Letizia rescata un vestido de Valentino de su suegra, la reina Sofía, para el cuerpo diplomático

Una nueva muestra de la cordial relación que existe entre doña Sofía y doña Letizia, y una gran demostración de que la actual Reina de España le ha cogido gusto a eso de rebuscar en el armario de su suegra. Así podríamos definir la primera aparición de la semana de Su Majestad, que junto a don Felipe ha presidido la recepción al cuerpo diplomático acreditado en España, una ceremonia que ha tenido lugar en el Palacio Real de Madrid y que, debido a la pandemia de nuevo, como en 2021, se ha celebrado bajo importantes restricciones.

Doña Letizia por fin ha lucido una pieza de Valentino, un vestido que perteneció a la reina Sofía y que tiene ya sus años. Fue en 1977 cuando la ahora emérita llevó este vestido del diseñador italiano en una visita de Estado a Alemania. Tras dos días llenos de actividades, la segunda noche, don Juan Carlos y doña Sofía ofrecían un concierto en honor a sus anfitriones, el entonces presidente Walter Scheel y su esposa, Mildred, en el Gymnich Castle, en el que la madre de Felipe VI daba una lección de elegancia con su elección de vestuario.

Ahora, 44 años después, ha sido su nuera la que ha aparecido en el Palacio Real luciendo aquel modelo, que a pesar del tiempo transcurrido nos sigue pareciendo actual. Un vestido ya vintage formado por cuerpo de escote redondo y mangas transparentes ligeramente abullonadas, con un delicado bordado de flores en color rosa y con hojas verdes, del mismo tono de la falda, con pliegues en la parte superior. El diseño presenta un cinturón hecho con tres cordones rosas que rodean la cintura y que cuando lo llevó doña Sofía terminaba con un lazo en el centro; sin embargo, doña Letizia ha preferido prescindir de él.

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N.Tiburcio

No es esta la primera vez -y esperamos que no sea la última- que doña Letizia rebusca en el vestidor de su suegra para los actos oficiales. La reina Sofía tiene un gusto exquisito y durante su juventud almacenó una gran colección de vestidos y otras prendas que, de no ser por su nuera, ahora seguirían guardados en los armarios de Zarzuela, llenos de polvo. Este gesto demuestra también que, a pesar de todo, existe una relación cordial entre ambas, algo de lo que se ha hablado y mucho sobre todo después de su rifirrafe en Palma de Mallorca en abril de 2018.

A pesar de que aplaudimos la decisión de doña Letizia de darle una segunda vida a este diseño de Valentino, lo cierto es que echamos de menos alguna gran joya para combinarlo. Unos pendientes de esmeraldas y diamantes o una gargantilla del joyero real, por ejemplo, como los que llevó en su momento la reina Sofía en Alemania, le hubieran dado un toque más regio a este look que seguro que siempre guardaremos en la retina. Pero la Reina ha demostrado de nuevo su sencillez en lo que respecta a las joyas, optando por unos pendientes de Tous que, eso sí, coordinaban con el color del vestido, ya que están realizados con rubí y esmeraldas.

Sobre el resto de complementos no faltaba el anillo de Karen Hallam ni tampoco el piercing que desde hace unos días adorna su oreja izquierda. En cuanto al calzado, ha optado por unos nuevos zapatos nude con maxiplataforma, muy parecidos a los que le vimos el pasado 6 de enero, durante la celebración de la Pascua Militar. Y es que es habitual que doña Letizia combine sus vestidos de gala con zapatos de mucho tacón, para verse más estilizada, y la plataforma ayuda a que esos centímetros de más sean más cómodos.

Este ha sido el inicio de una semana llena de actos para doña Letizia, a la que volveremos a ver el próximo miércoles en la inauguración de Fitur, junto al Rey, y el jueves, día en el que, como presidenta de honor de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, encabezará la reunión de su patronato y el posterior evento '(In)fórmate: pensamiento crítico y alfabetización mediática'.