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La familia de una Charlène ausente se hace fuerte en la Fiesta Nacional de Mónaco
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PRINCIPADO DE MÓNACO

La familia de una Charlène ausente se hace fuerte en la Fiesta Nacional de Mónaco

Gareth y Sean Wittstock, acompañados de sus esposas, han estado presentes en las celebraciones del Día Nacional

Foto: Los hermanos de Charène y Roisin Galvin. (Getty Images/Pascal Le Segretain)
Los hermanos de Charène y Roisin Galvin. (Getty Images/Pascal Le Segretain)

Que Charlène iba a ser una de las grandes ausentes en las celebraciones del Día Nacional de Mónaco lo sabíamos. Así lo confirmaba el Palacio del Príncipe hace unos días vía comunicado, pidiendo además que se respetara la privacidad de la familia. Pero la ceremonia religiosa que da comienzo al día grande de los monesgascos ha estado repleta de sorpresas. No solo han regresado a esta cita Estefanía de Mónaco y Carlota Casiraghi, sino que ha habido mucha presencia de los Wittstock, la familia de Charlène, que parece hacerse aún fuerte en el principado.

Es habitual ver en todos los actos que tienen lugar en Mónaco al hermano de Charlène, Gareth, y su esposa, Roisin Gavin. De hecho, su presencia en determinadas citas ha sido bastante criticada en algunas ocasiones, puesto que no acude solo a las que tienen que ver con la Fundación Princesa Charlène, para la que trabaja, sino también a citas puramente institucionales. El hecho de ser una cara fija en las fiestas de la alta sociedad del principado y su alto tren de vida hace que sea conocido en algunos círculos en tono de sorna como el 'conde de Mónaco'. De ahí que su presencia en el Te Deum de la catedral no sorprendiera.

placeholder Los hermanos de Charlène, en la catedral. (Getty)
Los hermanos de Charlène, en la catedral. (Getty)

Sí lo ha hecho la del otro hermano, Sean, puesto que vive en Sudáfrica. Pero es cierto que ha sido uno de los grandes apoyos de su hermana durante estos meses en los que ha estado atrapada en su país de origen, así que está claro que no ha dudado en viajar con ella y acompañarla a su regreso a Mónaco. Lo ha hecho, además, acompañado de su esposa, Chantell, casi una desconocida para los medios de comunicación hasta hace unos días, cuando se convirtió en la portavoz oficiosa de Charlène y fue quien dio la pista de que quizá no se instalaría en palacio, algo que el propio Alberto confirmaba después.

Lo curioso es que los hermanos Wittstock y sus esposas han tenido un sitio privilegiado en la catedral, en una de las primeras filas, junto a algunas de las autoridades asistentes. Y es que la familia de Charlène siempre ha tenido su lugar desde que ella se trasladó al principado, sin que les hayan importado las frecuentes críticas. Especialmente Gareth, que es quien vive en Mónaco, ha sido acusado de querer un protagonismo que no le corresponde. Pero si han tenido su sitio en el templo, tampoco es que después se les haya dado de lado: han ocupado uno de los balcones de palacio para presenciar el resto de actos festivos.

placeholder Los Wittstock, en la tercera fila, junto a los Grimaldi. (Reuters)
Los Wittstock, en la tercera fila, junto a los Grimaldi. (Reuters)

Por eso, hemos vuelto a ver las imágenes que, desde hace unos años, se repiten cada 19 de noviembre, con la única excepción del año pasado, cuando se prescindió del desfile militar y, por tanto, no pudimos ver a los Grimaldi disfrutarlo desde el balcón de palacio. Pero es normal que el ventanal donde se encuentra el príncipe Alberto de Mónaco se llene de niños, ya que se unen a Jacques y Gabriella los sobrinos de Charlène. Y ese año, con la ausencia de la princesa y más sitio para los más pequeños, no han faltado niños de uno y otro lado.

Tres hermanos muy unidos

Lo cierto es que tanto Gareth como Sean son imprescindibles para la exnadadora. De hecho, se dice que una de las condiciones que puso Charlène antes de instalarse en el principado es que quería a su familia cerca. Así que fue su hermano Gareth el que se mudó a la Roca, adaptándose perfectamente a la vida allí, y no tardando en ser, como decíamos, una de las caras fijas de todas las fiestas. Sin ir más lejos, aunque la princesa no pudo asistir este año a la Gala por la Salud del Planeta organizada por el príncipe Alberto, allí estaban Gareth y Roisin, posando como dos miembros más de la familia Grimaldi.

placeholder Gareth, a la derecha, y Roisin, a la izquierda, junto a los Grimaldi. (EFE)
Gareth, a la derecha, y Roisin, a la izquierda, junto a los Grimaldi. (EFE)

Cuando Charlène lanzó su fundación, no dudó en crear un puesto tanto para Gareth en Mónaco como para Sean en Sudáfrica, asegurándose de que ni a ellos ni a sus padres les faltara de nada mientras ella fuera princesa de Mónaco. Pero es más, según apuntaba este verano la revista alemana 'Bunte', la vinculación de Charlène con sus hermanos no es solo familiar y laboral, sino también económica.

Un reportaje publicado cuando la princesa estaba aún en Sudáfrica aseguraba que Sean era propietario de una red corporativa, de la que la cara visible es Claude Palmero, un administrador de activos de confianza del príncipe Alberto. El apoyo de su hermano es tan importante que incluso la misma publicación decía que Charlène estaba buscando casa en Johannesburgo, concretamente en el barrio de Benoni, la misma zona donde vive el propio Sean con su familia, pero también los padres de Charlène y donde Gareth también habría adquirido una propiedad recientemente.

Que Charlène iba a ser una de las grandes ausentes en las celebraciones del Día Nacional de Mónaco lo sabíamos. Así lo confirmaba el Palacio del Príncipe hace unos días vía comunicado, pidiendo además que se respetara la privacidad de la familia. Pero la ceremonia religiosa que da comienzo al día grande de los monesgascos ha estado repleta de sorpresas. No solo han regresado a esta cita Estefanía de Mónaco y Carlota Casiraghi, sino que ha habido mucha presencia de los Wittstock, la familia de Charlène, que parece hacerse aún fuerte en el principado.

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