La intrahistoria de la visita de Letizia al Senado: a su medida, sin almuerzo y con corrillos

La reina Letizia ha recuperado la mañana de este jueves una de las citas imprescindibles de su agenda desde que era Princesa de Asturias: la entrega de los Premios Luis Carandell de periodismo parlamentario.

Tras cinco años de parón, doña Letizia se ha dado cita como una auténtica ‘Lady in red’ en el Senado ante un nutrido grupo de periodistas con los que ha tenido la oportunidad de charlar tanto antes como después de esta ceremonia que en esta ocasión ha variado su estructura.

Así nos lo ha relatado alguno de los presentes en conversación con Vanitatis, poniendo de manifiesto la cercanía de la Reina en una de sus semanas más complicadas a nivel mediático tras la publicación de las fotos de Urdangarin de la mano con otra mujer y el consiguiente anuncio de la “interrupción de su relación matrimonial” con su cuñada, la infanta Cristina.

Aunque desde sus inicios esta cita había contado con un almuerzo posterior a la entrega de los galardones, por razones sanitarias, "en esta ocasión fue descartado". "Tampoco pronunció ningún discurso", ni para abrir ni para cerrar la ceremonia.

Un esquema, sin cóctel ni palabras, con el que la Reina "se sintió muy cómoda", sobre todo en plena sexta ola, donde los contagios crecen cada día. Así lo expresó ella misma en una de las conversaciones que mantuvo tras el evento.

Según nos confirman las fuentes consultadas, doña Letizia participó en varios corrillos con periodistas. "Contestó a sus preguntas muy amable y se hizo todas las fotos que le pidieron", nos aseguran.

Además, también tuvo ocasión antes de comenzar la ceremonia de charlar en privado con los cuatro premiados. Conversaciones de las que no han trascendido detalles por el momento.

Los galardonados en esta edición fueron Antonio del Rey, en la categoría Parlamentarismo, y Joaquín Anastasio González, Loreto Gutiérrez Prats y Silvia Mascareño Díaz, en la categoría Territorialidad.

Lo más comentado del look

Para esta cita, la Reina se decantó por un vistoso vestido rojo de Carolina Herrera con manga larga, cintura marcada con dos ribetes que suben hasta la zona del pecho y bajan por las mangas, así como una abertura en el escote de lo más elegante.

Un vestido que también posee en color azul y fue el que lució durante la sesión de fotos oficiales publicadas en enero de 2020, justo antes del estallido de la pandemia.

Lo combinó con unos salones a juego de ante con detalles de piel de serpiente hechos a medida para Su Majestad. No pasaron desapercibidos entre algunos invitados, como tampoco lo hizo que no llevara medias a pesar de las bajas temperaturas constantes estos días en Madrid.

Las canas, que se han convertido en parte de la imagen de doña Letizia desde hace años, también estuvieron entre los aspectos más comentados en privado. Mucho más llamativas en persona, sorprendió a los presentes la elegancia con la que las lleva.

Unos premios que salieron según lo previsto y que el presidente del Senado, según nos han subrayado fuentes cercanas, llevaba años intentando recuperarlos, y el resultado ha sido más que satisfactorio.