La histórica visita de Estado de los reyes Felipe y Letizia a Suecia: todas las imágenes

El pabellón de Estado del aeropuerto Adolfo Suárez se engalanaba este martes para celebrar la ceremonia de despedida con honores para los Reyes, antes de partir hacia Suecia, donde, solo unas horas después, comenzarían su visita de Estado. Un viaje histórico, ya que es el primero de este tipo que realizan al país y además como Reyes, puesto que las dos ocasiones anteriores que lo visitaron eran aún Príncipes de Asturias. La pista del aeropuerto, con el avión Reino de España ya preparado, ha sido el primer escenario de los muchos en los que vamos a ver a don Felipe y doña Letizia, en su paso por Suecia, en una visita de Estado que nos ha dejado todas estas imágenes.

No ha faltado ninguno de los elementos que siempre acompañan este tipo de citas. Los Reyes han sido despedidos por varias autoridades, además de las que viajan en la comitiva a Suecia. El himno nacional ha sido tocado por la banda de música de la Guardia Real y una larga alfombra roja cubría el recorrido que Felipe y Letizia harían desde el pabellón de Estado hasta el Airbus, desde donde han saludado a todos los presentes en pista -prensa, autoridades y miembros de la Guardia Real- antes de acceder a la aeronave.

Dos detalles llamaban la atención de esta despedida con honores. Por un lado, el hecho de que hemos vuelto a ver a los Reyes cómplices, hablando entre ellos y muy unidos. Una actitud que ya parece haberse convertido en la tónica general en sus últimas citas públicas. Además de compartir impresiones, han subido la escalerilla del avión cogidos del brazo y esta vez el gesto no se debía a los tacones de la Reina, puesto que ha elegido un calzado cómodo para el trayecto en avión, unas botas altas con un poco de plataforma y tacón ancho. Este era, precisamente, otro de los detalles de la cita que llamaban la atención.

La agenda de los Reyes en Estocolmo arrancó con un acto que nunca falta en los viajes internacionales de Sus Majestades. A los Reyes les gusta conocer a los españoles que viven alrededor del mundo y habitualmente celebran una recepción con algunos de ellos, como ocurrió en Suecia, concretamente en la residencia del embajador, a donde don Felipe y doña Letizia se dirigieron tras aterrizar poco antes de las 17:00 horas en el aeropuerto internacional de Arlanda.

El número de españoles que han emigrado a Suecia ha ido en aumento en los últimos años, aprovechando las oportunidades laborales, las condiciones de trabajo y los beneficios sociales de un mercado que roza el pleno empleo. Son casi 12.500 ciudadanos inscritos en el consulado y de ellos más de 12.000 son residentes con carácter permanente. Y lógicamente, don Felipe y Letizia no pudieron recibir a todos en la embajada, pero sí a una pequeña representación.

A las 11 del miércoles, los Reyes se encontraban con Gustavo Adolfo y Silvia de Suecia en los Establos Reales de Estocolmo, desde donde iniciaron un desfile en carruaje hasta el Palacio Real, donde después ha tenido lugar la bienvenida oficial. Unos momentos muy emocionantes y que numerosos ciudadanos, a pesar del frío, quisieron vivir en primera persona, llenando las calles por las que estaba previsto que pasaran los Reyes.

Tras los himnos nacionales y que los Reyes conocieran a los miembros del Parlamento y del Gobierno, pasaban al interior de palacio, donde tenía lugar otro de los momentos más esperados de esta visita de Estado: el encuentro de don Felipe y doña Letizia con la familia real sueca, casi al completo, con la ausencia de los más pequeños de la casa y de la princesa Magdalena y Chris O´Neill, que viven en Estados Unidos. La reina Letizia mostraba entonces su vestido de Carolina Herrera y rivalizaba en estilo con las otras dos anfitrionas de la cita, Victoria de Suecia y su cuñada Sofía.

Tras el almuerzo en el Palacio Real, fueron caminando hasta el Museo Nobel, parada obligada en estas visitas oficiales. En el trayecto, se encontraron con un mercadillo navideño que no duraron en recorrer, mezclándose con el resto de los ciudadanos. Después, don Felipe y doña Letizia tendrían agendas por separado, ya que mientras él asistía al Parlamento, ella acudió a un seminario sobre enfermedades raras.

Y horas después llegaba el turno de la cena de gala, tan esperada. Todo un despliegue de vestidos de noche, tiaras e históricas joyas. Una velada en la que los Reyes pudieron degustar platos tradicionales y productos típicamente nórdicos, como el reno. Era la segunda que se celebraba en Suecia en esta época pospandemia y la primera con una pareja real. Así que no faltó el lujo y el esplendor al que estábamos acostumbrados cuando se celebraban estas citas antes de que estallara la crisis sanitaria.

La tercera jornada de esta visita de Estado -segunda compartida con la familia real sueca- también empezaba con las agendas de los Reyes por separado. La reina Letizia conocía junto a Silvia la Biblioteca Bernadotte del Palacio Real, mientras que don Felipe se sumergía en reuniones de negocios. Se reencontraban en el Ayuntamiento de Estocolmo, que organizaba una comida en su honor para entregarles las llaves de la ciudad.

Y llegaba por la tarde el último acto oficial de los Reyes en Suecia. Esta vez, intercambiaban los papeles con Carlos Gustavo y Silvia, y eran ellos los que ofrecían una recepción en su honor. Concretamente, en la Embajada de España, un edificio vinculado a Alfonso XIII, bisabuelo de don Felipe. Una cita que servía como broche de oro a esta visita de Estado, ya calificada de histórica.