Las revelaciones de un extrabajador de Zarzuela sobre don Felipe, doña Letizia y el emérito

Ni estaban tan unidos ni formaban un equipo fuerte, como intentaban hacer ver. Es al menos lo que se desprende del último capítulo que ha salido al aire de 'XRey', el podcast sobre el rey Juan Carlos, que aborda la figura del rey Felipe en esta segunda temporada y que se puede escuchar en Spotify. Ya avanzábamos hace unos días que contaba con testimonios muy interesantes y que iban a aportar datos desconocidos. No esperábamos que uno de ellos fuera de un trabajador de Zarzuela, que cuenta al detalle la tensión vivida por don Felipe y doña Letizia al empezar a conocer algunas acciones de don Juan Carlos que podían poner en peligro su reinado.

Casi desde que se casaron tomaron un camino propio, con decisiones autónomas. De hecho, incluso pidieron en su momento que hubiera una casa principesca propia y que su trabajo no dependiera de Casa Real, un sistema parecido a lo que se hace con la familia real británica, en el que cada uno de sus miembros depende de una oficina diferente. Los Príncipes de Asturias querían cambiar la imagen de la Corona, que fuera más moderna y cercana. Un punto de fricción con los entonces Reyes, como cuenta este trabajador de Zarzuela.

No es la primera vez que un miembro de la Casa Real participa en este podcast. Ya lo hicieron en su primera temporada Rafael Spottorno, exjefe de la Casa Real, y Javier Ayuso, exresponsable de comunicación. Pero, en esta ocasión, el portador de este testimonio prefiere que tanto su nombre como su voz queden ocultos: "Para ellos -los Príncipes- éramos una pandilla de burócratas y funcionarios todos los que estábamos allí. Que seguíamos las consignas que nos daba el jefe de la Casa y no teníamos libertad", dice esta persona, que vivió los primeros años de la ahora Reina en Zarzuela, tras casarse con don Felipe.

Se dan entonces los primeros choques. Un sistema ya establecido frente a dos personas que lo quieren cambiar. Eran dos personas jóvenes, con energía y que querían cambiar las cosas: "Se quejaban mucho de la burocracia de la Casa. Ella quería organizar a los medios de comunicación y tenía la costumbre de hablar con sus amigos periodistas", afirma este trabajador anónimo. Pero este choque de trenes no era lo único que preocupó a los entonces Príncipes de Asturias. Había algo aún más importante: la relación del rey Juan Carlos con Corinna.

Esa autoproclamada princesa alemana empezaba a hacer negocios por todo el mundo junto al rey Juan Carlos y trataba de tú a tú a gobiernos, ministros y servicios de inteligencia. Y no solo eso: el monarca se había enamorado y los Príncipes eran conscientes de que el matrimonio de los entonces Reyes hacía aguas. "Tenían siempre la angustia de que se les estuviera complicando el acceso al trono", dice el trabajador de Zarzuela. "El Rey y Corinna les estaban poniendo palos en las ruedas. Decían: 'No llegaremos, mi padre nos va a dejar sin reinar'. Esa ansiedad les provocaba estar muy tensos en las relaciones con todos. Preguntaban siempre lo que había dicho uno u otro, tenían miedo de lo que se pudiera saber".

La foto de familia feliz que tuvo lugar aquel 2007 en Palma de Mallorca, cuando veíamos por última vez a toda la familia, empezaba a resquebrajarse. Llegó poco después la separación de la infanta Elena, las primeras sospechas de que los negocios de Iñaki Urdangarin no eran del todo limpios... y los negocios cada vez más oscuros del Rey. Y mientras, unos Felipe y Letizia que estaban en auge, casi siendo los royals de moda. Pero no todos lo veían de forma positiva, incluso en Zarzuela parecía que se había establecido una competencia.

Así lo cuenta este miembro anónimo de Casa Real: "Recuerdo que la reina Sofía decía: 'He ido a la ópera y no me han sacado. ¿Qué tengo que hacer para salir más?'. Le decíamos que no se preocupara, que tenía los mejores datos de aceptación de la gente. Pero ella veía cómo Letizia le hacía sombra". Esto se unió al hecho de que el personal de Zarzuela empezó a poner mucho más empeño en servir al futuro Rey que al presente. Una situación que al rey Juan Carlos le recordaba mucho a aquellos años en Estoril junto a don Juan de Borbón, en la que las tensiones se establecieron irremediablemente entre padre e hijo.

Toda esa tensión, y con dimisiones de personal de Casa Real mediante, se atenuaba en 2014, cuando el rey Juan Carlos abdicaba el trono. El rey Felipe se convertía entonces en aquello para lo que había nacido y para lo que se había preparado. Terminaban las intrigas palaciegas y esa lucha de poderes latente que se estableció entre don Juan Carlos y su hijo, que vio pronto que no había que seguir, en muchos aspectos, el ejemplo de su padre.