La primera foto de Amalia de Holanda con tiara y otros secretos contados por la princesa

Ya está en las librerías holandesas y promete convertirse en todo un ‘bestseller’. Para ser protagonista de una obra sobre ti, lo mejor es contar tú misma tu vida y proporcionar el material que más te guste. Y eso es lo que ha hecho ella, así que ya podemos ver la primera foto de Amalia de Holanda con tiara (cuando solo era una niña) en el libro que lleva su nombre y con el que se celebra su llegada a la mayoría de edad el próximo 7 de diciembre.

Obviamente, ‘Amalia’ es una biografía autorizada y cuenta con el beneplácito de la familia real, que lo ha presentado en su Instagram oficial con un vídeo en el que se ve a la autora y a la princesa charlando animadamente sobre el libro. Y añaden este mensaje: “Claudia de Breij escribió el libro basado en los encuentros con la princesa. Es un reflejo de estas conversaciones y una impresión de la autora y también contiene fotos del archivo privado de la princesa Amalia”. Y por si no lo sabíais, esto de escribir un libro sobre los futuros herederos del trono por su 18 cumpleaños es toda una tradición en la corte de los Países Bajos: Renate Rubinstein publicó en 1985 uno sobre el actual rey, Guillermo, y Hella Haasse en 1955 escribió 'Retrato de la princesa Beatriz'.

¿Qué nos vamos a encontrar en esta biografía? Muchas cosas que no sabíamos de la primogénita de los reyes de Holanda y algunas imágenes de su archivo personal que han sido cedidas por ella misma y entre las que se encuentra la foto con la que vas a morir de amor, cuando solo tenía 9 años, con su primera tiara. “Mi madre se estaba maquillando y yo me puse la tiara”, dice. Si la vista no nos engaña se trata de la tiara Mellerio de rubí de Máxima que ha lucido en muchas ocasiones, entre ellas la boda de Carlos Felipe de Suecia y Sofía.

Amalia y las joyas

El amor de la heredera por las joyas y en especial por estas diademas reales queda patente en el libro: “Amo las tiaras. Muéstrame una y sabré de dónde viene. Puedo reconocer todas las tiaras de Europa. Solía ​​ponerme las de mi madre y también sus joyas. Cuando yo era muy pequeña, ella se estaba preparando para una cena importante y gritaba por la casa: 'Amalia, ¿dónde está mi anillo?".

Sobre la moda

La autora cuenta que la princesa recibe dinero de sus padres, pero sin asignación específica para ropa. ¿Lo más novedoso? Se confirma que es Máxima quien elige los looks de su hija mayor para las citas más importantes. Y como toda adolescente, pelea con la reina cada vez que van de compras y luego le ‘roba’ lo que ella se ha comprado. “Amalia le dice: 'Por cierto, cogí esa camisa de tu armario'. 'Lo sabía. En realidad la compré para ti', suele ser la respuesta", escribe Claudia. Así que esta es la manera que la esposa del rey Guillermo tiene de darle ideas de estilo a Amalia de manera indirecta, simula que las adquiere para ella, esperando que atraque su armario.

Sobre el amor

Mientras surgen rumores sobre una posible (y poco probable) relación sentimental con Gabriel de Bélgica, la princesa se define como una chica romántica que ya tiene en su cabeza cómo le gustaría que fuera su boda. ¡Lo que más le gusta son los carruajes en los que se ve llegando a la iglesia en un futuro! “Sabe qué tipo de vestido quiere cuando se case y me enseña las carrozas en los establos reales, señalando algunos en particular”, cuenta Claudia en el libro. Su preferido es una de color blanco, llamado Crème Calèche. “Puede que quiera este cuando me case”, confiesa Amalia. Y la pregunta del millón es '¿cómo le gustan los chicos?'. Pues educados, con buenos modales y, atención, se entiende mejor con los alemanes que con los holandeses. No muestra ninguna duda de que quiere casarse y tener hijos, pero mucho más adelante. También cuenta una anécdota curiosa que la dejó estupefacta: cuando se enteró de que un grupo de jóvenes habían estado apostando dinero para ver quién conseguía salir con ella primero.

Sobre la religión

Cuidado que vienen curvas, porque Amalia de Holanda habla alto y claro. “No tengo a uno de esos tipos en las nubes. Es más un sentimiento que una cosa real. Un punto brillante”, le cuenta a la escritora. Confiesa que no es la persona más religiosa, pero sí siente que hay algo general “que llamo Dios por conveniencia. Pero no puedo nombrarlo, y tampoco lo necesito”.

Las redes sociales

Vive con cierto estupor las críticas encarnizadas que a veces recibe a través de las redes sociales, y no acaba de entender tanto ensañamiento. Incluso se han metido con ella al ver una foto suya de bebé: “¡Yo tenía media hora ahí!', dice Amalia, que asegura que no le desearía eso ni a su peor enemigo. Por eso se ha construido un muro de protección alrededor para que no le afecten cosas como las que vivió con nueve años, cuando le llegaron a desear la muerte en internet.

Aclara por qué devuelve su asignación

El pasado mes de junio salía la noticia: la princesa de Holanda renunciaría a su asignación personal anual de 300.000 euros en cuanto cumpliera 18 años, que es cuando le corresponde. Ella explica así en el libro por qué lo ha hecho: “No sabía que era una opción, pero mis padres llevaban mucho tiempo trabajando en ello y luego me lo presentaron en una conversación. Entonces, cuando supe que esto era una posibilidad, tomé la decisión y escribí la carta".