¿Peluches y cojines? Se filtran las curiosas manías del príncipe Andrés en la cama

Están siendo momentos complicados para Isabel II, quien acaba de despojar al príncipe Andrés de todos sus honores militares, así como de su título de Alteza Real. Una decisión que, en opinión de muchos, llega tarde, pues hace ya bastante tiempo que la figura del príncipe está en entredicho a causa de las acusaciones contra él. La intención del príncipe Andrés y sus abogados había sido hasta el momento que el juez desestimara la demanda por abusos sexuales a menores interpuesta por Virginia Giuffre.

No ha sido de este modo, el juez finalmente se ha posicionado en contra de los deseos del duque de York, que tendrá que ir a juicio. Una mala noticia para él, quien esperaba no tener que llegar hasta este punto y que hasta el momento ha tenido que hacer frente a la sociedad británica, que ha dejado muy clara su opinión en contra. Tanto es así que incluso se han atrevido a hacer pintadas acusatorias en uno de los palacios de Isabel II. Ahora será la justicia quien se encargue de tomar una decisión.

Todo esto ha ido deteriorando la imagen del príncipe Andrés, pero también despertando el interés por su persona. No es raro que esto haya llevado a diarios como ‘The Sun’ a investigar un poco más sobre sus costumbres y manías, consiguiendo una curiosa información que acaban de hacer pública.

Al parecer, y siempre según el citado medio, el príncipe Andrés tiene algunas manías que hasta la fecha se desconocían y que han dejado a más de uno sorprendido, pues están relacionadas con algunas de sus exigencias en la cama. En esta ocasión no hablamos de filias sexuales, sino de cómo el príncipe esperaba que el servicio colocara su colección de animales de peluche y cojines sobre la cama. De no seguirse el orden marcado, el enfado de Andrés era mayúsculo.

Paul Page, exmiembro del equipo de seguridad, así lo ha confirmado durante una entrevista con el presentador Ranvir Singh para un documental de ITV sobre el caso del príncipe Andrés que pronto será emitido, asegurado que los miembros del equipo que trabajaban para él tenían que asegurarse de que todos los peluches del príncipe estuvieran colocados en su sitio, incluso tenían una fotografía como referencia para evitar errores. De no hacerse de esta forma el resultado era un “berrinche” por parte del príncipe Andrés, una palabra que habitualmente se asocia con las rabietas de los niños, pero que Page no dudó en utilizar.

Al parecer había instrucciones precisas, que detalla ‘The Sun’, para asegurarse de que todo estaba en el lugar perfecto, tanto los peluches como los cojines. Así, sobre el cabecero, en el lado izquierdo de la cama había que colocar el osito de peluche sujetando un corazón, en ese mismo lado y sobre la cama, uno más pequeño y con un collar. En la parte derecha se posiciona el hipopótamo gris, a los pies, pero también en la derecha, la pantera negra, y junto a ella, en el centro, el otro hipopótamo. En el centro de la cama van los cojines, primero el que dice ‘Daddy’ (‘papi’), frente a él el que tiene escrito ‘Ducks’ (‘patos’) y finalmente en el que se puede leer ‘Prince’ (‘príncipe’).

Se desconocen los motivos que le llevan a conservar esta original colección, una manía en principio inofensiva, y a quererla siempre en esta exacta posición. De hecho, no descartan que los guarde por motivos sentimentales y que sean regalos de sus hijas o de Sarah Ferguson, con quien vive en Royal Lodge (ubicada en Windsor Great Park en Berkshire, Inglaterra), aunque estos detalles harían referencia a la habitación que mantenía en Buckingham Palace para las ocasiones en las que se quedaba a pasar la noche en el palacio.