La familia real danesa se vuelca con Margarita II en las celebraciones de sus 50 años en el trono

El 14 de enero siempre será una fecha agridulce para Margarita de Dinamarca. Ese día de 1972 fallecía su padre, Federico IX, y ella se convertía automáticamente en reina de los daneses. Este viernes se cumplen 50 años de aquella jornada en la que la soberana vivió tantas emociones, el perder a su progenitor y asumir el trono. Y para celebrarlo la reina había preparado unos grandes festejos, muy a su estilo, que incluían una cena de gala con royals europeos; sin embargo, el coronavirus la ha obligado a posponer sus planes hasta septiembre, cumpliendo ahora solo con los más protocolarios.

A las 10:00 horas de la mañana, la familia real danesa llegaba al palacio de Christiansborg, el Parlamento danés, donde ha tenido lugar una ceremonia para conmemorar el medio siglo de Margarita en el trono. La primera en hacer acto de presencia era su hermana mediana, Benedicta, vestida de morado. La princesa de Sayn Wittgenstein Berleburg por matrimonio vive entre Alemania y Dinamarca, y sigue cumpliendo con algunos compromisos para su país. La que no ha podido estar en estos festejos ha sido la benjamina de las hermanas, Ana María, quien ha decidido permanecer en Grecia junto a su marido, Constantino, que acaba de pasar el coronavirus y su salud no es del todo buena.

Tras Benedicta les tocaba el turno a Joaquín y a Marie, que han viajado expresamente desde París, donde residen desde hacer un par de años para estar presentes en este homenaje a la soberana. La relación entre el príncipe y su hermano mayor, Federico, no es demasiado buena. Joaquín mostró hace unos meses su descontento con la situación que vive. "Para el príncipe heredero, es suficiente seguir el curso de los acontecimientos. Pero nada se define sobre el papel del repuesto y su esposa, ni por escrito ni oralmente. Mi padre experimentó la misma insatisfacción y nunca logró obtener una aclaración sobre su lugar en la familia real", aseguraba en mayo en una entrevista a 'Point de Vue'. Sin embargo, y a pesar de que no encuentra su papel en la corte, la pareja no ha querido faltar a este acto tan importante.

Como tampoco han faltado los herederos, Federico y Mary, los siguientes en llegar a Christiansborg. La princesa, de nuevo, ha dado una lección de estilo con un vestido color nude, una capa del mismo color y unos impresionantes pendientes de diamantes y rubíes con un anillo a juego, así como un collar de perlas. Parece que a la pareja todavía le queda un largo viaje antes de convertirse ellos mismos en reyes, pues Margarita ya ha declarado en más de una ocasión que ni se le pasa por la cabeza la opción de abdicar, así que les tocará esperar.

Y ya por fin llegaba Margarita, muy sonriente vestida de azul y con el impresionante broche de la Margarita, en honor a su nombre, una pieza que perteneció a su abuela materna, Margarita de Connaught, nieta de la reina Victoria de Inglaterra. Durante la ceremonia en el interior del Parlamento, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, ha pronunciado un discurso acerca de la labor llevada a cabo por la soberana en este medio siglo en el trono, y después todos han firmado en el libro de visitas.

Tras ello, la familia al completo se dirigirá hasta la catedral de Roskilde para ofrecer un homenaje floral a Christian IX en el 50 aniversario de su muerte, y también a su esposa, la reina Ingrid, madre de Margarita.