Las habilidades secretas de la familia real británica: de la mecánica de coches al reinado del ping-pong

Quien más o quien menos tiene sus aficiones, esas actividades perfectas para disfrutar del tiempo de ocio, desconectar y relajarse. La familia real británica no es una excepción y, aunque pensamos que ya lo sabemos todo sobre ellos, parece que aún quedan cosas que pueden sorprendernos, pequeñas pinceladas sobre su vida que nos ayudan a conocer un poco mejor sus gustos y aficiones, tal y como sucedió cuando conocimos cuáles eran sus bebidas preferidas, o cuál es el juego que disfrutan en familia.

La reina es una de las más conocidas, su vida ha sido escrita y recogida de todas las formas posibles, incluidos libros, documentales, películas como ‘The Queen’ o series como ‘The Crown’, donde es su vida el hilo conductor de la historia. Sin embargo, nos resulta tan apasionante que siempre parece que tenemos algo nuevo que aprender sobre ella, como su afición a coleccionar sellos y monedas, su pasión por la jardinería o su agilidad montando a caballo.

Menos conocida es su habilidad como mecánica, pues durante la II Guerra Mundial fue entrenada como tal, además de como conductora, aprendiendo a manejar grandes vehículos como ambulancias y camiones. No es habitual verle empuñar una llave inglesa, pero hasta hace poco sí era algo normal verla tras el volante de su propio vehículo, pues parece que conducir en una de las pasiones que mantiene desde su juventud.

Muy impactante resultó también cuando, poco después de su boda con el príncipe Andrés, Sarah Ferguson conseguía la licencia para pilotar helicópteros, una habilidad que quiso adquirir para poder conocer un poco más sobre la profesión de su marido en aquella época, pero que parece seguir siendo de su agrado, pues hace poco se planteaba renovar la citada licencia. De hecho, un helicóptero es el protagonista de unos de los libros que ha publicado.

Por su parte, sus hijas desde pequeñas mostraron una gran pasión por el baile y durante un tiempo practicaron ballet, afición que seguro que compartían con quien fue su tía, Diana de Gales, para quien el baile era más que una afición, era una pasión. De hecho, hay quien asegura que le había encantado dedicarse a ello, pero su altura hizo que su carrera en el mundo del ballet no fuera posible. Poco importaba su altura cuando disfrutaba de otra de sus aficiones, el buceo.

Si Lady Di sabía tocar el piano, su exmarido tampoco se quedaba atrás, pues desde muy joven aprendió a tocar el chelo. Sin embargo, la verdadera pasión del príncipe Carlos es la pintura, el heredero del trono tiene gran soltura con los pinceles, y la acuarela es la forma que emplea para recoger recuerdos de sus viajes. Incluso es miembro de la Royal Watercolour Society (Sociedad Real de Acuarelas) y ha expuesto sus obras en alguna ocasión.

Un poco más sorprendente es la afición de su mujer, pues Camilla Parker Bowles ha demostrado que con una raqueta no hay quien la pare. Bueno, más bien con una pala, porque en su caso, es el ping-pong o tenis de mesa el que le ha robado el corazón y no duda en mostrar sus habilidades siempre que tiene ocasión. Un poco similar a lo que sucede con Kate Middleton, a quien parece que casi todo se le da bien.

La hemos visto probar su habilidad con numerosos deportes, pero el tenis es uno de sus preferidos, no solo verlo, como sucede en Wimbledon, también jugarlo, pues tienen una pista de tenis en su casa donde practicar siempre que quiera. Aficiones que surgieron en sus años de colegio, donde además de practicar deporte, también aprendió a tocar el piano y la flauta. Su marido reconoció que suele pintar en los jardines de palacio, pero sin duda su gran pasión es la fotografía. Muchas de las fotos familiares que pasarán a la historia tienen su firma.

Esta afición seguro que le ha servido para estar más unida a la abuela de su marido, pues Isabel II también es una amante de este arte desde que su padre le regaló su primera cámara de fotos. Muy aficionado del deporte es el príncipe Guillermo, quien durante su juventud realizó varios viajes en moto junto a su hermano e incluso recibió formación para poder bajar a cuevas, algo que espera en el futuro poder hacer junto a sus hijos, aunque de momento los pequeños de la casa parecen más interesados en bailar y escuchar música.

Sin duda, su habilidad más sorprendente, y menos esperada, es su capacidad para hacer malabares, eso sí, con solo tres pelotas. También es capaz de ello su hermano, aunque se le da un poco peor, como se pudo comprobar durante un vídeo que protagonizaba su mujer y en el que aparecía él de fondo durante las 'tomas falsas'. Meghan Markle también tiene un gran talento, pues durante un tiempo se ganó la vida haciendo trabajos de caligrafía. ¿Hay algo que no sepan hacer?