Las claves por las que el rey Juan Carlos luce tan buen aspecto (aparentemente)

A sus 84 años, el rey Juan Carlos luce mejor que hace tiempo. O, al menos, aparentemente. En su última imagen, tan comentada este lunes, lo vemos delgado, con una sonrisa tranquila y una pose alejada de aquellos gestos llenos de dolor que estaban tras su mirada en sus últimos tiempos en España. El buen aspecto es la tónica dominante en esta última fotografía en la que aparece junto a su amigo el periodista Carlos Herrera en Emiratos. Una calculada instantánea de la que sorprende su publicación, ya que de las visitas que se le hacen al emérito nunca ha trascendido ninguna. Parte de la imagen tiene también una explicación más allá de su oportuna trascendencia. Pese a los muchos achaques propios de su edad, el Rey emérito dedica gran parte de sus días a cuidarse.

Don Juan Carlos cuenta con un fisioterapeuta que le visita cada día para ayudarle con los problemas de cadera y piernas que le impedían caminar con normalidad. Además, en su casa tiene un gimnasio con todos los utensilios necesarios para ponerse a punto y no perder masa muscular, uno de los grandes peligros que corre alguien como él, acostumbrado a hacer deporte de manera habitual.

Quienes lo conocen bien hablan del Rey emérito como un atleta, alguien entregado al deporte desde muy joven, que ha participado en competiciones de nivel y que mantiene ese placer por la adrenalina pese a que su cuerpo ya no responde como solía. Para evitar daños mayores, don Juan Carlos cuenta con otra ayuda excepcional: su médico, el doctor Manuel Sánchez.

Medido y aprobado

La imagen que ha publicado Carlos Herrera no es casual, ya que se ha hecho pública con el beneplácito del Rey emérito. Con una imagen tan medida, vendría a demostrar que se encuentra bien y que quiere aparecer de nuevo en los medios. La instantánea también puede provocar un efecto deseado: que se hable menos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, que tanto tiempo han ocupado en los medios españoles estos días. El mensaje de la imagen junto a Herrera es que está en buena forma, en un estado "todo lo deseable que puede ser el de una persona de su edad", según ha puntualizado el locutor.

Todo lo que se comenta del exrey desde su entorno cuenta con su aprobación. Él es, incluso, quien les dice qué decir y cómo decirlo. Así que su fotografía en Abu Dabi con Herrera es una decisión (conjunta como mucho) del propio don Juan Carlos. Como las palabras del propio Herrera, que cuentan, sin duda, con la aprobación del monarca: "Está de aspecto como no lo he visto en mucho tiempo".

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Cierto es que en la imagen lo vemos mucho más delgado, aunque si nos centramos en su mirada, podemos comprobar que transmite cierta tristeza. Hay cosas que no engañan. Con su gesto y la algo forzada posición en la que aparece, parece querer demostrar que puede sostenerse de pie, algo que muchos habían cuestionado. Y su piel luce más tersa, algo que podríamos atribuir a las vitaminas que le proporciona su médico.

El doctor Sánchez, especialista en medicina preventiva y de la longevidad saludable, trata al Rey emérito desde la década de los 2000, cuando era miembro del equipo de la Clínica Planas. Allí, el padre de Felipe VI se sometía a tratamientos antiaging y aprendía a mejorar su estado de salud a través de la medicina, la alimentación y el ejercicio físico. En 2017, el doctor Sánchez fundó su propio centro, el exclusivo y prestigioso DeSánchez, del que don Juan Carlos era un asiduo.

Especialista en antiaging

En 2001, Sánchez se incorporó al equipo médico de la Planas, donde dirigió el Departamento de Nutrición y Antiaging hasta 2017, cuando decidió invertir en su sueño. Su clínica, DeSánchez, está situada en Casa Alemany, un palacete en la zona alta de la ciudad, una inversión fuerte en la que arriesgó muchísimo.

El doctor Sánchez es conocido y respetado, especialmente en Barcelona, por sus tratamientos y sobre todo por su discreción. En diciembre de 2019, el nombre de Sánchez saltó a la luz pública tras una visita de don Juan Carlos a su clínica, lo que llamó la atención porque de pronto ya no iba a la Planas, como era su costumbre.

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Ahora, alejado de todo y de todos, es él el que se desplaza hasta Abu Dabi para seguir ayudando a su paciente, convertido en amigo desde hace años, tal como ha podido saber Vanitatis. Este granadino solía ser uno de los invitados del Rey en sus viajes privados, algo que ahora el médico devuelve a su paciente en forma de visitas en el extranjero. Según fuentes del entorno directo del emérito, el doctor ha viajado a Emiratos prácticamente cada mes desde que se fue, a principios de agosto de 2020.

Rutina estricta

Desde entonces, la rutina de don Juan Carlos es estricta. Tiene más tiempo de ocio del que desearía, así que dedica muchas de sus horas a cuidarse para estar en forma. Su dieta, baja en grasas, es otra de las claves de su adelgazamiento. Aunque de vez en cuando se da un capricho, su día a día es muy equilibrado.

Desde hace meses se ayuda para caminar, entre otras cosas, de un bastón de fibra de carbono, con forma de muleta, de color negro y que pesa solo 220 gramos. Un instrumento que compró por internet por unos 200 euros. Un artilugio que, por cierto, no aparece en la imagen. Para mejorar o mantener al menos su forma física, el Rey emérito cuenta con un equipo especialista con el que realiza ejercicios a diario. Con máquinas ejercita el tono muscular y un fisioterapeuta intenta mantener el posible dolor a raya.

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Si podemos conocer estos detalles es porque él mismo se los cuenta a sus allegados, con quienes mantiene un contacto permanente y a quienes intenta transmitir sus buenos ánimos, pese a que todos notan que está decaído, “hasta los huevos”, según dijo Herrera hace unos meses. Con ellos habla a través de mensajes de móvil y directamente con llamadas de teléfono, puesto que ahora tiene mucho más tiempo libre que antes. “Bueno, tiene todo el tiempo libre del mundo”, matizan.

"Indignado" con Urdangarin

La principal conversación de estos días ha sido, claro está, la polémica que ha rodeado a su hija, la infanta Cristina, y su marido, Iñaki Urdangarin. El Rey emérito está “indignado” con lo sucedido y ayuda a su hija en todos los pasos que debe seguir para tomar decisiones correctas. Tiene ganas, según ha dicho Herrera, de darle un abrazo. Algo que, por cierto, sucederá en breve puesto que este martes (miércoles a más tardar), ambas Infantas viajan a Emiratos. Hay algo que pocos tienen en cuenta y es que don Juan Carlos, pese a ser un tipo divertido y cercano, es parco en palabras cuando se refiere a sus sentimientos.

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Suele preguntar más sobre cómo están los otros que contar cómo está él. Así que cuando da a conocer cómo se siente, es que realmente está al límite. Suele decir que está bien y es por el tono de voz que saben de verdad cómo se encuentra. Sus allegados le preguntan con frecuencia, pero él prefiere cambiar de tema y preguntar por las cosas que pasan en España, desde lo más grande a lo más pequeño. Eso sí, a todos y cada uno de ellos les expresa su voluntad de volver a nuestro país en cuanto sea posible. Y eso será, tal como hemos contado aquí tantas veces, cuando el camino esté despejado y no haya ni una piedra para la Corona, una institución de la que se siente responsable.