En vídeo: Los reyes Felipe y Letizia presiden la cena en honor al presidente de Italia

Llegó el momento. Más de dos años y medio después, casi tres, el Palacio Real ha vuelto a engalanarse para acoger una cita muy especial, ya que suponía la vuelta de las cenas de gala. La última fue en marzo de 2019, cuando el presidente de Perú y su esposa realizaron una visita oficial a nuestro país. Esta vez ha sido Sergio Mattarella quien, acompañado de su hija, ha iniciado este martes una visita de Estado, con los Reyes como anfitriones tanto en el recibimiento oficial como en el almuerzo posterior. Tras las dos citas, Felipe y Letizia han presidido la esperada cena de gala en su honor.

Pasaban unos minutos de las ocho y media de la tarde cuando los Reyes hacían su aparición en el salón del Palacio Real para recibir a Sergio y Laura Mattarella. Las mascarillas y las distancias no han impedido que viéramos la cordialidad que ha habido entre ellos, especialmente entre la reina Letizia y la hija del presidente italiano, que parecen haber hecho muy buenas migas durante las horas que han estado juntas, primero en el Palacio Real y después en el Palacio de la Zarzuela, donde ha tenido lugar el almuerzo, celebrado de forma privada.

Con la aparición de los Reyes, se ha desvelado uno de los detalles que esperábamos con más ganas: qué vestido elegiría Letizia para esta cita y cuál de todas las tiaras que tiene a su disposición escogería. Y, desde luego, ha sorprendido. La Reina ha lucido un vestido negro de estreno, de tirantes y escote. Pero no es lo único que ha llamado la atención de su atuendo. Sabíamos que iba a sacar la artillería pesada para esta cita. No en vano, era la primera después de dos años en la que se ponía tiara. Pero no pensábamos que veríamos tantas piezas históricas en una misma noche.

Porque Letizia ha vuelto a lucir joyas históricas y lo ha hecho a lo grande. En su cabeza, la tiara Rusa, la más aparatosa del joyero real, que la Reina lucía por primera vez justamente hace tres años y en el mismo sitio, para recibir al presidente de China y su esposa. Era la última de las joyas familiares que le quedaban por ponerse y, curiosamente, esta noche lo hizo también vestida de negro, con lo cual las perlas y los diamantes destacaban por encima del resto, lo mismo que ha pasado este martes. Pero no ha sido la única pieza. Letizia también ha tirado de las llamadas 'joyas de pasar' para lucir el collar de chatones y el broche de brillantes y perlas grises, dos piezas muy valiosas, tanto histórica como económicamente.

Atuendos y espectaculares joyas aparte, no han faltado las anécdotas en esta noche tan especial. La primera ha tenido lugar cuando los cuatro se preparaban para ser fotografiados juntos, antes de dar paso al tradicional besamanos -que cambia besos y manos por saludos e inclinaciones de cabeza-. Ha habido una pequeña confusión y no tenían demasiado claro dónde tenían que colocarse para posar, ya que, dependiendo del momento, el protocolo indica una posición u otra. Finalmente, lo han solventado bien, con unas pequeñas risas por la circunstancia, que no se suele ver mucho en este tipo de citas tan majestuosas.

Llegaba después el tradicional saludo de las autoridades españolas e italianas, que, como siempre, iniciaban Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, Meritxell Batet, presidenta del Congreso, y Ander Gil, presidente del Senado. Entre los invitados, nombres conocidos de la cultura, el deporte, la sociedad y la política de nuestro país. No faltaba el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, el consejero delegado de Mediaset, Paolo Vasile, la cineasta Ángeles González-Sinde, la escritora Clara Sánchez o Alberto Fernández, medalla de oro en la disciplina de tiro al plato en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Tras los saludos, llegaba el momento de pasar al salón donde iba a tener lugar la cena. Y hemos visto otra imagen que llevábamos mucho tiempo sin disfrutar. Desde que estalló la pandemia y volvieron las cenas y almuerzos oficiales al Palacio Real, los invitados se habían sentado en mesas redondas, con grupos de seis a ocho comensales en cada una. Esta vez, como corresponde a una cena de gala, ha tenido lugar en una mesa larga, con todos los invitados sentados a ella y colocados uno frente a otro, siempre siguiendo el protocolo.

Aún quedaba un rato para que los asistentes pudieran degustar los ricos platos preparados para la ocasión. Primero, se ha escuchado el himno de Italia y después ha llegado el turno de los discursos, siguiéndose el orden habitual. Primero, el rey Felipe, anfitrión de la cita, que ha sido fiel a su costumbre y ha querido pronunciar unas palabras en italiano. Después, llegaba el turno del presidente Sergio Mattarella, que terminaba también con el tradicional brindis.

Y tanto en el brindis con el que cerraba su discurso el rey Felipe como con el que acababa Sergio Mattarella, hemos visto cómo la reina Letizia, esta vez, sí se ha llevado la copa a los labios. Aunque no le gusta beber alcohol, había sido criticada en alguna ocasión por no llevarse la copa a los labios tras brindar con sus compañeros de mesa. Las mascarillas habían facilitado que no lo hiciera en anteriores citas, pero ya con la visita que realizó a nuestro país el presidente de Angola, vimos que ya sí probaba la bebida de su copa. Este martes ha vuelto a hacerlo, no sin antes agradecer a Sergio Mattarella sus palabras, con un "grazie mile".

A partir de ahí, tanto los Reyes como sus invitados han tomado asiento de nuevo y ha dado comienzo el banquete, momento en que la prensa se ha retirado para dejar a los comensales disfrutar de esta primera cena de gala tras la pandemia sin la presión de tener las cámaras delante.