Hannover contra Hannover: las claves del juicio que enfrenta hoy a Ernesto contra su hijo

No hay vuelta atrás. Ernesto de Hannover y su hijo primogénito se verán hoy las caras en el Tribunal Regional de Hannover. Literalmente, además, porque así lo ha ordenado el tribunal. Si en España nos estamos acostumbrando a ver con cierta asiduidad al marido de Carolina de Mónaco en muy buena sintonía con su hijo Christian, sus nietos y su nueva pareja, lo cierto es que la relación con su hijo mayor está más tensa que nunca, como podremos comprobar hoy.

La cita en el tribunal significa la vuelta del príncipe alemán a su casa, después de una larga temporada viviendo en Austria. Hoy tiene lugar la primera audiencia del proceso que iniciaba el todavía marido de Carolina de Mónaco a finales de 2020 y del que su hijo mayor tuvo conocimiento el pasado febrero. Se trata de una demanda millonaria que el actual jefe de la Casa Hannover interpuso para reclamar a su primogénito varias propiedades, además de numerosas obras de arte, objetos de valor y carruajes antiguos que supuestamente -y siempre según la demanda- Ernesto Jr. había ido sustrayendo de estos recintos.

En total, son unos cinco millones de euros los que reclama el príncipe alemán a su hijo y que corresponderían a varias propiedades que, hace unos años, decidió donarle como heredero de la Casa Güelfa. Desde entonces, todo fueron problemas. Entre estas propiedades se encuentra el castillo de Marienburg, quizá la joya de la corona del patrimonio familiar. El total estado de abandono de la propiedad hizo que Ernesto hijo quisiera vendérselo a la administración por la cantidad simbólica de un euro, dado que no podía asumir los costes de la reforma, que ascendían a 27 millones de euros. Esta decisión hizo montar en cólera a su padre, que incluso consiguió paralizar la venta.

En estos meses, Ernesto Jr. ha hablado sobre la situación, sobre todo buscando tranquilizar a los vecinos de la zona sobre el destino de este maravilloso monumento. "No hay razón para preocuparse por el futuro del castillo de Marienburg", ha dicho. La situación legal en este sentido siempre ha sido clara, y lo sigue siendo. “La solución de la fundación encontrada con el estado de Baja Sajonia es legalmente segura; nada se interpone en el camino de la preservación a largo plazo de Marienburg como monumento cultural central de la Baja Sajonia, que sigue siendo accesible al público para todos”, enfatizó.

Otra de las propiedades que Ernesto de Hannover reclama es el dominio de Calenberg, que transfirió a su hijo en 2004. El problema con esa finca es que el administador nombrado entonces para gestionarla decidió vender cuatro hectáreas de terreno, en las que se incluían varios edificios, a una persona privada, por lo que, aunque el juez le diera la razón, nunca recuperaría la finca en las mismas condiciones en las que se la cedió a su hijo.

El palacio de Herrenhausen

Pero no es la única propiedad donada que el todavía marido de Carolina de Mónaco quiere recuperar. La última es, seguramente, la que mayores problemas va a traer. Hablamos del palacio principesco de Herrenhausen, que también forma parte del patrimonio familiar. Si ya de por sí el proceso es complicado, hay que tener en cuenta que esta última propiedad no es cualquier edificio en ruinas, sino la residencia actual de Ernesto de Hannover Jr., donde vive con su esposa, Ekaterina, y sus tres hijos. Así que dudamos mucho que esté dispuesto a 'devolver' estos inmuebles y terrenos así como así.

Desde luego, el que ha puesto toda la carne en el asador para poder afrontar esta batalla legal y paternofilial es Ernesto padre. Se estima que los costes del proceso alcanzarán los 600.000 euros, por lo que el príncipe alemán ha tenido que tirar de hucha, pero no solo de la suya. De momento, se supo que ha puesto a la venta una casa que tiene en Frankfurt, por la que pedía un millón y medio de euros.

Además, también ha recurrido a una empresa dedicada al "comercio, adquisición y ejecución de reclamaciones en el país y en el extranjero". O lo que es lo mismo, una empresa de cobro de deudas que pertenece a dos amigos suyos y que se presenta como segundo demandante en este proceso.

Ernesto ha llegado a un acuerdo con esta empresa que, a cambio de participar en la demanda y cubrir parte de los gastos, tendría derecho a quedarse parte de los bienes que reclama. Es decir, que en caso de que el príncipe alemán ganase el juicio, parte del histórico patrimonio de la Casa Hannover quedaría en manos de esta entidad de cobro de deudas, sin que sus herederos pudieran reclamar nada. Una maniobra muy arriesgada, pero que deja clara la confianza que tiene el príncipe en este proceso, que servirá para un reencuentro con su hijo... aunque sea en los tribunales.