Jacques y Gabriella, carteles de amor a su madre y arropados por sus tías

Todos los ojos estaban puestos en ellos para las celebraciones del Día Nacional de Mónaco y en su nueva aparición pública, otra vez sin la compañía de su madre. Pero lo que no esperábamos es que le rindieran este homenaje público. Jacques y Gabriella le han dedicado carteles de amor a Charlène desde el balcón del Palacio del Príncipe como una manera de recordarla y darle fuerza en su recuperación. “Te echamos de menos, mamá”, "Te queremos, mami", escribían con muchos corazones. ¡Se nos saltan las lágrimas!

Pese a no estar acompañados de la princesa en un día tan importante para el país, los mellizos sí han estado muy arropados por sus tías. Carolina y Estefanía han estado pendientes de ellos en todo momento, ejerciendo de mamis postizas ante la ausencia de su cuñada. Por primera vez, la primera dama faltaba a la tradicional misa de Acción de Gracias, aunque como hemos podido comprobar ha estado muy presente en todo momento. Y no solo en el recuerdo de sus hijos... El obispo que ha oficiado la ceremonia también le ha dedicado unas palabras pidiendo su pronta recuperación. Palabras que no solo han sido refrendadas por su marido con un leve gesto de asentimiento, sino por muchos de los monegascos que seguían el oficio en Facebook y que no han dudado en escribir mensajes deseándole a la princesa ánimo y fuerza.

Los más perjudicados sin duda por la situación de Charlène son sus pequeños y, como hemos visto, tienen siempre a su madre en el pensamiento. Aunque, como es habitual, Gabriella y Jacques no han asistido a la misa, se han unido después a los Grimaldi para el tradicional posado y el posterior desfile militar. La niña, vestida con un abriguito rosa y una boina de lana con flores y red de la firma Monna Lisa, no se soltaba de la mano de su tía Estefanía.

Su hermano, como un hombrecito con su uniforme militar, estaba vigilado de cerca por Carolina al pie de la escalinata. Ya en el balcón han vuelto a aparecer acompañados de su padre, el príncipe Alberto, con los amorosos cartelitos para su madre. También se les han unido sus primos: Raphaël, el hijo de Carlota y Gad Emmaleh: Sasha e India, los mayores de Andrea Casiraghi y Tatiana Santodomingo; y Stefano, Francesco y Max, hijos de Pierre y Beatrice. Este último iba en brazos de su orgullosa abuela… Solo faltaba Balthazar, el más pequeño del clan.

Aunque este año no hemos podido disfrutar de la presencia de Charlène en el balcón del Palacio del Príncipe, ella no ha querido olvidarse del día grande del que es su país de adopción. Lo ha hecho con un homenaje a través de sus redes sociales. “Agradecimiento y amor a Mónaco. Al hermoso país y a toda la gente de Mónaco. Dios los bendiga”, escribía la princesa junto a una bandera ondeante del país en lo que ha supuesto una reaparición virtual.

Las últimas noticias con respecto a su estado y también a su residencia llenan de intranquilidad al principado. Había rumores de que Charlène no estaba instalada en la residencia conyugal y ha sido el propio Alberto de Mónaco quien lo ha confirmado en una entrevista para ‘Monaco Matin’, aunque no ha dado muchos más datos. “No está en el principado, pero podremos visitarla muy pronto. No puedo decir más por discreción”, aseguraba. La teoría del supuesto apartamento de dos habitaciones cerca de palacio que, según su cuñada, habría alquilado para instalarse pierde fuerza ante las declaraciones del soberano, que insiste en que ese tema es ”estrictamente confidencial para poder proteger la comodidad y la privacidad de su recuperación”.

En cuanto a su convalecencia, Alberto ha querido ser un poco más explícito dejando claro que las secuelas de la enfermedad de su mujer tienen un alcance importante. “Está mejor, pero todavía necesita descanso y paz. Hay fatiga, no solo física, que solo se puede tratar con un periodo de descanso y seguimiento”. A tenor de estas explicaciones, entendemos que Jacques y Gabriella siguen sin poder estar al 100% con su madre, después de haber estado separados por más de seis meses mientras ella estaba en Sudáfrica.

Ha sido precisamente esto lo que más ha afectado a la princesa, que los ha echado mucho de menos, y parece que tras su regreso al principado la distancia continúa. Sin embargo, tienen a su padre que está muy presente, ahora más que nunca. “La forma en que crecen les ayuda a percibir el mundo. Si uno de los padres está ausente por razones médicas es necesario que el otro padre está ahí”, confesaba en la citada entrevista.