficiales o de trabajo. Las de Estado son las más importantes y formales. Incluyen actos como un recibimiento oficial con honores, un encuentro con Su Majestad el Rey en el Palacio de la Zarzuela y una cena de gala en el Palacio Real, un encuentro con el presidente del Gobierno, una alocución a las Cortes Generales, una visita al monumento de quienes dieron su vida por España y una visita al Ayuntamiento de Madrid. Además, suelen organizarse actividades culturales, encuentros empresariales y económicos y con la colectividad nacional y, en ocasiones, desplazamientos a otra Comunidad Autónoma".

De este modo describe el Ministerio de Asuntos Exteriores lo que son las visitas de Estado. Esta próxima semana, los Reyes se convertirán en anfitriones del presidente de Italia, Sergio Mattarella, quien viajará a España acompañado por su hija, Laura Mattarella. El mandatario italiano será el segundo en realizar una visita de Estado a España tras la pandemia, después de la de Corea del Sur en junio, y está previsto que se celebren la mayoría de actos propios de un viaje de este rango.

El presidente italiano y su esposa serán recibidos el martes 15 de junio en el Palacio Real por los Reyes, quienes esa misma noche ofrecerán una cena de gala en su honor. Durante su estancia en España, Mattarella se reunirá con el presidente del Gobierno y realizará una visita al Congreso, en la que las presidentas de este y del Senado, Meritxell Batet y Pilar Llop, le impondrán las respectivas medallas. También visitará el Ayuntamiento de Madrid, donde el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, le hará entrega de la Llave de Oro de la Villa de Madrid. En el marco de la visita, se organizarán también actividades de naturaleza económico-empresarial tanto en Madrid como en Málaga.

Una agenda muy llena para un viaje que lleva planeándose desde hace tiempo. Aunque son los Reyes quienes ejercen de anfitriones, las visitas de Estado están organizadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores, a través de la Dirección General de Protocolo, Cancillería y Órdenes, y en coordinación con los servicios de protocolo de Casa Real, de la Presidencia del Gobierno y de las demás instituciones implicadas. Habitualmente, es el jefe del Estado el que realiza la invitación a su homólogo, siempre a petición y en consenso con los otros poderes del país.

Las invitaciones a otros jefes de Estado pueden ser aceptadas al poco tiempo o al paso de los años. Por ejemplo, los Reyes realizaron un viaje de Estado a Andorra en marzo de 2021, cuando la invitación la habían recibido en 2017. Eso depende de los intereses de cada país, ya que hay un número limitado al año de visitas de este tipo. Esta de Italia será la décima que reciban don Felipe y doña Letizia desde su proclamación, después de Chile (2014), Colombia (2015), Perú (2015), Israel (2017), Portugal (2018), Argentina (2018), China (2018), Perú (2019) y Corea (2021).

Una vez el país invitado acepta, comienza la preparación que involucra al Gobierno y a la Casa Real, así como a las oficinas de los jefes de Estado extranjeros, para fijar las fechas que vayan mejor. Desde España se informa de la agenda habitual que se lleva a cabo en este tipo de visitas, se consensúa qué se hará en cada momento y se habla de todos los detalles, hasta el más mínimo, sobre seguridad, protocolo y comunicación.

Es el Ministerio de Asuntos Exteriores el encargado de hacer pública la visita de Estado. Los invitados suelen llegar a España un día antes. En la mayoría de visitas, tras ser recibidos por el embajador correspondiente, son trasladados al Palacio de El Pardo, donde se hospedan durante su estancia en nuestro país. El lugar, así como el Palacio Real, permanece cerrado al público esos días. Desde principios de abril de 2021, es la hotelera Meliá Hotels International la que da el servicio de restauración y gestión de habitaciones en la residencia oficial para jefes de Estado extranjeros, tras el concurso público convocado por el Ministerio de Exteriores.

Así pues serán trabajadores de los hoteles Gran Meliá Fénix y Gran Meliá Palacio de los Duques los que reciban al presidente italiano y su hija. Fueron los actuales Reyes quienes decidieron cambiar el escenario de este acto, ya que durante el reinado de don Juan Carlos se hacía en El Pardo. Pero, para darle un mayor boato, don Felipe y doña Letizia lo sustituyeron por el Palacio Real, y desde 2017 es allí donde empiezan las visitas.

El recibimiento cuenta con un desfile de la Guardia de Honor, que van montados a caballo, llamada la Escuadra de Gastadores. También suelen desfilar el Escuadrón de Escolta Real, la Sección de Motos y la Batería Real. Tras un breve encuentro con los Reyes, los invitados cumplen con una agenda independiente y no se encuentran de nuevo hasta la cena de gala, que empieza a las 20:30 horas. Primero se reúnen los mandatarios en una sala y después se pasa al Salón del Trono para un largo besamanos, antes de que cada uno ocupe su puesto en el comedor de gala.

La música es uno de los asuntos de mayor importancia en una cena de este tipo. Y desde que doña Letizia y don Felipe llegaron al trono ha habido algunos cambios. “Antes el catálogo era más clásico, con piezas de compositores españoles de renombre e incluso zarzuelas”, indican a Vanitatis fuentes cercanas a Zarzuela, “pero desde la llegada de los nuevos Reyes, se ha modernizado todo y hasta se tocan piezas de Pablo Alborán, adaptadas, eso sí, al ambiente de la cita”. El menú lo sirve un catering elegido por la Casa Real.

La agenda del día siguiente depende de cada país invitado. En el caso de Italia, el presidente y el Rey viajarán a Málaga, donde se celebrará la XIV edición de la reunión sobre innovación Cotec-Europa bajo la presidencia de los jefes de Estado de España, Italia y Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa; por lo que no habrá la tradicional recepción en El Pardo en honor a los Reyes. Se trata de una cita mucho más informal que la cena de gala y son los invitados que lo organizan los que deciden qué hacer, si llevar música, un espectáculo o una cena.

Es una vez terminada esa recepción cuando habitualmente los Reyes se despiden de sus invitados, que abandonan al día siguiente El Pardo rumbo a casa o a un nuevo destino.