Los Reyes inician su visita de Estado a Suecia: la despedida con honores en el aeropuerto

Por fin ha llegado el día en el que los reyes Felipe y Letizia inician su visita de Estado a Suecia, que va a recuperar el esplendor al que estábamos acostumbrados antes de la pandemia. Y una de las tradiciones con las que se ha cumplido -aunque no se había perdido en el parón por covid- es la despedida con honores en el aeropuerto Adolfo Suárez, una ceremonia solemne que ha servido como pistoletazo de salida para este viaje de tres días de duración, justo dos años después del último que hicieron con destino Cuba, antes de la crisis sanitaria.

Era la una en punto de la tarde cuando don Felipe y doña Letizia hacían su salida del pabellón de Estado de la terminal 4 y accedían a la pista, engalanada para la ocasión con alfombras rojas que unían la escalinata del edificio con la escalerilla del avión. Un recorrido que han realizado acompañados de algunas autoridades como Meritxell Batet, José Luis Martínez-Almeida, Ander Gil o Begoña Villacís. Y entre un punto y otro, una parada obligatoria para escuchar el himno de España, que servía también como señal para marcar el comienzo de este histórico viaje.

La reina Letiza va, desde luego, preparada para las bajas temperaturas. Porque Madrid les ha despedido con solo unos pocos grados sobre cero, una forma de que se acostumbren al clima de Estocolmo, donde están previstas unas temperaturas parecidas, algo más frías en algún momento e incluso nieve para la última jornada de su visita de Estado. Así que es posible que en Suecia veamos a doña Letizia tanto o más abrigada que en el aeropuerto, donde ha lucido unos pantalones de corte culotte, con botas negras de caña alta y tacón cómodo y la prenda estrella, un abrigo de lana en color rojo, muy español.

Tras escuchar el himno desde una pequeña tribuna dispuesta para la ocasión, los Reyes han recorrido de nuevo la alfombra roja, esta vez para acceder al avión Reino de España, su medio de transporte habitual cuando viajan al extranjero. Es, por ejemplo, el mismo que llevó a doña Letizia hace apenas tres semanas hasta Paraguay para su viaje de cooperación. Desde la puerta de la aeronave se ha repetido la tradicional imagen con el monarca y su esposa despidiéndose, después de haber subido la escalerilla cogidos del brazo. Tras ellos y a unos metros de distancia, la autoridades que los acompañan en esta visita de Estado.

Daba comienzo poco después un vuelo de entre tres horas y media y cuatro horas de duración, tiempo suficiente para terminar de perfilar los detalles del programa que llevará a cabo en Suecia. Aunque está todo planificado al milímetro y hay poco margen de error, se sabe que tanto al Rey como a la Reina les gusta tener todo atado y aprovechan los trayectos largos para ultimar detalles, concretar cierta información y, en definitiva, tener todo lo que va a pasar en su viaje perfectamente controlado de cara a que no haya ocasión para errores.

De hecho, una vez que lleguen a Suecia, tampoco tendrán demasiado tiempo hasta su primera acto oficial, ya que a las seis de la tarde está prevista una recepción a una representación de la colectividad española en el país. Marcará el inicio de una agenda real en la que tendrán citas juntos y por separado, ya que tanto el miércoles como el jueves diversificarán su actividad en Estocolmo y acompañados, él del rey Carlos Gustavo, ella de la reina Silvia, estarán presentes en actos en los que se tratarán temas como los lazos empresariales y la tecnología en el caso de don Felipe, y las enfermedades raras o la lengua en el caso de doña Letizia.

El resto del tiempo sí podremos verles juntos y acompañados de la familia real sueca. Habrá varios actos grandes cada día, que darán comienzo el miércoles con su encuentro y posterior paseo en carruaje para darles la bienvenida oficial en el Palacio Real, donde también disfrutarán de un almuerzo privado con los Bernadotte. Y ya por la noche, tendrá lugar uno de los actos más esperados, la cena de gala, en la que veremos un enorme despliegue de vestidos de noche, tiaras, joyas reales y condecoraciones, como corresponde a estas ocasiones.

Aunque el jueves es la última jornada, no quiere decir que tengan menos actividad. Será el día que más veamos por separado a don Felipe y doña Letizia, aunque se reunirán en dos citas. A mediodía, en el Ayuntamiento de Estocolmo, que ofrece un almuerzo en su honor para entregarles las llaves de oro de la ciudad. Más tarde, serán los Reyes quienes devuelvan la invitación a Carlos Gustavo y Silvia, invitándoles a una recepción organizada en la Embajada de España en Suecia. Una cita que servirá como cierre para una visita de Estado histórica y que ha dado comienzo en el aeropuerto de Barajas, donde han sido despedidos con todos los honores.