Máxima de Holanda sigue demostrando su pasión por España… esta vez a través de su look
Después de su escapada secreta a Andalucía para celebrar su 20 aniversario de boda, la reina ha vuelto al trabajo estrenando una falda de firma española
Si hay una royal que adore nuestro país, esa es ella. Tiene sobrados motivos para hacerlo, ya que, entre otras cosas, fue aquí donde conoció al que es el amor de su vida, el rey Guillermo Alejandro, en 1999. Por eso, Máxima de Holanda no pierde oportunidad de seguir demostrando su pasión por España, esta vez a través de la moda. La reina ha estrenado una falda de firma patria en color camel para su nueva cita de trabajo. Cita que llega precisamente cuando acaba de regresar a Holanda tras pasar unos días en Andalucía celebrando sus 20 años de casada con el rey.
La argentina asistió el martes 8 de febrero al taller de la marca de moda By-Bar para reunirse con distintos empresarios de pequeñas y medianas empresas de Breda para conocer el impacto que ha tenido la crisis del coronavirus en distintos sectores, cómo han logrado sobrevivir y qué se necesita para la recuperación y el crecimiento. Máxima, como miembro del Comité de Emprendimiento de los Países Bajos, dio su visión de futuro y consejos para una mejor prestación de servicios. El municipio de Breda trabaja junto con la Asociación de Municipios Holandeses para apoyar a las pymes y el desarrollo de planes de recuperación económica, incluidos los centros de ciudades y pueblos y el problema del mercado laboral. A tal efecto, la reina y el miembro del comité Diederik Laman Trip participaron en dos debates encabezados por el regidor de Economía y Asuntos Sociales, Boaz Adank.
Máxima, vestida con un total look camel, puso el toque español con su falda de Massimo Dutti, de largo midi, con bolsillos vistos a los lados y abertura central. Pertenece a la nueva colección de la firma y cuesta 79,95 euros. La combinó con un jersey básico de cuello vuelto en el mismo tono y su abrigo de Max Mara, tipo batín aunque ella lo llevaba con el cinturón suelto y sobre los hombros mientras recorría el taller donde se produjo la reunión. También repetía las botas altas de Gianvito Rossi y estrenaba un bolso de Marina Raphael de 600 euros. A su llegada llevó mascarilla, de tipo quirúrgico, aunque luego se la quitó para mantener dos charlas con grupos diferentes de empresarios.
La reina volvía así al trabajo después de su viaje exprés y secreto a Andalucía, donde ella y Guillermo de Holanda han conmemorado su 20 aniversario de boda. Fue una escapada muy bien organizada para mantener la privacidad: los responsables de algunos de los sitios que visitaron no fueron avisados con anterioridad, como el restaurante Ermita de la Candelaria, donde comieron mezclándose con el resto de los clientes y mostrándose cercanos y amables con los trabajadores. Durante su estancia en Córdoba, parece que se alojaron en el Hotel Palacio del Bailío, aunque desde el establecimiento no quisieron confirmar ni desmentir para salvaguardar la privacidad de los reyes holandeses. No perdieron la oportunidad de visitar la Mezquita, acompañados de un guía, y el palacio de Viana. Luego continuaron su ruta en Jerez de la Frontera y pusieron el punto y final en Sevilla, el lugar que vio nacer su historia de amor hace 23 años cuando se conocieron durante la feria.
Por aquel entonces, Máxima era una ejecutiva que trabajaba en Nueva York, y Guillermo aún ostentaba el título de príncipe heredero; su investidura como rey tuvo lugar en 2013. Coincidieron en la caseta del Real Club de Andalucía y una amiga en común los presentó. Fue un flechazo, como algunos testigos contaron hace años. “Lo único que recuerdo es verlos pegados todo el fin de semana, desde el momento en el que fueron presentados. Había otras chicas en el grupo, pero él ni las vio", decía uno de los presentes.
Varias han sido las visitas de los reyes holandeses a España. Además de la Feria de Abril de 1999, regresaron a la capital hispalense con sus tres hijas veinte años después y tanto Máxima como Amalia, Alexia y Ariane se vistieron de flamencas. En 2008 también estuvieron en Barcelona, invitados por la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, cuando todavía eran un matrimonio feliz y unido.
Si hay una royal que adore nuestro país, esa es ella. Tiene sobrados motivos para hacerlo, ya que, entre otras cosas, fue aquí donde conoció al que es el amor de su vida, el rey Guillermo Alejandro, en 1999. Por eso, Máxima de Holanda no pierde oportunidad de seguir demostrando su pasión por España, esta vez a través de la moda. La reina ha estrenado una falda de firma patria en color camel para su nueva cita de trabajo. Cita que llega precisamente cuando acaba de regresar a Holanda tras pasar unos días en Andalucía celebrando sus 20 años de casada con el rey.