La infanta Elena visita a su padre en plena crisis por el fracaso de la operación retorno
Las hijas del rey Juan Carlos I mantienen la hoja de ruta y preparan su vuelta pero a plazo más largo. Elena quiere convencer a su padre de que vivir en Zarzuela no es una buena idea
Siempre ha estado ahí en los momentos malos y en los peores. No iban a ser estos días diferentes. El rey Juan Carlos I estaba “muy ilusionado” con su más que posible vuelta estas Navidades y parece que todo se desinfla, desde que se anunciara que la Fiscalía alarga el proceso hasta la próxima primavera.
Con la decepción como compañera, el Rey emérito ha recibido estos días la visita de su hija, la infanta Elena, tal y como ha podido confirmar en primicia Vanitatis de fuentes de toda solvencia. Con ella ha compartido sus preocupaciones. Siempre lo hace, ella sabe casi mejor que nadie lo que aflige a su padre, unas preocupaciones que comparte con un reducido círculo.
Quiere volver, se ha dicho ya tantas veces, y no sabe qué hacer para lograr sus deseos. Desde que se marchó se lo dijo a los suyos, que iba a ser un viaje corto, con una vuelta casi inmediata a su casa, Zarzuela. “No debería ser a ningún otro lugar, la Zarzuela es su casa, así lo vemos todos”, nos han dicho desde su entorno más cercano, ese con el que se comunica casi a diario. A ellos les ha dicho esa frase que les atraviesa como una espada: “Quiero morir en Zarzuela”.
Aunque el palacio de la Zarzuela es algo a lo que el rey Felipe VI quiere que renuncie, y así lo saben sus hermanas, las dos Infantas, quienes llevan meses ya preparando la vuelta de su padre, buscando lugares en los que podría instalarse, hablando con amigos y familiares para encontrar el refugio perfecto.
Un viaje significativo
Ellas pensaban que finalmente llegaría el momento esta Navidad, el anuncio del archivo del caso de don Juan Carlos por parte de la Fiscalía les había dado las esperanzas a todos. Y el chasco ha sido enorme. Tanto que su hija se ha ido a visitar al padre y darle apoyo. Apoyo, sí, pero también a hablar de cómo encarar esta nueva etapa. La visita de la infanta Elena es un ejemplo de las pocas posibilidades que existen de que su padre vuelva en las próximas semanas. Ningún sentido tendría que su hija le visite si él viniera el 17 de diciembre, como se dijo en su momento.
Esta vez no ha sido uno de tantos viajes. Doña Elena prepara los viajes con antelación y este en concreto ha surgido de forma más espontánea, acaso pensando en que no viajaría porque su padre iba a venir. Hay que tener en cuenta que la hija mayor de los Reyes eméritos ha visitado a su padre cada dos meses como mínimo, muchas veces en compañía de su hermana, la infanta Cristina.
Las dos hijas de la reina Sofía y el rey Juan Carlos se han mantenido al lado de su padre en todo momento, algo que queda claro con este último viaje. En este encuentro han hablado de todas las posibilidades, y pese a que el Rey emérito insiste en que quiere volver a Zarzuela, su hija le intenta convencer de que debe buscar otro refugio. Es en esta línea en la que han estado trabajando tanto doña Elena como doña Cristina en los últimos meses. Incluso familias con grandes patrimonios le han ofrecido su casa, alguna de las grandes casas que tienen tanto en Madrid capital como en las afueras.
Elena vive sola
Las hijas de los Reyes eméritos han valorado todas las posibilidades, hasta que se instalara con doña Elena, ahora que vive sola, como adelantó Vanitatis. Pero es la peor de todas las ideas que barajan, según ellas mismas admiten, pero todo sirve para tratar de convencer a su padre de que la Zarzuela será una opción muy difícil.
Quienes hablan con él también nos cuentan cómo va siempre un paso por delante. Avisa a los suyos de que se preparen por algo que aparecerá publicado en tal o cual momento, y así sucede. “Está informadísimo de todo”, admiten. Y cuentan que desde el pasado verano, cuando él ya supo de la posibilidad de volver, le entró el pánico: ¿cómo moverse sin asignación ni dinero en España?
La pregunta puede provocar chanzas entre el público, es evidente, porque su causa es precisamente por apropiarse de fondos que no le correspondían, Supuestamente, siempre. Pero si hablamos de lo que está probado, es decir, del dinero legal con el que cuenta, no es demasiado. Su hijo, el rey Felipe VI, le retiró la atribución de Casa Real hace ya más de un año, en 2020, así que con esa partida no puede contar.
¿Quién paga los gastos?
¿Podría vivir de las ayudas de sus amigos? “¿No es eso caridad? -nos responden desde su círculo y el de sus hijas-. ¿Debe el que ha sido jefe de Estado durante décadas vivir de lo que le presten sus amigos? Para todos nosotros y para él también es una vergüenza”. Porque además, señalan, una vez en España, si finalmente logra volver, todos sus movimientos serán escrutados con lupa. Desde una comida con amigos hasta una escapada a Galicia, por poner un ejemplo.
¿Quién pagará todo eso? Él espera, como informaba El Confidencial estos días, que lo haga el Estado a través de la asignación que recibe la Casa Real. Porque si la Fiscalía cierra el caso, considera que ya no hay nada de lo que se le pueda acusar. Acusaciones de las que, por otro lado, se considera inocente.
Siempre ha estado ahí en los momentos malos y en los peores. No iban a ser estos días diferentes. El rey Juan Carlos I estaba “muy ilusionado” con su más que posible vuelta estas Navidades y parece que todo se desinfla, desde que se anunciara que la Fiscalía alarga el proceso hasta la próxima primavera.
- Las infantas Elena y Cristina se implican en la 'operación retorno' de Juan Carlos I Silvia Taulés
- 'Descanso' en Seychelles y visita de la infanta Elena: así cumple Juan Carlos I un año fuera Silvia Taulés
- El rey Juan Carlos I se sincera con su biógrafa: "Tengo que pensar en mi funeral" Silvia Taulés