De la infanta Sofía a Isabella de Dinamarca: cuando las teen royals 'atracan' el armario de sus madres
Sus madres cuentan con un gran fondo de armario creado a lo largo de los años, con diseños de grandes firmas, de ahí que las teen royals no duden en echarle mano
Es algo normal el que una madre preste piezas de su armario a sus hijas adolescentes. Pero en el mundo de la realeza se ha convertido ya en casi una 'obligación'. Y es que todas las teen royals europeas han 'atracado' los vestidores de sus madres en busca de algo qué ponerse. Las ventajas son muchas. Sus progenitoras cuentan con un gran fondo de armario creado a lo largo de los años, con diseños de grandes firmas, adecuados para actos oficiales. Así que cuando las jóvenes ven que ya usan la misma talla, no dudan en 'robarles' a sus madres aquello que más les gusta.
El último ejemplo lo vimos hace apenas una semana, durante la celebración del 50 cumpleaños de Mary de Dinamarca. La princesa Isabella, de 14 años, echó mano para la ocasión de un sastre negro de Paul Smith que su madre había lucido en 2019. La joven decidió combinarlo con unas sandalias de Jimmy Choo y un collar de oro amarillo que también pertenece a Mary.
No era esta la primera ocasión en la qe Isabella rebuscaba en el vestidor de Mary en busca de algo qué ponerse. En 2019, durante la celebración del 79 cumpleaños de la reina Margarita, la princesa apareció luciendo un abrigo de cuadros de la firma española Massimo Dutti que su madre había estrenado en 2013.
Este pasado mes de enero, Ingrid Alexandra de Noruega celebraba su 18 cumpleaños, y en todos los actos a los que asistió la vimos vistiendo ropa de su madre, como este vestido blanco de manga francesa firmado por Alexander McQueen que Mette-Marit había estrenado en 2017 y lucido hasta en tres ocasiones.
Otro vestido de Mette-Marit. Este de 2004, que volvía a ver la luz en 2022 gracias a la joven princesa noruega. Un diseño de Lanvin en negro con el que Ingrid Alexandra posó para las fotografías oficiales de su mayoría de eda.
Más ropa prestada por mamá. En su visita al parlamento, Ingrid Alexandra lució esta blazer en color crudo de Stella McCartney que Mette-Marit guardaba en su armario desde 2016. También la cartera de mano roja, de Aspinal London, así como los pendientes pertenecían a la esposa del príncipe Haakon.
Aunque ya habíamo visto que Letizia y Leonor compartían pendientes en alguna ocasión, no fue hasta marzo de 2020, en Cartagena, cuando vimos a la Princesa de Asturias con un abrigo blanco de Adolfo Domínguez que la Reina había estrenado en mayo de 2018 durante una reunión de trabajo sobre las misiones y medios de la Unidad Militar de Emergencia. Un diseño perfecto para ser ‘robado’.
La infanta Sofía también ha echado mano en alguna ocasión al armario de su madre. En la pasada edición de los Premios Princesa de Asturias, la benjamina de los Reyes combinó su falda de tul rosa de Psophía con una camiseta negra de manga corta con pedrería de Felipe Varela, que doña Letizia había llevado en una cena de gala.
La princesa Amalia es otra de las que rebusca en el vestidor de su madre. Ella misma confesó en su 18 cumpleaños que muchas veces Máxima ya compra la ropa pensando en que su primogénita se la va a quitar. Quizás eso es lo que ocurrió con este abrigo de Massimo Dutti gris, que había lucido previsamente la argentina.
A su hermana, Ariane, también la hemos visto luciendo una prenda de Máxima, además una de muy especial. Hablamos de esta chaqueta color teja que la princesita lució en el Koningsdag y que Máxima había llevado en 2007 en la presentación oficial de Ariane la prensa tras su nacimiento.
Es algo normal el que una madre preste piezas de su armario a sus hijas adolescentes. Pero en el mundo de la realeza se ha convertido ya en casi una 'obligación'. Y es que todas las teen royals europeas han 'atracado' los vestidores de sus madres en busca de algo qué ponerse. Las ventajas son muchas. Sus progenitoras cuentan con un gran fondo de armario creado a lo largo de los años, con diseños de grandes firmas, adecuados para actos oficiales. Así que cuando las jóvenes ven que ya usan la misma talla, no dudan en 'robarles' a sus madres aquello que más les gusta.