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El goloso y ruinoso negocio de James Middleton que se ha ido a pique
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Quiebra empresarial

El goloso y ruinoso negocio de James Middleton que se ha ido a pique

El hermano de la duquesa de Cambridge soñaba con ser el próximo Richard Branson, pero su empresa de malvaviscos Boomf ha entrado en concurso de acreedores

Foto: James Middleton, en una imagen de archivo. (Getty Images)
James Middleton, en una imagen de archivo. (Getty Images)

Hechos de azúcar líquido estabilizado con gelatina, los marshmallows o malvaviscos son una popular golosina que James Middleton decidió comercializar enviando cajas personalizadas de estos dulces a razón de 24 euros la unidad. Pero su empresa, Boomf, se acaba de venir abajo después de ocho años acumulando pérdidas millonarias.

La firma fundada por el hermano menor de Kate Middleton ha comunicado a sus acreedores que se enfrentaban a la posibilidad de recuperar tan solo 25 peniques por cada libra invertida en el negocio, según informa el 'Daily Mail'. James había recaudado unos 2,4 millones de euros que había volcado en el negocio, al frente del cual se calificaba como 'Wonka en jefe', en referencia al célebre personaje de 'Charlie y la fábrica de chocolate'.

Entre los accionistas se encuentra su cuñado James Matthews, casado con su hermana mayor Pippa. Otro es Nick Jenkins, el magnate de las tarjetas de felicitación Moonpig y antiguo juez del programa 'Dragons' Den'. Se incorporó como presidente en 2014 y su éxito era el que Middleton esperaba emular. En un comunicado al llegar a la empresa, Jenkins dijo: "Boomf es una forma muy personal y sabrosa de decir feliz cumpleaños, gracias o felicidades. Una tarjeta que se puede comer. ¿Qué es lo que no te puede gustar?".

Es sin duda un resultado decepcionante para un hombre que una vez dijo a sus amigos que aspiraba a ser el próximo Richard Branson. La familia Middleton es famosa por estar muy unida y hace tiempo que apoyan a James en su intento de convertirse en un empresario de éxito.

Foto: Los duques de Cambridge, en el estreno de James Bond: 'Sin tiempo para morir'. (Reuters)

Fue su tío Gary Goldsmith –el extravagante hermano menor de su madre, Carole, un exitoso hombre de negocios y padrino de James– quien prestó a James 12.000 euros para que pusiera en marcha su primer negocio, la empresa Cake Kit, cuyo objetivo era proporcionar kits para personas demasiado ocupadas para hacer bizcochos y tartas desde cero.

Todavía está por ver qué aprenderá Middleton de este último revés. El verano pasado, él y su nueva esposa, Alizee Thevenet, una analista financiera francesa, se mudaron a una casa de campo y posteriormente se casaron en una idílica ceremonia secreta. Un año antes había ejercido como anfitrión en Glen Affric, una impresionante casa de campo en Escocia propiedad de los padres de su cuñado.

James Middleton también ha hablado y escrito de forma conmovedora sobre su larga lucha contra la depresión, a la que calificó de "cáncer de la mente" y que le llevó al borde del abismo en 2017.

Sin embargo, no renuncia a sus ambiciones empresariales. Ahora se concentra en Ella & Co, la empresa de "felicidad y bienestar" para perros que vende comida cruda liofilizada y prensada en frío. Está claro que Middleton tiene grandes esperanzas puestas en este producto y promete que el "pelaje, el nivel de energía y las cacas de su perro mejorarán" en pocos días.

Utiliza carne, pescado y verduras de "calidad apta para los humanos" y se ha inspirado para ello en su amor por el cocker spaniel Ella, uno de sus seis perros, que le ayudó especialmente en su lucha contra la depresión.

Hechos de azúcar líquido estabilizado con gelatina, los marshmallows o malvaviscos son una popular golosina que James Middleton decidió comercializar enviando cajas personalizadas de estos dulces a razón de 24 euros la unidad. Pero su empresa, Boomf, se acaba de venir abajo después de ocho años acumulando pérdidas millonarias.

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