Ingrid Alexandra asalta el armario de Mette-Marit para la celebración de sus 18

Faltan horas para que entre en la mayoría de edad, pero a nivel institucional ya ha dado el primer paso adulto. Sobre las 10 de la mañana de este jueves, Ingrid Alexandra de Noruega llegaba al Parlamento noruego, relajada, muy sonriente y con un estilismo perfecto que escondía algunas curiosidades. La princesa ‘asaltaba’ el armario de Mette-Marit para cogerle prestadas algunas piezas con las que brillar en el gran día. Había que cuidar al máximo la imagen y nada mejor que confiar en la experiencia y también en la elegancia de su madre para acertar.

Así, la joven ha elegido una blazer blanca entallada de la diseñadora británica Stella McCartney que pertenece a la esposa de Haakon de Noruega. La ha combinado con una discreta camisa en el mismo color, de cuello cuadrado y cerrado, pantalones sastre en negro y zapatos de salón. La americana no es lo único que Ingrid le ha ‘robado’ a su madre: la cartera de mano burdeos de la firma Aspinal of London y los pendientes también eran de Mette-Marit. De hecho, esta joya se la han intercambiado en varias ocasiones, algo que también suelen hacer Letizia y sus hijas, Leonor y Sofía. Quizá la nieta del rey Harald quiso hacerle un homenaje como heredera de su puesto en la familia real y también de su estilo.

Pese a las coincidencias fashion con su madre, lo cierto es que Ingrid Alexandra tiene personalidad propia diferente a la de Mette-Marit. Menos tímida que la actual heredera del trono, lo ha demostrado apareciendo sonriente y divertida junto a Masud Gharahkhani, el presidente del Parlamento, con quien ha intercambiado confidencias y bromas mientras los fotógrafos allí presentes inmortalizaban el momento. Solo un gesto denotaba su nerviosismo, agarraba su clutch al frente, moviendo las manos y apretando los dedos. Era una ocasión importante, que marca el inicio de su vida adulta a nivel institucional, así que algo de tensión había.

Una vez dentro del Parlamento, ha podido informarse detalladamente del trabajo que se lleva a cabo en la Asamblea Nacional y ha vuelto a posar para la prensa, sin mascarilla, pero manteniendo la distancia de seguridad. La visita ha terminado con la firma de la princesa Ingrid en el libro de invitados del Parlamento, pero la apretada agenda del día anterior a su cumpleaños continúa. Seguidamente se ha reunido con el primer ministro, Jonas Gahr Store, y también con representantes de su oficina para conocer de cerca cómo es la labor que desempeña el Gobierno y los distintos ministerios. El día ha terminado con una visita al Tribunal Supremo, donde será recibida por la jueza Toril Marie Oie.

Volviendo al estilismo de la princesa Ingrid Alexandra, parece que tiene muy clara la imagen profesional que quiere dar a partir de ahora. En los retratos oficiales con motivo de su mayoría de edad eligió un sobrio traje de chaqueta negro, y para la visita a los tres poderes del Estado vuelve a apostar por un look working, serio y elegante, que se aleja de su etapa más adolescente. Para el día 21, fecha de su cumpleaños, quizá repita la fórmula con otro outfit similar para presidir la recepción de una delegación de representantes de la sociedad de su país en el Palacio Real.

Eso sí, por el momento parece que nos quedaremos sin verla con traje de gala y tiara, ya que las celebraciones de su aniversario se han suspendido por causa de la pandemia. Tendrá que conformarse con algo íntimo y privado, con sus padres y hermanos. Pero algo ya han celebrado, puesto que hemos visto en sus redes sociales un vídeo en el que aparece esquiando. “Únete a la princesa Ingrid Alexandra y al resto de la familia del príncipe heredero en un soleado día de ensueño en las montañas. El viernes, la princesa cumple 18 años, y el esquí es una de sus grandes pasiones”, dice el texto.

La vida de la primogénita de Haakon y Mette-Marit va a experimentar algunos cambios a raíz de su mayoría de edad. Para empezar tendrá su propia oficina, aunque no la ocupe de forma permanente por el momento. Ingrid Alexandra de Noruega tendrá que alternar la formación militar con sus estudios y con representaciones puntuales de la Corona, que serán escasas en los años más inmediatos para que pueda terminar su formación académica, prioritaria tanto para sus padres como sus abuelos.