Alberto habla claro: la salud de Charlène, el colegio de sus hijos y la verdad de su relación

Aún tenemos en nuestra retina la imagen de Jacques y Gabriella de Mónaco durante las celebraciones del Día Nacional, con carteles dedicados a su madre, la gran ausente de la fiesta. Ya nos podíamos hacer una idea de que los dos príncipes eran quienes peor llevaban el no estar con ella, pero ahora ha sido su propio padre quien lo ha confirmado. Ha sido en una entrevista concedida a la francesa 'Paris Match', en la que Alberto de nuevo ha hablado claro de la salud de Charlène, la verdad de su relación y sus hijos, desvelando por qué decidió sacarlos del colegio.

"Lo están haciendo bastante bien. Por supuesto, extrañan a su madre -dice Alberto-, entienden que su madre necesita descansar para encontrarlos mejor. La apoyan en su recuperación enviándole mucho amor. También saben que muy pronto tendrán mensajes de ella y que iremos a verla lo antes posible. Mi familia es mi prioridad: sin descuidar los asuntos del Estado, estoy lo más presente posible con ellos". Y este es, precisamente, el motivo por el que los niños actualmente no van a la escuela, sino que se están educando en palacio. Un tema de debate que también ha querido aclarar.

El príncipe Alberto cuenta que ya lo hicieron en la pandemia y han decidido continuar así por la ausencia de Charlène, aunque confía en que no tarden en volver a la escuela tradicional: "Hemos establecido un pequeño aula reubicada para ellos. No están solos, ya que cuatro de sus compañeros, dos niños y dos niñas, se unieron a ellos con los mismos maestros como si estuvieran en su institución. El espacio está dispuesto como un aula normal, que da al jardín. Es un entorno agradable para sus años jóvenes", asegura, aclarando así las dudas sobre por qué no estaban asistiendo a su centro habitual, el François-d'Assise-Nicolas-Barré.

Y si hay dos personas a las que el soberano monegasco agradece fundamentalmente su apoyo en todo este tiempo, son sus hermanas, la princesa Carolina y la princesa Estefanía, también precisamente por el cariño que Jacques y Gabriella están recibiendo de ellas. "En este periodo delicado, mis hijos y yo nos sentimos muy rodeados, apoyados por nuestra familia, comenzando con mis hermanas. Estamos muy contentos y agradecidos por esta hermosa unidad, este apoyo familiar, pero también el de los amigos cercanos. Calienta el corazón. Charlène necesita calma, descanso, tranquilidad y apaciguamiento".

El príncipe Alberto insiste, como ya comentó a otra publicación, que conoce los rumores tanto sobre la salud de Charlène como sobre su relación y, de nuevo, asegura que ni hay una enfermedad grave o incurable, ni su pareja está en peligro. Su situación actual es, simplemente, la consecuencia de las diferentes cirugías a las que se ha sometido estos últimos meses: "Cuando regresó, ella misma era consciente de que su estado de profunda fatiga no le permitiría cumplir con sus obligaciones, y que tenía que buscar ayuda". Fue una decisión conjunta tanto del matrimonio como de su familia más cercana, y el resultado fue el ingreso en un centro terapéutico ubicado fuera del principado, en un lugar que no se ha desvelado por razones de discreción y de dar a la princesa la tranquilidad que necesita.

No hace falta una entrevista para saber que su marido y sus hijos piensan en ella, pero Alberto lo confirma: "Todos estamos pensando en ella muy fuerte mientras esperamos su regreso definitivo". Y lo han demostrado recientemente: no solo por los carteles que Jacques y Gabriella lucieron en las celebraciones del Día Nacional, con mensajes de "te echamos de menos" y "te queremos", sino también en una cita reciente, cuando para celebrar el aniversario del club Soroptimist de Mónaco elegían plantar una jacaranda sudafricana, en homenaje al país de su madre y donde ha estado prácticamente este año entero.

Esta entrevista fue concedida poco antes de las celebraciones del Día Nacional y se suma a la lista de declaraciones que el príncipe Alberto ha dado en las últimas semanas sobre el estado de salud de Charlène y su relación. Y siempre han ido en la misma línea: dejando claro que es un problema estrictamente otorrinolaringológico y que su relación no se resiente. Cierto es que en anteriores entrevistas el soberano se mostró mucho más optimista, asegurando que su esposa volvería a Mónaco antes de lo previsto o que estaría en la fiesta grande de Mónaco, el pasado viernes.

Pero ni un dato ni otro -quizá más un deseo por su parte- pudieron hacerse realidad. Además de que la princesa no pudo regresar a Mónaco hasta noviembre, su incorporación a la agenda oficial va a tardar. Fue la gran ausente en un Día Nacional, en el que, paradójicamente, estuvo muy presente, no solo por los mensajes que le dedicaron sus hijos, sino por las palabras del obispo en la misa de la catedral o en el pequeño homenaje que quiso hacer el cuerpo de carabineros, formando un 10 para recordar su aniversario. Gestos que vienen a corroborar que se piensa mucho en ella, como dice Alberto en esta nueva entrevista, en la que ha vuelto a hablar claro sobre la situación familiar.