Ceremonia sencilla y Camila coronada junto a Carlos: el plan que ya está en marcha

El cumplimiento de los 70 años de reinado de Isabel II fue un acontecimiento con el peso suficiente como para lanzar una noticia bomba que recorrió el mundo. Nadie esperaba el regalo que la reina tenía preparado para Camila Parker Bowles: su deseo de que esta se convierta en reina consorte, y no en princesa, tal y como hasta ese momento iba a ser, cuando el príncipe Carlos suba al trono.

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Maite Torrente

Ahora, según ha revelado 'The Mail on Sunday', ya se ha puesto un plan en marcha desde la abadía de Westminster, al que han llamado con el nombre en clave 'Operación Golden Orb', y en el que se está decidiendo cómo se realizará la ceremonia de coronación de Carlos llegado el momento. Según el medio británico, el plan incluye que Camila sea coronada junto a su esposo y que la ceremonia sea sencilla, corta y de menor coste que las ceremonias de coronación del pasado.

Desde que la reina anunció su decisión de que Camila se convierta en reina consorte, el debate nacional en Reino Unido sobre el futuro de la Monarquía se ha encendido y parece que desde Palacio desean dejar todo organizado de forma muy medida. Una fuente ha asegurado al medio británico que la ceremonia será "más corta, más rápida, más pequeña, menos costosa y más representativa de diferentes grupos comunitarios y religiones". Existe un deseo de que incluya de alguna manera un reconocimiento de la diversidad religiosa y cultural de la Gran Bretaña moderna que marque una desviación significativa de la coronación de Isabel II el 2 de junio de 1953, la cual reflejó la nación y el imperio de la época. En la misma, el príncipe Felipe, como consorte masculino, no tenía derecho a ser coronado, sino que se arrodilló ante su esposa durante la coronación y se comprometió a ser su "señor de la vida".

La última vez que se coronó a una reina consorte fue en 1937, cuando la madre de la reina Isabel, se sentó junto al rey Jorge VI.

Según 'Daily Mail', el príncipe de Gales ya habría hecho saber que está a favor de una monarquía más moderna y se espera que su ceremonia de coronación marque la pauta de su reinado.

En la coronación de Isabel II, una larga procesión de carruajes transportó a más de 8.000 dignatarios a la abadía de Westminster. Más de 40.000 soldados participaron en el desfile, incluidos 30.000 en las calles. La ceremonia, la primera en ser televisada, duró más de tres horas y requirió que la reina hiciera varios cambios de atuendo.

Pero siete décadas después, los invitados se limitarán a un máximo de 2.000 y el servicio será "mucho más corto porque hay que tener en cuenta la edad de Carlos", ha revelado una fuente.

Si bien se revisarán aspectos del servicio para reflejar "una Gran Bretaña moderna", seguirá siendo un servicio anglicano y no se espera que cambien los votos.

No solo el número de invitados será una cuarta parte de los que hubo en 1953, sino que también habrá menos miembros de la familia real. Una fuente ha afirmado que "será una monarquía reducida en exhibición en todo momento. No me sorprendería ver solo a Carlos y Camila, y a Kate y Guillermo con sus hijos en el balcón del palacio de Buckingham después de la ceremonia".

Según 'Daily Mail', varias figuras clave del comité organizador de la nueva coronación ya han estado impulsando las conversaciones entre el Palacio, la Oficina del Gabinete, la Iglesia y el Ejército, entre otros.

Después de la coronación, se espera que Carlos y Camila respeten la tradición de recorrer las principales ciudades del Reino Unido.