Un árbol por Charlène: el gesto de Jacques y Gabriella de Mónaco con su madre

Hace una semana, coincidiendo con las celebraciones del Día Nacional de Mónaco, pudimos ver a la familia monegasca asistir a los actos en honor de esta importante fecha en el calendario. Solo había una ausencia, que cada vez es más preocupante: la de la princesa Chàrlene. Su ausencia, sin embargo, fue cubierta por el protagonismo de sus dos hijos, Jacques y Gabriella, que protagonizaban uno de los momentos más emotivos de la jornada. Los pequeños le dedicaban carteles de amor a Charlène desde el balcón del Palacio del Príncipe como una manera de recordarla y darle fuerza en su recuperación. “Te echamos de menos, mamá”, "Te queremos, mami", escribían con muchos corazones.

Aunque no estuvieron acompañados de la princesa en un día tan relevante para el país, los mellizos sí estuvieron muy arropados por sus tías. Carolina y Estefanía anduvieron pendientes de ellos en todo momento, ejerciendo de mamis postizas ante la ausencia de su cuñada. La primera dama faltaba a la tradicional misa de Acción de Gracias, aunque estuvo muy presente en todo momento, ya que el obispo que ofició la ceremonia le dedicó unas palabras pidiendo su pronta recuperación.

Este miércoles, 24 de noviembre, hemos podido ver un acto simbólico de similares características, en el que Chàrlene volvía a ser la gran ausente, pero la principal protagonista al mismo tiempo.

El príncipe Alberto II y sus hijos Jacques y Gabriella, junto a sus compañeros de escuela, han acudido a las terrazas del Casino monegasco para proceder a la plantación de un árbol. El acto tenía lugar dentro de la celebración del centenario de la creación del club Soroptimist en 1921 en Estados Unidos. La sucursal monegasca tiene solo 42 años; no obstante, ya había plantado un árbol en Fontvieille con motivo de su vigésimo aniversario. El Soroptimist International es un movimiento global de mujeres voluntarias que trabajan juntas para transformar la vida de las mujeres y las jóvenes en el mundo.

En esta ocasión, la elección del árbol a plantar recayó en un jacaranda sudafricano, elegido como guiño y homenaje a la princesa Charlène. Una forma de recordar también que en 1921 en Estados Unidos, la primera acción del club Soroptimist impulsada en ese momento por la creativa presidenta Violet Richardson había sido salvar un bosque de secuoyas.

En una mañana soleada, Alberto ha estado en todo momento muy pendiente de los pequeños, que iban muy bien conjuntados: un vestido gris con corazones de colores rojos y negros para Gabriella y un jersey de color rojo para Jacques.

La salud de Charlène

Mientras Alberto intenta seguir una vida normal junto a sus hijos y sus hermanas algunos actos públicos como el mencionado Día de Mónaco, lo cierto es que los rumores sobre la salud de la princesa van en aumento, tanto durante el periodo en el que permaneció en su país de origen como desde que regresó al principado. Las palabras del príncipe sobre el estado de salud de su esposa no parecen haber calmado los rumores y la preocupación en torno a Charlène sigue siendo grande. Aunque el comunicado oficial despejaba algunas dudas, como el motivo de la princesa para ausentarse, presentaba algunas nuevas sobre todo en torno a su paradero. Su entrevista en 'Monaco Matin' tampoco tranquilizó a nadie.

Lo que sí alteró aún más todas las informaciones en torno a Charlène fue lo que publicó ‘Page Six’, que se hacía eco de declaraciones de amigos de la princesa: "Es injusto que se la presente con algún tipo de problema mental o emocional", explicaba esta fuente para el citado medio. "No sabemos por qué Palacio le resta importancia al hecho de que casi muere en Sudáfrica", revela. Estas críticas llegan tras las palabras de Alberto en las que aseguraba que su mujer sufría "fatiga, no solo física, que solo se puede tratar con un periodo de descanso".