Sophie de Wessex y su aplaudido vestido de flores para su viaje a Catar

Es el primer miembro de la Casa Real en retomar su actividad pública y lo hace por la puerta grande, acaparando todo el protagonismo. Sophie de Wessex deslumbra en su primer viaje oficial de 2022, que ha tenido como destino Catar con el fin de promover las actividades de la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera, de la que es embajadora global. Aterrizó en el aeropuerto de Doha el 10 de enero y está cumpliendo con una ajetreada agenda, visitando los centros de bienestar donde se atiende a los enfermos y manteniendo diferentes reuniones. Su misión es recaudar fondos y conocer los programas de salud relacionados con las enfermedades oculares.

Aún con la resaca informativa del 40 cumpleaños de Kate Middleton, el 9 de enero, que no ha tenido grandes celebraciones debido a la pandemia, su tía política vuelve al trabajo. Ocupa un puesto destacado en las actividades de la familia real y también es uno de sus miembros más valorados y populares. Para su primer día de visita en Doha, Sophie ha elegido un look perfecto que ha sido muy aplaudido por la prensa internacional. Luce un vestido de aire romántico con estampado de flores sobre fondo azul oscuro y de largo midi, de la firma británica Soler London, que puede adquirirse en la web por 650 euros. De manga larga y escote cerrado es perfecto para adaptarse a las normas de recato que imperan en el país. Encima, una sencilla pero elegante blazer blanca con botones dorados y como calzado unos salones en color azul bebé de Prada que estrena para la ocasión.

Destacamos el detalle más naíf del estilismo, que viene a poner una nota diferente y llamativa. Hablamos de un bolso de rafia, tipo saco con asa redonda metálica y cenefas de flores en azul turquesa. La autora del diseño no es otra que Sophie de Habsburgo y tiene un precio de 180 euros. La marca de la archiduquesa de Austria es una de sus preferidas en lo que a accesorios se refiere. La cuñada del príncipe Carlos llevaba el pelo suelto con un sencillo semirrecogido y, por supuesto, no se quitó en ningún momento la mascarilla respetando las medidas de protección para evitar contagios.

No es la primera vez que la condesa de Wessex visita Catar, en el año 2013 también realizó un viaje oficial en solitario y curiosamente uno de los looks que llevó en aquella ocasión sigue bastante la estela del actual: estampado de flores y chaqueta blanca, aunque hace nueve años prefirió lucir pantalones en vez de vestido. El martes 11, tras descansar del largo viaje, Sophie se reunió con el vice primer ministro y con el ministro de Relaciones Exteriores de Catar, con los que habló del desarrollo de la iniciativa Qatar Creating Vision para que los niños regresen a la escuela en India y Bangladesh a través de exámenes y tratamientos oculares. También tuvo la oportunidad de recorrer las distintas salas del impresionante Museo Nacional de Catar. Allí no solo se empapó del patrimonio artístico y cultural de sus anfitriones, también pudo ver las exhibiciones interactivas multisensoriales que han sido diseñadas para personas ciegas y con problemas de visión.

During a meeting with Her Royal Highness the Countess of Wessex, @qcharity's senior management and @OrbisIntl representatives announced their support for the ‘2030 In Sight’ initiative seeking to highlight the scale of avoidable blindness, and promote access to eye care pic.twitter.com/xwoeBhUrhi

— Qatar Charity | قطر الخيرية (@qcharity) January 12, 2022

Además, la condesa de Wessex tendrá un encuentro muy especial con un grupo de mujeres afganas que se han refugiado en el emirato tras la llegada de los talibanes al poder. Quiere conocer de primera mano cómo es su vida diaria lejos de su país y escuchar sus testimonios de todo lo que han vivido en los últimos meses. Un viaje muy intenso, que ella está cumpliendo con éxito. El papel institucional de la esposa de Eduardo de Inglaterra se ha visto incrementado tras la marcha de Harry y Meghan a Estados Unidos. La reina Isabel II siente auténtica devoción por ella y los británicos ponen en valor su profesionalidad, discreción y entrega a la Corona.