¿Por qué la reina Letizia no puede asumir la agenda de Felipe VI, positivo en coronavirus?
La Constitución española estipula que "la Reina consorte o el consorte de la Reina no podrán asumir funciones constitucionales"
El positivo en coronavirus de Felipe VI ha trastocado la agenda institucional. El martes por la noche, el monarca presentó síntomas y a la mañana siguiente, tras realizarse una prueba, se confirmaba que se había infectado. Siguiendo las normas sanitarias, el Rey debe estar en aislamiento durante una semana, por lo que los actos previstos quedaban cancelados, tal como rezaba el comunicado enviado por la Casa Real: "Quedan suspendidas desde este momento sus actividades oficiales previstas durante ese período".
Eso incluía un encuentro con el presidente de Bosnia y Herzegovina, Željko Komšić, en la Zarzuela, que iba a tener lugar pocos minutos después de anunciarse a la prensa el positivo de Felipe VI, y un posterior almuerzo en el que también iban a participar doña Letizia y la primera dama bosnia, Sabina Komšić. Ambos compromisos quedaron cancelados, y eran muchos los que se preguntaban por qué la Reina, quien de momento, y a pesar de ser contacto directo de un contagiado, puede seguir con su vida normal al tener las vacunas, no asumía esos actos y era ella quien recibía al presidente bosnio.
Su agenda estaba vacía ese miércoles, salvo el almuerzo con el matrimonio presidencial, por lo que algunos pensaban que sería ella quien sustituiría a su marido. Sin embargo, las cosas no son tan sencillas. "Las de don Felipe y doña Letizia son agendas distintas porque son niveles de representación diferentes. La soberanía recae en el Rey. Ella es la consorte", explica a Vanitatis el experto en realeza y escritor Ricardo Mateos Sáinz de Medrano. De ahí que la Reina no se reuniera con el presidente de Bosnia y Herzegovina, pues era un encuentro entre jefes de Estado.
Y es que, tal como reza el artículo 58 de la Constitución española, "la Reina consorte o el consorte de la Reina no podrán asumir funciones constitucionales, salvo lo dispuesto para la Regencia", y eso solo ocurriría "si el Rey se inhabilitare para el ejercicio de su autoridad y la imposibilidad fuere reconocida por las Cortes Generales". Algo que no ocurre. Don Felipe simplemente se encuentra de baja, por lo que no es necesario que doña Letizia lo sustituya, algo que sí ha hecho en el pasado, pero en actos que no tenían un papel tan constitucional como es el de encontrarse con otro jefe de Estado.
"La sustitución de un monarca en sus funciones constitucionales es un asunto jurídicamente complicado. A falta de una ley específica de la Corona, que regule los supuestos de inhabilitación o de baja circunstancial -se han dado casos de baja por paternidad recientemente en las monarquías europeas- ,existen sesudos libros dedicados a analizar la dificultad de sustituir al Rey, no solo en sus prerrogativas, en su agenda. En particular, hay expertos que reclaman, precisamente para ello, un estatuto del heredero. Si ya resulta dudoso a los expertos que la Princesa (aforada) pudiera sustituir al Rey, en el caso de la Reina consorte ni se contempla. Solo el soberano cuenta con la inviolabilidad de sus actos y con el refrendo del Gobierno. Dicho todo esto, es muy posible que en España se hiciera la vista gorda si la ocasión lo mereciera a ojos de Zarzuela y Moncloa", nos explica la periodista y escritora Carmen Remírez de Ganuza.
Sustituciones puntuales
La primera ocasión en la que doña Letizia tuvo que sustiuir a Felipe VI fue en octubre de 2017, en pleno desafío independentista. El Rey decidió en aquel momento cancelar su agenda para centrarse en el problema y la Reina fue la que entregó aquel año los Premios Jaime I en Valencia. Unos días antes, doña Letizia ya había tenido que acudir sola a los Mariano de Cavia, a pesar de que se había anunciado la presencia de ambos, debido también al 'procés'.
Asimismo, en noviembre de 2020, se informó desde el Palacio de la Zarzuela de que el monarca permanecería aislado unos días tras haber estado en contacto con un positivo. En ese momento, en lugar de suspender los actos que tenían previstos de forma conjunta, y como el acto sí era asumible por doña Letizia, ella tomó el mando y viajó en solitario a Sevilla para inaugurar la Tourism Innovation Summit. En la cita, no faltó un recuerdo para el rey Felipe cuando la Reina tomó la palabra en lugar de su marido.
El Rey tenía programado para este jueves una audiencia con el consejero delegado de Airbus, que ha sido pospuesta, y esa misma noche la entrega del XVIII Premio de Economía Rey de España, que lleva su nombre, por lo que no tendría mucho sentido que no lo entregara él. Por su parte, la Reina cumplirá con total normalidad con su compromiso del viernes, visitando el Centro de Protonterapia del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. Este mismo viernes veremos qué ocurre con la agenda en la próxima semana, y si Felipe VI vuelve ya el jueves al trabajo.
El positivo en coronavirus de Felipe VI ha trastocado la agenda institucional. El martes por la noche, el monarca presentó síntomas y a la mañana siguiente, tras realizarse una prueba, se confirmaba que se había infectado. Siguiendo las normas sanitarias, el Rey debe estar en aislamiento durante una semana, por lo que los actos previstos quedaban cancelados, tal como rezaba el comunicado enviado por la Casa Real: "Quedan suspendidas desde este momento sus actividades oficiales previstas durante ese período".