Cómo ha afectado a la carrera deportiva de Pablo Urdangarin la crisis de sus padres

Fue antes de Navidades, claro. Pablo Urdangarin pensaba que sus padres, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, pasaban por una crisis, algo que ellos mismos le confirmaron durante las fiestas, una crisis pasajera que no era nada del otro mundo. El paso por prisión del exduque de Palma había dejado huella, nada que entre todos no pudieran solucionar. Así que antes de Navidades, decíamos, el segundo hijo de doña Cristina se reunió con miembros del FC Barcelona para ver cómo iban a enfocar su carrera.

Su nombre aparecía mucho en prensa y pensaron que quizás era el momento de empezar a moverlo. Así lo ha podido saber Vanitatis: alguna entrevista, siempre a periodistas especializados, algún acto más allá de los partidos… Pablo Urdangarin veía cómo su futuro empezaba a tomar cuerpo. Hasta las dichosas fotos.

Sí, hasta que ‘Lecturas’ publicó las imágenes de su padre con otra mujer y todo se fue al traste. Aquella crisis matrimonial que parecía cosa de las circunstancias pasó a ser de primera magnitud y a los pocos días sus padres anunciaron una interrupción de su matrimonio ante el ansia pública de noticias. Y se terminó el sueño, al menos por el momento. Ni entrevistas, ni actos públicos. Nada.

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La separación (temporal o no, ya se verá) de sus padres ha supuesto un parón total en la carrera pública de Pablo. Eso sí, él sigue entrenando y jugando con el Barça B, con quien tiene ficha, y también con el primer equipo, con quien despunta. Pero no le veremos hablar más allá de lo imprescindible.

Rodeado de prensa

El sobrino de Felipe VI mantiene su rutina pese a vivir rodeado de prensa. Vive en La Masía del Barça, en una habitación situada en una zona que el club construyó recientemente para mayores de 18 años, y desde allí va cada día a entrenar. Es muy habitual que juegue en primera, esto es, la Liga Asobal, así que suele entrenar con el primer equipo con frecuencia. Eso no supone que vaya a pasar a ser un jugador de primera con el Barça, pero sí que podría ficharlo otro club.

Lo han comentado a Vanitatis desde el propio Barça y lo reafirman algunos de sus compañeros en conversaciones con este medio. Mientras, el segundo hijo de la Infanta y Urdangarin comparte vestuarios con mayores y más jóvenes que él, y con todos se lleva muy bien. Lo dicen quienes lo conocen como jugador.

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Cuando sus compañeros le han preguntado por cómo se siente ante la avalancha de prensa que se le vino encima cuando sus padres volvieron a la actualidad más mediática, él les ha respondido con resignación que es algo normal para él y que se ha preparado toda la vida para momentos como este. Lo ha dicho en repetidas ocasiones, cada vez que alguno de sus compañeros se atrevía a preguntar, que no es algo muy habitual.

Porque, además, a Pablo suelen seguirlo últimamente y camina rodeado de cámaras. Son unas tres personas, periodistas que le conocen desde pequeño y con quienes habla desde que se mudó a Barcelona. Son ellos quienes han conseguido las declaraciones del joven y quienes le siguen en su día a día.

"Jo sóc català, eh"

Un día a día centrado, en especial, en su carrera deportiva. Una de las principales metas de Pablo es jugar en la selección española. Antes de vivir en Barcelona llevaba una pulsera con la bandera de España, como alguno de sus hermanos y de sus primos. Eso, no obstante, no quita que se sienta catalán y hable el idioma a la perfección. Cuando empezó a jugar con el Barça, alguno de sus compañeros le preguntó con gracia que cómo podía ser que hablara tan bien catalán. “És que jo sóc català, eh” (“es que yo soy catalán, eh”), les ha contestado siempre. Es en catalán como habla con muchos de sus compañeros. No hay que olvidar que su padre se crio en Barcelona desde los dos años y que tanto él como todos sus hermanos han nacido y crecido en la capital catalana.

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Es más, también antes de Navidades, en octubre, Iñaki Urdangarin sorprendía a casi todos al dar varias entrevistas a medios deportivos durante una celebración en el Palau Blaugrana. Uno de esos encuentros fue con Catalunya Ràdio y el marido de la Infanta respondió en perfecto catalán. Algunos no lo entendieron, al tener la idea de que Urdangarin es vasco. Aunque lo es solo de nacimiento. Se crio en Barcelona y ha pasado toda su vida en Cataluña hasta que las cosas cambiaron con el caso Nóos.

"No hablo euskera"

Él mismo lo decía, hace años, en 1997, en una entrevista que le hicieron cuando empezó a salir con la infanta Cristina y los medios hablaban de él y de toda su familia. En declaraciones a Margarita Puig, de ‘La Vanguardia’, el entonces jugador de balonmano del Barça aseguraba: “Ni mi madre es alemana ni es de la aristocracia de Bélgica. No hablo cinco idiomas ni mucho menos el euskera, porque he vivido en Barcelona casi todo el tiempo y adopté el catalán como segunda lengua, pero jamás el euskera”.

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Algunos de sus hermanos sí hablan euskera, como Mikel, el otro chico de la familia, y otros no, como Ana, la mayor, que siempre ha vivido en Barcelona y es también una catalana más. Como Pablo, el Borbón catalán del Barça que ha visto cómo su carrera sufría un parón. Como la separación de sus padres, el joven espera que ese descanso solo sea temporal.