Rania de Jordania tira de esencia (y de caftán) para cenar con el príncipe Carlos y Camilla

Vaya semana intensa de viajes oficiales y apariciones reales. Porque la visita de Estado que hace el presidente italiano, Sergio Mattarella, estos días a nuestro país no es la única de la que podemos hablar ni la reina Letizia es la única royal que ha sacado la artillería pesada para lucirse. También Rania de Jordania ha tirado de esencia -y en este caso de caftán- para cenar con el príncipe Carlos y Camilla, duquesa de Cornualles, que se encuentran de gira por Oriente Medio, con paradas en el reino de Jordania y en Egipto.

La pareja llegaba este martes por la mañana a Amán de forma oficial, ya que un día antes lo hacían para disfrutar de una jornada en privado. Y ya en ese primer encuentro veíamos que Rania de Jordania iba a dar que hablar por sus estilismos. Porque si al look con el que recibía al príncipe de Gales y su esposa -abrigo blanco de manga larga, cinturón dorado y zapatos de Dior, por mencionar los elementos principales- no se le podía poner ni un solo pero, al de la noche tampoco es que se le puedan hacer muchas críticas. Más bien todo lo contrario. Además, era un look al más puro estilo Rania, ya que escogía uno de esos maravillosos caftanes que luce de forma envidiable.

Cierto es que Rania suele dejar este tipo de prendas más tradicionales para sus visitas a comunidades rurales, especialmente para reuniones y encuentros con mujeres, con la idea de sentirse más cercana a ellas y unida por las culturas del país. Esta vez lo hacía para una cena oficial, pero, como siempre, la reina hachemita conseguía lucir un caftán de forma impecable, adaptándolo a la moda occidental, como suele hacer. En esta ocasión, se trataba de un diseño en un color crema, con volúmenes en la falda. Llevaba pedrería dorada tanto en el cinturón como en los puños y el escote, en forma de uve.

Ese toque más occidental venía de la mano de los zapatos, en un color óxido con la puntera más oscura, y del clutch, un curioso modelo nacarado y con forma de diamante. Ella puso la percha, la ropa y las joyas, y su peluquero y su maquillador hicieron el resto. El pelo suelto con los mechones delanteros bien marcados para que no se le fueran hacia el rostro y un ahumado en los ojos en tonos dorados y marrones hacían que Rania de Jordania estuviera especialmente bella este martes por la noche. Fue una de esas apariciones en las que deslumbra.

Y con este atuendo, Rania volvía a eclipsar a sus invitados sin querer. No es difícil, teniendo en cuenta que hablamos de una de las reinas más bellas y elegantes de todo el mundo. Eso sí, Camilla estuvo a la altura y también quiso hacer un guiño a las tradiciones jordanas, con un vestido en verde agua, muy pálido, también de estilo caftán, salpicado de discretos bordados y pedrería. Llamó la atención de su look la elección de las joyas, con unos pendientes largos con piedras en forma de flor y su anillo de pedida, que nunca le falta.

A pesar de que no tienen el mismo cargo y que las separan más de 20 años, las dos parecen haber hecho muy buenas migas. Ya vimos horas antes de la cena en el Palacio Real de Amán cómo Rania conducía ella misma el coche que las llevaría al Centro de Niños Queen Rania, ya que uno de los temas principales de la agenda de Camilla en Jordania es la educación de las niñas, algo en lo que también su anfitriona está muy implicada. Y seguro que no les han faltado temas de conversación: desde la celebración del Earthshot Prize, creado por el príncipe Guillermo y del que la propia Rania ha sido jurado, o la salud de la reina Isabel, con la que la jordana tiene una estrecha relación, y que se ha resentido últimamente.

Carlos y Camilla son los primeros royals que los reyes jordanos reciben tras la época de pandemia. Justo antes de que estallara la crisis sanitaria mundial, habían recibido a Harald y Sonia de Noruega. Una cita inolvidable, precisamente gracias a Rania y al look que escogió para esa cena de gala con los nórdicos. Un diseño en azul y color óxido que entró directo a la lista de sus mejores looks.